Friday, 22 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1315

Documento minimiza acontecimentos no Tibete

Reporteros sin Fronteras ha conseguido una copia de un documento, dirigido por Jacques Rogge a todos los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI), en el que establece una estrategia de comunicación sobre la crisis en Tibet y el debate en torno al boicot de los Juegos Olímpicos.

‘Mientas el movimiento olímpico se reúne en Pekín, esperábamos del COI un arranque de valor para pedir a las autoridades chinas que cesen la violencia en Tibet y las violaciones de los derechos humanos en China. Por el contrario, el COI dirige a sus miembros un texto que minimiza los abusos cometidos en China y recuerda permanentemente que el movimiento olímpico no debe mezclarse en asuntos políticos’, ha manifestado la organización.

‘Jacques Rogge tiene que sacar al movimiento olímpico de su escandaloso silencio, que pone en peligro el éxito de los Juegos Olímpicos. El presidente del COI debe llamar a las autoridades al respeto de los compromisos asumidos en 2001, cuando China recibió la organización de los JJOO’, ha añadido Robert Ménard, secretario general de la organización.

Sabotar a liberdade de expressão

El 17 de marzo de 2008, Jacques Rogge dirigió una carta a todos los miembros del COI para informarles de la actitud que deben mantener ante la crisis de Tibet, y las ‘especulaciones en los medios de comunicación’ sobre el boicot. En su introducción, el presidente del COI precisa que los acontecimientos del Tibet son inquietantes pero no pondrán en peligro el ‘éxito’ de los Juegos Olímpicos. Igualmente asegura que ningún gobierno ni organización ‘creíble’ apoya la idea de un boicot.

En ese memorando interno de once páginas, el servicio de comunicación del COI niega cualquier implicación directa del Comité en la resolución de la crisis del Tibet, aunque sí recomienda a sus miembros que manifiesten su preocupación. ‘El compromiso de China en Tibet concierne estrictamente a su política social. Estos temas no se abordan con los países que organizan los JJOO, ni siquiera desde el COI’, señala el documento.

En el documento, el COI proporciona a sus miembros una lista de supuestas mejoras de los derechos humanos en China. La anunciada reanudación del diálogo entre China y Estados Unidos, la firma de un pacto de la ONU sobre derechos humanos (jamás ratificado) y la elección de China para el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, son los ejemplos que expone el COI. ‘En ningún caso, esos tres hechos han tenido efecto directo sobre la situación de los derechos humanos. Al contrario, China utiliza su posición en el Consejo de los Derechos Humanos para sabotear algunas resoluciones en favor de la libertad de expresión en el mundo’, ha precisado Reporteros sin Fronteras.

Curso de formação

Asegurando varias veces que los Juegos Olímpicos sirven de ‘catalizador’ a un diálogo sobre Tibet y su independencia, el COI se niega a implicarse en la crisis, que considera ‘compleja’. ‘El COI comparte el deseo del mundo de que el gobierno chino aporte una solución pacífica lo más pronto posible’, es el principal mensaje que quiere mandar Jacques Rogge añadiendo, en la página siguiente, que el Comité no aborda esos temas con los países que organizan los JJOO.

‘Los manifestantes deberían entender que participan en manifestaciones por su cuenta y riesgo (S). Las actuaciones de las autoridades locales pueden incluir arrestos, detenciones, obligaciones. El COI no interferirá la actuación de las autoridades locales’, precisan los servicios de Jacques Rogge respecto a los movimientos de protesta que puedan producirse al paso de la antorcha olímpica.

Por otra parte, Reporteros sin Fronteras ha sido informada de que el 7 de marzo el COI organizó en Pekín un cursillo de formación, dirigido a los responsables del Comité Organizador de los Juegos de Pekín (BOCOG), sobre la información en tiempos de crisis. ‘A la vista de la propaganda desplegada por las autoridades en la crisis del Tibet podemos dudar de la eficacia de la formación ofrecida por el COI’, ha concluido Reporteros sin Fronteras.

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