Thursday, 25 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1284

Tentáculos do polvo abraçam Bolivisión

Rápidamente, los tentáculos del magnate de la radio y de la televisión Ángel González, están extendiéndose hacia América del Sur. Acaba de conocerse en estos días la noticia de que compró el 10% de las acciones de Bolivisión (probablemente más que eso), hasta entonces en manos de una Sociedad de Responsabilidad Limitada montada por Ernesto Asbún, el exdueño del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), antes de fugarse del país. Uno se pregunta cómo puede una persona perseguida por la justicia, seguir haciendo negocios de este calibre.

El empresario de medios Ángel Remigio González, un mexicano afincado en Miami, es un personaje de cuidado. En Bolivia todavía no es muy conocido, pero en Guatemala, donde hizo su fortuna, su influencia en la política es determinante. De ser un simple vendedor de publicidad y de programas de televisión de los canales mexicanos, se ha convertido en dos décadas en un magnate de los medios, comprando en América central, pero más recientemente en América del Sur, numerosos canales de televisión, emisoras de radio y periódicos. Su fortuna se calcula en 2 mil millones de dólares.

Sus primeras adquisiciones fueron en Guatemala en 1981 y 1982, donde se hizo con varios canales de televisión en momentos en que el país vivía bajo las más sangrientas dictaduras militares impuesta por la CIA. Es obvio que las operaciones comerciales de González contaron con el apoyo de los dictadores de turno, los Generales Romeo Lucas García y Efraín Ríos Montt, responsables de masacres de decenas de miles de guatemaltecos, en su mayoría indígenas mayas. A cambio de los favores que siempre obtiene del poder político, Ángel González pone al servicio de los que gobiernan sus redes de medios de (des)información.

Es tal su influencia sobre la política guatemalteca, que cada vez que se avecinan las elecciones generales, como este año, los candidatos a la presidencia peregrinan a Miami para obtener la venia de González, quien les otorga entonces publicidad gratuita en sus canales de televisión y en sus emisoras de radio. Este año fue visitado, entre otros, por Álvaro Colom, el candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que posa como ‘de izquierda’, pero que está presto a negociar con cualquiera con tal de llegar a la presidencia de Guatemala. Colom declaró: ‘Me reúno con él casi cada tres meses…’ Los encuentros con políticos de Guatemala, y de otros países, se realizan en Miami en el restaurante Linda B, también de González.

El monopolio de la televisión guatemalteca en manos de González es casi absoluto: 4 de los 5 canales le pertenecen, y con ellos mantiene al país desinformado, o medianamente informado de acuerdo a los intereses de quienes protege. Los gobiernos guatemaltecos lo han favorecido siempre a cambio de sus favores. El hecho de que posea 4 de los 5 canales de televisión sería argumento en cualquier país para que se aplique una legislación anti-monopolios, pero no en Guatemala, el país de los monopolios por excelencia.

Las dimensiones del imperio mediático que ha creado González, ‘Televideo Services Inc.’, son insospechadas. Ya que en muchos casos utiliza ‘palos blancos’ para adquirir nuevas propiedades, no se tiene información fidedigna de todo lo que posee, pero de acuerdo a sus propias declaraciones, es dueño en Guatemala de los canales 3, 7, 11 y 13; en Nicaragua los canales 4 y 10; en Costa Rica los canales 4, 6 y 11; en Perú los canales 9 y 13; en Ecuador los canales 4 y 5; en Paraguay los canales 5 y 9; en Chile los canales 4 y 2; en República Dominicana no es el propietario, pero sí quien programa los canales 2 y 11; en el sur de México tiene el canal 9 en Villa Hermosa, Tabasco, y el 12 en Tenocique, en este mismo estado; el canal 5 en Tuxtla Gutiérrez; el 4 en Tapachula, el canal 9 en Coatzacualco, Minatitlán, Estado de Veracruz. En Guatemala es dueño de 11 estaciones de radio, encabezadas por la enorme red de Radio Sonora; en Nicaragua, 4; en Guayaquil, Ecuador, tiene 7 radiodifusoras; en Quito, 5, y en Costa Rica, 6.

El pasado mes de enero adquirió en Argentina por US$ 30 millones de dólares el 80% de las acciones del Canal 9, y ahora concretará en mayo la compra de Bolivisión. Se sospecha que ha utilizado testaferros para comprar canales de televisión en países como Chile (Red TV) y Perú (Canal 9). Según el periodista Francisco Reséndiz, a González lo llaman ‘El Fantasma’, por el sigilo con que lleva adelante sus operaciones de compra.

Dice Reséndiz que en sus negocios no ha dudado en aliarse a personajes de dudosa trayectoria, perseguidos por la ley, como Alberto Fujimori, Alfonso Portillo (expresidente de Guatemala), Vladimiro Montesinos y Margarita López Portillo, hermana del ex presidente mexicano. Estos se añaden a los dictadores guatemaltecos antes mencionados, y a todos los que desde el poder le han brindado sus favores, en varios países de nuestra región.

De acuerdo a lo que publica Reséndiz, Angel Gonzalez –quien nació en Monterrey en 1941- estuvo preso en México el año 1987, y de allí se fue a Miami, donde obtuvo la nacionalidad estadounidense. Algunos de sus críticos sostienen que para realizar sus compras opera a través de empresas ‘fantasma’ que establece en paraísos fiscales de Bahamas y Panamá. Un empresario de televisión peruano, Delgado Parker, lo califica como ‘un hombre sin escrúpulos’, y agrega: ‘nunca ha comprado un canal por las buenas’.

Cuando el próximo 24 de mayo, según está previsto, este ‘Ángel’ imperial ponga los pies en tierra boliviana, esperamos que los periodistas –aún aquellos que no creen en el derecho a la comunicación- y la ciudadanía hagan escuchar su protesta, y que el gobierno manifieste, de alguna manera, su repudio ante la penetración del dudoso empresario en los medios y seguramente la política de nuestro país.

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Jornalista, escritor, poeta e cineasta, especialista em comunicação para o desenvolvimento