Tuesday, 19 de March de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1279

Gaza: a condenação da Unesco

El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, deploró hoy los ataques perpetrados contra instalaciones periodísticas en Gaza y condenó el asesinato del periodista Basel Faraj, que falleció el 6 de enero de 2009 como consecuencia de heridas recibidas cuando realizaba su trabajo de reportero.

El Director General recordó la resolución 1738 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de 23 de diciembre de 2006, que prohíbe los ataques contra periodistas y contra instalaciones de los medios de comunicación. Matsuura se refirió también a la resolución 63/100 A-B de la Asamblea General de la ONU, adoptada el 5 de diciembre de 2008. En ella se pide a los Estados Miembros que reafirmen su compromiso con los principios de la libertad de prensa y de la libertad de información y se enfatiza la importancia de garantizar la diversidad de fuentes y el libre acceso a la información. Así, Matsuura, pidió a las autoridades israelíes que permitan a los profesionales de los medios locales e internacionales informar sobre la situación en la zona.

Por último, en su condena del periodista Basel Faraj, el Director General aseguró: ‘Basal Faraj ha pagado con su vida su dedicación a la profesión’. Matsuura subrayó después la importancia de respetar el derecho de los periodistas de ejercer sus deberes profesionales y mantener al mundo informado sobre lo que está ocurriendo en Gaza.

Basel Faraj era camarógrafo de la cadena de televisión argelina ENTV y de la Palestine Broadcast Production Company. Herido en un ataque aéreo israelí el 27 de diciembre, falleció el 6 de enero. [París, 11 de enero]

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La UNESCO es el único organismo de las Naciones Unidas que tiene el mandato de defender la libertad de expresión y la libertad de prensa. El Artículo I de su Constitución declara que la Organización se propone ‘asegurar el respeto universal a la justicia, a la ley, a los derechos humanos y a las libertades fundamentales que sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, la Carta de Naciones Unidas reconoce a todos los pueblos del mundo’. Para lograrlo, la Organización debe fomentar ‘el conocimiento y la comprensión mutuos de las naciones prestando su concurso a los órganos de información para las masas’ y recomendar ‘los acuerdos internacionales que estime convenientes para facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen…’