Thursday, 28 de March de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1281

Carles Esteban

‘El pasado 17 de mayo el Barça consiguió su segundo título de la Champions League en un épico partido celebrado en el estadio de Saint-Denis de París. La Vanguardia realizó un importante despliegue informativo consciente de la expectación que el triunfo barcelonista generaba entre nuestros lectores. Dentro de ese despliegue se incluyó la publicación de un interesante y completo suplemento especial de 24 páginas sobre el título europeo del FC Barcelona el viernes 19 de mayo, realizado por la sección de Deportes. En el suplemento se analizaban las claves del partido y de la triunfal marcha del equipo en el campeonato, y en la página 9 se ofrecía una crónica sobre la trayectoria histórica del club en las competiciones futbolísticas europeas, con especial atención a las quince finales disputadas de las diferentes competiciones (Copa de Ferias, Copa de la UEFA, Recopa y Copa de Europa). El texto se acompañaba de un gráfico en color que ocupaba las cinco columnas de la página y que incomprensiblemente contenía un número importante de errores, algunos de ellos de gravedad.

Varios lectores han hecho llegar a esta oficina sus quejas al detectar estos fallos, algunos de ellos tan de bulto como decir que la final de Wembley de 1992, en la que el dream team consiguió el primer título de la Champions League, finalizó con el resultado de 4 a 3, cuando todo el mundo sabe que el Barça se impuso al Sampdoria por un gol a cero, obra del ya legendario Ronald Koeman. Sobre la fatídica final de Sevilla de 1986, que el Barça perdió en la tanda de penaltis con el Steaua de Bucarest, el gráfico ofrecía el resultado correcto del partido (0-0), pero daba ganador al Barça por un 2-0 que figuraba misteriosamente junto al resultado del partido y que parecía recoger el resultado de la tanda de penaltis.

En la cuarta final disputada por el Barça en su historial europeo se daba a los culés como ganadores de la Copa de Ferias cuando fue el Valencia el equipo que venció en el enfrentamiento a doble partido. En la quinta final, el gráfico ofrecía unos resultados que daban el título de la Copa de Ferias de la temporada 1965-66 al Zaragoza, cuando el campeón fue el Barcelona. Sobre la 16. ª final disputada por el cuadro barcelonista, correspondiente a la Recopa de Europa, y que ganó el Barça por 1-0 al Rotterdam la información gráfica decía que correspondía a la temporada 1978-79, cuando en realidad era la de 1996-97.

En los resultados de la final de la Supercopa de Europa de 1980 se dice que el Barça ganó al Leeds, cuando esa final fue en 1979 y el rival fue el Nottingham Forest y con resultados en los partidos de ida y vuelta diferentes a los que aparecían. Finalmente, entre otras inexactitudes de menor entidad, se asegura que la Supercopa de Europa de 1998 enfrentó al Barça y al Milan, cuando el rival fue el Borussia Dortmund.

Los lectores que se han dirigido a esta oficina comentando estos errores lo han hecho en un tono constructivo y casi diría que hasta deportivo, lo cual no debería servirnos de consuelo. Joan y Antoni, que compran y comparten el diario cada día en Tarragona, consideran: ‘Realmente se trata de un repaso a la historia del Barça muy peculiar y nos hemos visto en la necesidad de hacerlo notar’. Eduard Cullell dice: ‘No entiendo a qué se deben tales fallos. Es obvio que tendrán una explicación lógica. Yo, por mi parte, continuaré comprando ese fabuloso diario, y es que el mejor escribano hace un borrón’. Jorge Alcover, que felicita a La Vanguardia por la cobertura informativa de la final de París, tras enumerar los fallos señala: ‘Quería darles mi agradecimiento por poder comentar las noticias publicadas y felicitar a La Vanguardia por sus 125 años’.

Rosa Mundet, responsable de la sección de Infografía, señala: ‘Realmente me parecía imposible que pudiesen figurar diez errores en un solo infográfico. Realizado un seguimiento exhaustivo de todo el proceso, hemos descubierto que a causa de un problema informático se coló un gráfico de prueba, que se había mandado desde la sección de Infografía a Compaginación para comprobar las medidas en la página. Cuando se envió el gráfico correcto, validado por la sección de Deportes y revisado por la de Edición y sin errores, la página ya se había mandado a la rotativa con la ilustración incorrecta. Para que esto no vuelva a ocurrir, las páginas con infográficos deberían ser validadas por la sección de Infografía antes de ser enviadas a la rotativa’. En cualquier caso conviene aclarar que la sección de Infografía realizó un gráfico correcto, pero por un fallo del sistema en la página apareció un gráfico de prueba, preliminar y lleno de inexactitudes. Se trata de un error grave que nos obligará a extremar los mecanismos de control para que no vuelva a suceder un episodio parecido, que no hace justicia al trabajo de la redacción ni al servicio que merecen los lectores.

ACCIONISTAS. El pasado domingo 14 de mayo se publicó una noticia en la sección de Economía titulada ‘José María Lara Bosch vende la mayoría de su participación en Banc Sabadell’. Mal título, ya que el prestigioso editor no se llama José María sino José Manuel. Pero la cosa no queda ahí. Dos días después, en la misma sección se publicó una cabecera titulada ‘Lara duplica su paquete de Banc Sabadell’, por lo que, lejos de vender la mayoría de sus acciones en el banco, como se decía el domingo, José Manuel Lara Bosch había elevado su participación accionarial desde el 1% al 2%. El viernes 19 de mayo en una nota breve se recogían unas declaraciones efectuadas por el empresario al diario El Punt en las que anunciaba el interés de su familia por incrementar el volumen de acciones en el Banc Sabadell hasta el 3% del capital social.

El lector Carlos Solé expresa el desconcierto que le produjo la diversidad de versiones ofrecidas sobre este asunto. Según el redactor jefe de la sección de Economía, Manel Pérez, la confusa noticia inicial reproducía un despacho de la agencia Europa Press ‘en el que se recogía la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores por José Manuel Lara dando cuenta de la venta de un paquete de acciones que poseía a título individual’. ‘La agencia, y por tanto la noticia publicada, no precisaba el destino final de dichas acciones, y refería únicamente que el editor había vendido su participación en el Sabadell. El lunes, el propio interesado, respondiendo a preguntas de los periodistas, explicó que había cedido sus acciones a empresas de su entorno familiar y del grupo Planeta, y que lejos de abandonar el accionariado de la entidad financiera había incrementado hasta el doble el número de acciones que controlaba. Yen una edición posterior recogimos unas declaraciones en las que el propio interesado explicaba la intención de ampliar paulatinamente su participación accionarial hasta el 3%. El fallo está en la noticia inicial, ya que no se pudo comprobar al haber llegado a la redacción en un fin de semana, y se interpretó la venta de las acciones que Lara poseía individualmente como una marcha del accionariado, cuando en realidad se trataba de una reordenación y ampliación del paquete accionarial a través de sociedades de su órbita empresarial’.

El lector que manifestó su desconcierto señalaba, además, que ‘no hubiera estado mal que el martes, cuando se explicó el conjunto de la operación financiera y su verdadera naturaleza, se hubiera hecho referencia a la errónea información del día 14 de mayo ofreciendo explicaciones a los lectores’. Una observación con la que cualquier periodista responsable y sensato estará de acuerdo.

MONTENEGRO. Estos días el referéndum sobre la independencia de Montenegro ha sido noticia destacada en nuestro diario, pero dos lectores han encontrado un error que nunca debería haberse producido: definir Montenegro como un país báltico en vez de balcánico. Romà Massot y Rossend Torres detectaron el error en una crónica del corresponsal en Bruselas, Fernando García, publicada el día 23 de mayo en la sección de Política, donde en dos ocasiones aludía a Montenegro como un país báltico en lugar de balcánico. El error se produjo sin duda por un lapsus. Los países denominados bálticos, por estar bañados por el mar Báltico, son Lituania, Letonia y Estonia, mientras que los países balcánicos son los que están situados en los Balcanes, en el sur de la Europa Oriental: Albania, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia (aunque algunos lo discuten por estar muy al norte), Macedonia, Serbia, Montenegro, Rumanía, Bulgaria, Grecia y la región de Estambul de Turquía.’