Friday, 19 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1284

Josep Maria Casasús

LA VANGUARDIA

"Somos ?buscadores de setas? en el diario", copyright La Vanguardia, 15/6/03

"Los buscadores de setas, los ?boletaires?, son personas dotadas de una aptitud innata para fijarse en los pequeños detalles del bosque. Es gente que aplica su particular ?teleobjetivo? a la observación de la naturaleza. Los excursionistas contemplativos, en cambio, prestan más atención al panorama. Aplican el ?gran angular?, si seguimos con estas metáforas visuales.

Algunos lectores de prensa ?incluidos sus defensores, por exigencias de nuestra función? somos más buscadores de setas-gazapos que degustadores de todo el paisaje periodístico. Focalizamos más los detalles que el conjunto. Encontramos errores, lapsus y motivos de atención en los más insospechados rincones de la geografía de las páginas.

El lector Lluís Bardés es de los que observa detalles de lenguaje. Llamó el pasado día 3 para preguntarme por el resultado de las indagaciones que me encargó sobre la palabra ?azulgrana?, y para inquirir si era gramaticalmente correcto ese subtítulo sobre las elecciones en el Barça: ?Los precandidatos muestran con sus críticas quién es el hombre que batir?. Me ocupo de ambas dudas.

??Azulgrana? no tiene plural? ?Por qué en ?La Vanguardia? se escribe siempre ?jugadores azulgrana? o ?los azulgrana??

En el borrador de nuevo libro de estilo figura esta explicación en la entrada ?colores?: los colores que toman el nombre de otro término tienen plural invariable: ?cortinas grana?, ?jugadores azulgrana?, ?camisas salmón?, ?calcetines naranja?, ?vestidos verde botella?, ?camisetas azul celeste?.

En la sección de Edición me argumentan esta norma: cuando los adjetivos de color provienen de un sustantivo, son invariables en género y número. Me ponen los ejemplos antes citados, y añaden otro: ?una corbata burdeos?. Asimismo ?me explican en Edición?, para los colores matizados por otro adjetivo o sustantivo rige la misma norma (nos aportan unos ejemplos ya citados: ?vestidos verde botella?, ?camisetas azul celeste?). Y nos aclaran finalmente que los términos rosa, ocre, lila, violeta, aunque provenientes de sustantivos, admiten también la forma plural. Son excepciones a la norma.

Veamos la segunda duda que nos plantea el lector: ?Es correcta la construcción ?hombre que batir? en el subtítulo antes citado? En el libro de estilo de ?La Vanguardia? vigente durante años con carácter experimental se exhorta a evitar las construcciones ?sustantivo + a + infinitivo?. Se dice allí: locuciones como ?hombre a batir?, ?camino a seguir?, ?tema a tratar?, son galicismos. Escribamos mejor ?hombre que batir?, ?camino que seguir?, ?tema que tratar?.

UN ERROR QUE COMBATIR es el que se comete a menudo cuando escribimos, generalmente entre paréntesis, los años de nacimiento y muerte de personas aludidas en una información. El lector Antoni Brugués encontró uno de ellos en la página 15 del suplemento ?Dinero? del pasado 1 de junio. Salió publicado que al día siguiente se subastaban nueve fotografías ?realizadas en 1901 por el novelista Émile Zola (1840-1892)?. Tal vez en un sentido figurado se pueda reinar después de morir, pero seguro que no se puede fotografiar después morir. Zola falleció en 1902, un año después de hacer a su hija Dénise las fotos que salieron a subasta.

El mismo lector, Antoni Brugués, me había advertido que en la página 47 de ?La Vanguardia? del pasado 4 de mayo figuraban estas fechas detrás del nombre del sacerdote italiano Giacomo Alberione: ?(1844-1971)?. Comentó con ironía el citado lector: ??Vivió ese hombre más de ciento veinte años? De confirmarse este dato habría sido el ?capellà més vell del món??.

Es una lástima que se produzcan esos lapsus en la práctica de incluir los datos biográficos esenciales de personajes históricos, puesto que se supone que los citamos con precisión. Un corrector de pruebas de libros me dijo en cierta ocasión que éste es uno de los errores más frecuentes. Él había llegado a una conclusión: cuando el autor de un texto corrige su propio escrito suele concentrarse en las palabras y tiende a ?saltarse? las cifras. No ve ?setas? en el bosque impreso.

Sin embargo, el riesgo de errar no debe inclinarnos a evitar los datos numéricos de precisión histórica. Esta es una de las modestas aportaciones del periodismo moderno. En la prensa antigua no se daban tantos datos. En la incorporación de datos es mejor pecar por exceso que por defecto.

UN EXCESO INVOLUNTARIO: el pasado 2 de junio se repitió una carta del lector P. Feliu Pujol, de Sant Cugat del Vallès. El día 30 de mayo salió en la sección ?Los lectores opinan? (página 2 de Vivir) y tres días después en la sección ?Cartas de los lectores?.

Investigué qué había ocurrido. Me explican en redacción que el cambio de modelo de compaginación operado el 2 de junio en Vivir contribuyó a que se produjera un error humano de coordinación entre dos secciones que incluyen cartas de los lectores.

LOS ACIERTOS de la redacción también debo mencionarlos, si lo pide un lector. Un caso: el reportaje de Robert Fisk ?Saqueadores del Iraq devastado? en ?La Vanguardia? del pasado día 4. Es una obra que sigue la estela de los grandes reportajes de los clásicos del género como Albert Londres y Joseph Kessel. También hay lectores que saborean los grandes paisajes periodísticos.

Uno de ellos, Josep Maria Lucas Alcorta, apostilla en una carta: ?Aunque no sea una tendencia ?moderna?, a mí me gustan las páginas ?con mucha letra?, sobre todo cuando la firma es de categoría, como son muchas de las habituales del diario, corresponsales y colaboradores. Encuentro que en los últimos dos años el diario ha mejorado muchísimo, al menos desde mi punto de vista?."