Tuesday, 16 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1283

Um pedido de ajuda ao governo

Con los ojos puestos en el plan de ayuda aprobado hace un mes por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los medios de comunicación españoles han trasladado al Gobierno un catálogo de demandas para sortear la crisis. La recesión publicitaria, con una caída media del 11% el año pasado, ha causado devastadores efectos en el sector.

Con los ojos puestos en el plan de ayuda aprobado hace un mes por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los medios de comunicación españoles han trasladado al Gobierno un catálogo de demandas para sortear la crisis. La recesión publicitaria, con una caída media del 11% el año pasado, ha causado devastadores efectos en el sector. Cada una por su lado, la prensa, la radio y la televisión han planteado al Ejecutivo la necesidad de que adopte medidas para intentar mitigar el daño que está causando el profundo bache publicitario. En un año, los medios de comunicación han dejado de ingresar casi 1.000 millones de euros a cuenta de los anuncios, la principal fuente de ingresos de la prensa y prácticamente la única vía de financiación de la televisión y la radio.

El primer paso para preservar la situación financiera de las televisiones lo dio el Consejo de Ministros en su penúltima reunión con un paquete de medidas que permitirán fusiones entre los operadores. El viernes pasado, el sector radiofónico pidió al Gobierno que deje en suspenso la obligación de emitir en digital.

Desde hace nueve años, tanto RNE como las cadenas privadas que obtuvieron una licencia digital (SER, Cope y Onda Cero, entre ellas) tienen que hacer frente a cuantiosos gastos para emitir en esta tecnología. Entre el operador público y los 12 privados afrontan cada año una factura de 30 millones de euros sólo por poner la señal digital en el aire.

Lo más grave es que esta programación no llega al oyente. ‘Emitimos para las piedras’, se quejan los radiodifusores. La radio digital choca desde su nacimiento contra una barrera tecnológica. Para recibir las señales no sirven los receptores tradiciones, tampoco se pueden captar en los coches y mucho menos en los pequeños transistores. Son necesarios aparatos especiales, costosos, de enorme tamaño y, además, escasos en el mercado. ‘Estamos pagando por una señal que no se oye’, alegan los radiodifusores.

De poco ha servido su reunión con los responsables de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Industria. La Administración contestó el viernes a las reclamaciones del sector con un vago ‘lo estudiaremos’. Cuando falta un año para que expiren las licencias digitales, el Ejecutivo sostiene que las concesiones están sujetas a una serie de requisitos jurídicos y que sería difícilmente justificable suspenderlas por el hecho de que el sector atraviese por una etapa de crisis.

Las radios privadas reclaman también al Gobierno que la nueva Ley General Audiovisual reconozca la figura de la cadena. Hasta ahora, sólo se contempla la de la emisora, ya que la radio tiene en España una dimensión local. Las cadenas, tal y como se conocen, funcionan por asociación de emisoras.

Las radios abogan por la renovación automática de las licencias al expirar los 10 años de concesión. De esta manera, se evitarían conflictos como el de Cataluña y la Cope y las emisoras no estarían expuestas a los vaivenes de los Gobiernos autónomos. Para sanear el sector, las radios comerciales piden mano dura a Industria para que eche el cierre a las 2.000 emisoras que emiten ilegalmente en España.

Sus propias reivindicaciones tienen las televisiones. ‘No pedimos que nos den, sólo que no nos quite’, asegura un directivo de una de las grandes cadenas. Una vieja petición, que ahora recobra impulso, pasa por suprimir la obligación que tienen los operadores privados de invertir el 5% de sus ingresos en la producción de obras cinematográficas. ‘Se puede dar la paradoja de que una cadena cierre el año sin beneficios y sin embargo tenga que destinar parte de sus ingresos a financiar el cine’, sostienen las cadenas comerciales.

También reclaman que las televisiones públicas no emitan publicidad. Su doble mecanismo de financiación (subvenciones e ingresos por anuncios) hace que compitan de forma ‘desleal’ en el mercado. En el último año, la televisión facturó unos 3.000 millones de euros en publicidad. Casi una tercera parte fue absorbida por los canales públicos: TVE acaparó alrededor de 600, y las autonómicas captaron más de 300, según el estudio anual elaborado por InfoAdex.

El descenso de los ingresos publicitarios ha mermado en un 40,2% el beneficio neto de Telecinco (hasta los 211 millones en 2008), mientras que en Antena 3 ha caído el 54,5% (91 millones). TVE calcula que la diferencia entre ingresos y gastos, según una estimación provisional, arroja un déficit de 98 millones.

Además de exigir que dejen de emitir anuncios (TVE ha restringido su cuota, pero no las autonómicas), las televisiones comerciales demandan mecanismos para que se controle el acceso de las públicas a derechos deportivos o cinematográficos y evitar que paguen precios desorbitados, como ha ocurrido con la Liga de Campeones o el Mundial de Motociclismo.

Los diarios, que han visto cómo su publicidad caía más de un 20% en el último año, insisten en la necesidad de que se rebaje el IVA (actualmente en el 4%) y se impulse un plan de fomento de la lectura entre los jóvenes. La presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), Pilar de Yarza, recordó en la presentación del informe de 2009 las medidas adoptadas en algunos países, que van desde ayudas a la difusión, subvenciones al transporte postal y ferroviario o financiación para la modernización tecnológica.

La prensa española mira de reojo el reciente plan del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que contempla duplicar la publicidad institucional que se contrata en diarios y semanarios, ventajas fiscales para los periódicos digitales y subvenciones para que los menores de 18 años accedan de forma gratuita a los periódicos. En Holanda existen también ayudas directas muy significativas para fomentar las ediciones de los diarios en Internet.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, junto al presidente de Telecinco, Alejandro Echevarría (derecha), y al consejero delegado de Sogecable, Javier Díez de Polanco, en la convención de Uteca.

Ayudas para todos

** Radio. Los operadores que tienen una licencia digital (SER, Cope, Onda Cero, RNE, entre ellos) han pedido al Gobierno que suspenda la obligación de emitir en esa tecnología. Les cuesta al año 30 millones de euros.

** Televisión. Los canales privados reclaman que los públicos (TVE y autonómicos) no emitan publicidad, se controlen los precios que pagan por los derechos deportivos o cinematográficos y se suprima la obligación de destinar el 5% de sus ingresos al cine.

** Diarios. Piden que el IVA para la prensa sea cero y un impulso al plan de lectura de periódicos entre los jóvenes.

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Repórter do El País