A VOZ DOS OUVIDORES
LA VANGUARDIA
"El suspenso de los puntos suspensivos", copyright La Vanguardia, de Barcelona, Espanha, 15/04/01
"Un lector que me pide mantener todos sus datos de identificación en el anonimato me alertó del uso incorrecto de unos puntos suspensivos al final del despiece de una crónica de Andy Robinson, enviada desde Nueva York y publicada en la página 26 del suplemento Dinero del domingo 25 de marzo de 2001.
Son unos puntos suspensivos que corresponden a la eliminación de una frase sustancial. Es una omisión que sustrae al lector una información importante en un asunto sensible, puesto que hace referencia a un comunicado interno de JPMorgan filtrado a ?The Times? y reproducido por ?The Wall Street Journal?. El colaborador de ?La Vanguardia?, Robinson, citó la fuente original.
En el texto que envió y fue publicado se dice que el comunicado interno de JPMorgan daba la siguiente orden a todos los analistas de la entidad: ?La empresa cliente debe ser avisada por adelantado del cambio de recomendación que pretendemos hacer (comprar o vender sus acciones). Si en un momento dado el cliente solicita que se cambie la orientación, el analista debe incorporar rápidamente los cambios solicitados…?. ?Qué frase omitían estos puntos suspensivos? Es la que transcribo a continuación: ?o bien comunicar claramente por qué los cambios no pueden realizarse?. No es superflua.
La opinión del lector que me avisó de esta mutilación textual después de advertirla al comparar la información de ?La Vanguardia? con la de ?The Times? es esta: ?Los puntos suspensivos con que da por terminada la oración deja fuera algo que ciertamente da un carácter muy diferente a la supuesta recomendación de la firma en cuestión?.
Añade este lector que tal como queda ese texto mutilado produce este efecto: ?Da la impresión de que la solicitud del cliente es atendida en su integridad, sin más, por el banco, con lo que realmente la credibilidad de la entidad y sus analistas merecería estar por los suelos?. Y finalmente comenta: ?Del mismo modo que exigimos objetividad a los analistas de bolsa, y es bueno que lo hagamos, debemos hacer lo propio con periodistas y medios de comunicación. Y uno de los requisitos de esa objetividad es no utilizar los puntos suspensivos para evitar esa parte de una cita que quitaría ?gancho? a lo que se pretende decir?. ?Eso ocurrió en este caso?
Puse el caso en conocimiento del redactor jefe de Economía, Manel Pérez, que a su vez pidió explicaciones a Andy Robinson, colaborador de la sección, autor de la crónica y del despiece donde aparece esta oración cercenada.
He llamado a este colaborador en Nueva York para escuchar sus alegaciones. Dice Andy Robinson: ?No recuerdo, pero supongo que transcribí lo que más llamaba la atención que era el ?debe incorporar los cambios…?. Ahora, al volver a leer el original, observo que la frase omitida es importante. Reconozco que fue un error?.
No cabe duda de que es incorrecto sustituir con puntos suspensivos la segunda parte de una cláusula disyuntiva como la que nos ocupa. También lo sería, aunque en menor grado, no poner este signo ortográfico al omitir una frase que aclara otra anterior.
El pasado junio, en una reproducción parcial en ?La Vanguardia? de un texto de la Universitat Pompeu Fabra relativo al uso del catalán se omitieron los puntos suspensivos, hecho que motivó una queja oficiosa.
LA SEMANA SANTA es un buen momento para refrescar la cultura religiosa. Forma parte de la cultura general. La Biblia, concretamente, es un patrimonio de la humanidad. Muchos de sus pasajes han enraizado en la memoria colectiva. Pero citarlos de memoria puede causar errores de atribución.
Este es el caso que señala el lector Jaume de Marcos, de Sabadell. Ha enviado una carta en la que manifiesta su perplejidad por una cita errónea aparecida en una información publicada en ?La Vanguardia? del 5 de abril sobre la conferencia que ofreció George Steiner en la Càtedra d’Art i Cultura Contemporanis de la Universitat de Girona.
En el texto aparecido aquel día se sitúa la frase ?Al principio fue el verbo? en el comienzo del Génesis. No es cierto. Tal como recuerda el lector Jaume de Marcos, esta frase es la que inicia el Evangelio de san Juan.
El Génesis empieza así: ?Al principio Dios creó el cielo y la tierra?. Es, precisamente, una frase muy periodística. Presenta todos los rasgos de un ?lead? directo. Denominamos ?lead? al primer párrafo de los textos periodísticos si condensa la notificación esencial de una información o reportaje.
Este inicio del Génesis, junto con el arranque de algunos relatos de Homero, es una muestra de ?lead? antes de que se inventara el periodismo. Razón de más para tenerlo presente. Los responsables de la sección donde apareció ese lapsus se disculpan.
El lector Eduardo Romero Peralta avisa de otra confusión bíblica. Esta, en ?Qué Más!? (pág. 25, semana 7-13 de abril). Citan a Esaú y Jacob como hijos de Abraham. Dice este lector: ?Un pequeño repaso a la Historia Sagrada (que antes estudiábamos en el colegio) habría sido suficiente para no incurrir en semejante desaguisado familiar?.
SEÑALAR ACIERTOS y comunicar sugerencias también contribuye a la defensa del lector en un sentido amplio y positivo.
Últimamente algunos lectores han añadido a sus comentarios observaciones favorables a la serie ?El Colmado? sobre asuntos de nutrición, al suplemento ?Dinero?, o al tratamiento religioso en ?Viernes de Cuaresma? y en el ?Temas de Debate? dedicado a ?la nueva espiritualidad?. Otros lectores me confían sugerencias muy concretas que comunico a los responsables de la redacción."
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