Thursday, 25 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1285

Conglomerado de olho na América Latina

Mientras nuevos grupos del negocio de los medios intentan desembarcar en el espectro ampliado para señales de radio y TV, a la espera de la bendición de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), el Grupo Prisa de España, entre los instalados en Argentina desde hace años, viene movilizando nuevas inversiones a favor de sus vínculos no siempre idílicos con el kirchnerismo.

Con el contundente triunfo electoral de Cristina Fernández a la vista, los españoles del conglomerado de medios que presidió hasta su muerte Jesús de Polanco, acaban de sumar a sus concesiones de radio Continental y FM Hit, la licencia para la instalación, funcionamiento y explotación de la FM 97.3 en la ciudad de Corrientes por 15 años con posibilidad de renovación.

La radio se ubica en una frecuencia actualmente desierta que corresponde al Canal 247 y está declarada de categoría A, es decir, altamente rentable por el alcance que podría lograr al estar ubicada en una ciudad de considerable concentración urbana.

La adjudicación prevé que la renovación del contrato se haría por diez años. “Siempre y cuando se respeten las condiciones de garantizar un contenido mínimo de tipo cultural y educativo”.

Brasil, o mais seguro

Ya en tiempos de Néstor Kirchner, a pesar de haber cultivado una relación de desconfianza mutua, tanto en sus noticieros como en sus diversos programas, a diferencia de la independencia crítica con que se manejó el diario El País del mismo grupo empresario, en las radios nunca “sacaron los pies del plato”.

Precisamente durante una entrevista con revista Imagen, un profesional de la empresa que conoce la situación de la prensa en Argentina y pidió reserva de su nombre, contó que el campo de crecimiento de El País, por lógica idiomática, es Latinoamérica (incluyendo a Brasil) y Estados Unidos.

Pero -dejó en claro- no va tanto en el sentido de crear un periódico “de papel” como de extender la influencia de la web, incluyendo la apertura de redacciones-web locales.

“Sobre el resto de medios propiedad de Prisa, se está prestando mucha atención a las inversiones hechas en Argentina y, en principio, no entra en los planes de la empresa desprenderse de activos en las citadas zonas”, aseguró.

A la hora de responder sobre las posibles desinversiones obligadas que establece la ley de medios, el ejecutivo señaló que “las inversiones de Prisa en Argentina afectan a tres sectores: editorial, prensa y radio y veremos qué decisión hay que tomar llegado el caso de que la Administración argentina considere que esas inversiones no son compatibles”.

En otros países no es considerado una concentración peligrosa, se quejó el informante pero, admitió, “el gobierno argentino es soberano para regular su propio mercado y eso hay que respetarlo”. 

Sin embargo son optimistas frente a la cuestión ya que “la más importante de las tres inversiones (por volumen) es la editorial, luego la radio y finalmente, muy lejos, el papel”.

Después de afirmar que el país más seguro para invertir hoy en día es Brasil, el analista español reconoció que la crisis económica europea es muy dura “y lo peor es que se ignora cuánto podrá durar ni cómo va a ser de profunda”.

Respecto de las decisiones sobre lo que haga el Grupo en España anticipó que las tomará el principal propietario, que es el fondo de inversiones estadounidense Liberty.

“Aspectos inverossímeis”

Prisa cotiza en Wall Street lo cual implica que “sus accionistas tienen la última palabra, incluyendo la aprobación o no de la estrategia. Ésta se basa, hasta el momento, en reconvertir todo el proceso de producción informativa hacia las nuevas tecnologías en la creencia de que el modelo industrial tradicional de prensa no es sostenible, ni siquiera ya, a corto plazo”.

Con ese cuadro de situación, en una evidente estrategia de expansión en América latina, Grupo Prisa, identificado con la social democracia española que hoy, con el final de José Luis Rodríguez Zapatero, al menos para los próximos cuatro años se aprecia en retirada, parece claramente enfocada a crecer en varios países del continente.

Con Radio Caracol en Colombia, la cadena Radiópolis junto al Grupo Televisa en México, más emisoras en Estados Unidos, Chile, Costa Rica y Panamá, el próximo objetivo de la multinacional de medios estará puesto en Brasil, que acaba de abrir el negocio de la TV cable a las telcos.

Para desembarcar sin obstáculos en Argentina, donde mantiene vigencia la ley de bienes culturales sancionada durante el interinato de Eduardo Duhalde, que restringe al 30% el máximo de inversión en medios por cuenta de extranjeros, Prisa acudió al tratado de reciprocidad entre Argentina y Estados Unidos y opera en el país bajo el nombre de Grupo Latino de Radio (GLR), con sede en Miami.

A pesar de una reciente adjudicación en Corrientes, el Grupo Prisa, como otros multimedios que serían afectados por la controvertida ley de medios, apuesta a una negociación política con el oficialismo robustecido en sus ataques y condicionamientos a la prensa crítica, después de sumar el 54% de los votos el 23 octubre pasado.

Así lo relató el diario del Grupo en una nota que firmó Soledad Gallego-Díaz, su corresponsal sudamericana, con sede en Buenos Aires, el 30 de octubre último, titulada “Argentina juega al descrédito del periodismo”.

En la nota, Gallego Díaz afirma que “el kirchnerismo mantiene una guerra específica contra el mayor grupo mediático del país, el Grupo Clarín, con el que tuvo buenas relaciones hasta 2007 pero que ahora es el principal objeto de enfrentamiento”.

Más adelante describe: “La batalla tiene aspectos inverosímiles, como que se destine dinero del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales a financiar series de televisión en las que se dará una “versión oficial” de algunos de los litigios en curso con esa empresa.”

Igualmente insólito –relata la periodista- es que, del edificio del Mercado Central y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), controlados por la Secretaría de Comercio, cuelguen desde hace meses carteles, firmados por los trabajadores de los dos centros, en los que se lee: “Clarín miente”.

Fugindo da crise

Otra visión crítica del diario, acerca de la dificultosa relación del gobierno argentino con los medios, la ofreció una nota de opinión que firmó el 4 de noviembre Joaquín Morales Solá en la sección Internacionales del diario El País bajo el título “Un clima hostil para el periodismo independiente”, se describe un clima por demás incómodo para quienes no militan en la prensa oficialista.

En Argentina no hay censura -admite JMS y agrega-, “sin embargo, existe un clima crecientemente hostil para el ejercicio del periodismo independiente o crítico del poder. El Gobierno ha montado una enorme maquinaria de medios adictos, financiados con recursos del Estado, para calumniar, difamar y descalificar a los medios y periodistas no oficialistas. Sectores del Gobierno han llegado, incluso, a usar organizaciones oficialistas para hacer juicios políticos en plazas públicas contra periodistas”.

Entretanto el diario insignia de los Polanco lleva firmados acuerdos que multiplican su presencia con socios locales en la Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana y Miami y mantiene sus delegaciones en Washington y Bruselas y una amplia red de corresponsales (México, Moscú, París, Roma, Londres, Berlín, Lisboa, Jerusalén, Buenos Aires, Teherán y Beijing).

En Latinoamérica, los ingresos operativos de Prisa crecieron un 14,1% el último año y ya alcanzan al 22% del total del Grupo, según los datos proporcionados a la CNMV (Comisión Nacional de Mercados de Valores) durante octubre. Por otro lado, en marzo de este año, El País inició su comercialización en Estados Unidos, en alianza con el Nuevo Herald de Miami.

Mientras nuevos actores se lanzan al negocio de los medios, lejos de moverse con lentitud, Prisa hace honor a su nombre y se apura a escapar de la crisis en Europa buscando ampliar sus inversiones en nuestra región, comenzando por consolidar el posicionamiento de su marca principal: diario El País.