Saturday, 27 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1285

Josep M. Casasús

‘Cuando en el diario se cometen patinazos relacionados con aviones ‘aterrizan’ en el despacho del defensor del lector un número bastante elevado de protestas y peticiones de rectificación.

Los asuntos relacionados con la aviación interesan particularmente a muchos de los lectores que se comunican habitualmente con su defensor en ‘La Vanguardia’.

Un error en la identificación de un modelo de avión que aparezca en una imagen motiva llamadas y cartas documentadas.

Este es el caso del pie de una foto del escritor Antoine de Saint-Exupéry que encabezaba la página 36 de la edición de ‘La Vanguardia’ de 8-9 de abril de este año. Desde aquel mismo día telefonearon y escribieron lectores que han aportado todo tipo de datos que contradicen la leyenda explicativa que aparece en el diario al pie de la imagen.

Esta semana, por correo postal, recibí del lector Eduard Rohaut pruebas gráficas del error. Este lector se había brindado a enviarlas después de anticiparme por teléfono que el avión que aparece detrás de la figura de Saint-Exupéry es lo menos similar a un Lockheed P-38 Lightning que había visto en su vida, al contrario de lo que afirmaba el pie.

Nos precisa Rohaut: ‘En un Lockheed P-38 Lightning, en su versión desarmada y de reconocimiento fotográfico cayó al mar Antoine de Saint-Exupéry (Saint-Ex para los amigos)’. El mismo lector concreta que, en cambio, el avión que aparece en la foto junto al escritor y aviador es un monomotor con cilindros a la vista y con el tren de aterrizaje fijo, modelo muy distinto del último aparato que pilotó Saint-Exupéry.

Otro lector, Camil Busquets i Vilanova, describe más detalles en su carta electrónica: ‘El avión que aparece en la foto detrás de AdSE no es un P-38 Lightning, sino un avión mucho más antiguo. Se distingue claramente un tren fijo, un motor radial sin capó de ninguna clase y parte de un arriostrado, cuando el P-38 era un caza bimotor mucho más aerodinámico que el de la foto y con tren retráctil’.

Las observaciones de algunos lectores en esta materia son, como les he anticipado, muy precisas. En este sentido el lector Enric Aureli Mateu Díez, de Barcelona, añade que el avión que sale en esta foto es de la época en que Saint-Exupéry volaba para la Aeropostale. Completa esta información con otro argumento: ‘También por el aspecto físico del escritor (más joven) y su indumentaria (no viste ropa militar) ya se ve que es una foto mucho más antigua’. Pruebas evidentes.

El lector Miquel Civil, también mediante un mensaje electrónico, aporta otros datos: ‘Saint-Exupéry aparece en esta foto de ‘La Vanguardia’ delante de un trimotor de comienzos de los años 30 y no de un P-38…’.

Con todos estos datos abrumadores, y a instancias de estos lectores y de otros que todavía esta semana me han facilitado los mismos datos, he indagado el origen de este lapsus que tanta expectación ha despertado.

La foto afectada, insertada en la sección de Cultura del diario en unas fechas clave de la operación de mudanza de la redacción, ilustraba una información de la agencia francesa Afp relativa a la aparición de restos del avión en que se estrelló Saint-Exupéry el 31 de julio de 1944, hace casi 60 años.

Es una foto de archivo suministrada desde la misma agencia Afp el pasado día 7.

El pie de foto, entregado por la agencia junto a la imagen, indujo al error cometido en el pie que salió en ‘La Vanguardia’. El texto original, escrito en inglés, describe que Saint-Exupéry posa delante de ‘su avión’, y a renglón seguido explica que este escritor pilotaba un Lockheed Lightning P-38 cuando se perdió su rastro cerca de la costa francesa del Mediterráneo.

El lector Camil Busquets apostilla su carta de advertencia con esta observación compartida por otros: ‘No deja de ser curioso –o sumamente triste para algunos– comprobar el despiste que suele existir por las redacciones respecto a temas militares’.

OTRO COLETAZO de los supuestos duendes de la mudanza de sede de la redacción de ‘La Vanguardia’: en la portada del 14 de abril salió un subtítulo con una preposición aberrante. Rezaba: ‘Bush, dispuesto en enviar más tropas,…’. El lector Carlos Ruiz Badia dice: ‘Creo que lo correcto hubiera sido escribir ‘dispuesto a’ y no ‘dispuesto en’. El lector José Alberich Corts añade: ‘Si un mal uso de las preposiciones ocurre en la letra pequeña, se suele hacer la vista gorda y, aunque un error duela, se sigue leyendo, pero no es posible, en este caso, hacer la vista gorda’. De acuerdo. Piden indulgencia.’