LA VANGUARDIA
"Saquemos las manchas lingüísticas", copyright La Vanguardia, 9/3/03
"No cabe duda que la riqueza cultural que aporta a una sociedad como la catalana el uso natural, activo, vigoroso, fluido y generalizado de dos idiomas hermanos, hijos de la lengua latina, genera algunas distorsiones y efectos secundarios que deben evitarse.
Entre estos efectos está, por supuesto, el de las dificultades de traducir del catalán al castellano declaraciones de personas que protagonizan la actualidad. Este es el caso señalado el pasado 19 de febrero por el lector Manuel Casanoves i Casals, de Vic.
Me llamó para comentarme que en la página 17 de ?La Vanguardia? del 17 de febrero aparecía un desacierto en el título y en el cuerpo de una noticia, procedente de agencias informativas, relativa a unas declaraciones del conseller de Sanitat, Xavier Pomés.
Rezaba así aquel título: ?Pomés califica de ?bestialidad? la compra de dos millones de vacunas de viruela?. El lector Manuel Casanoves i Casals sostiene que oyó por radio que Xavier Pomés calificaba esta compra de ?bestiesa?. Al citado lector le asiste la razón al considerar que no es acertado traducir ?bestiesa? por ?bestialidad?. Habría sido más correcto, según él, traducir ?bestiesa? por otras palabras, que enumera: tontería, necedad, majadería, bobada o sandez.
En estos casos no es fácil dar con el término exacto. Es necesario, sin embargo, perseverar en la búsqueda del vocablo que refleje mejor el sentido original. Traducir escrupulosamente es un deber de respeto respecto al idioma de destino (en este caso el castellano) pero también respecto al idioma de origen (en este caso el catalán).
Otro efecto secundario negativo de esta necesaria y enriquecedora convivencia lingüística son los errores derivados de lo que el lector Miguel Murillo, de Barcelona, califica de ??contaminación? entre lenguas? en una carta enviada el pasado 6 de febrero.
Este lector me advierte a menudo de este tipo de equivocaciones. Su primera carta es de 28 de agosto de 2002 y desde entonces mantenemos un asiduo y razonable intercambio epistolar, vía electrónica, que promueve gestiones mías en la redacción y, muy concretamente, en la sección de Edición, encargada de velar por la corrección idiomática del diario.
Agradecemos a él y a otros lectores estas observaciones y reconvenciones formuladas con ánimo de colaboración. En esta crónica de hoy incluyo una selección de los casos de contaminación idiomática más frecuentes. Uno de ellos es el uso erróneo en castellano de la palabra ?testimonios? en lugar de ?testigos?. Es un lapsus recurrente en las traducciones del catalán al castellano.
La palabra catalana ?testimoni? referida a las personas equivale a testigo en lengua castellana. El testimonio, en castellano, es la declaración que efectúa un testigo. El lector Miguel Murillo, en una de sus primeras cartas, exponía esta diferencia con concisión: ?En castellano, las personas son ?testigos? y sus palabras son ?testimonios??.
Otro error de la misma naturaleza, detectado por el lector, es el que apareció en un pie de fotografía que rezaba: ?…el candado que barra el acceso a…?. Dice el lector: ?Aun cuando existe una acepción de ?barrar? en castellano que coincidiría con el coloquial ?barrar? en catalán (ver RAE, 1992, pág. 190,1): ?Barrar.- ant. barrear, cerrar o fortificar un sitio abierto?), lo correcto sería haber escrito: ?…el candado que cierra el acceso…? o bien ?…el candado que impide el acceso…?. Cerremos el paso a estos errores.
Sacar por quitar
Uno de los errores de contaminación más comunes y más comentado por el lector es el mal uso del verbo ?sacar? cuando corresponde utilizar el verbo ?quitar?. Señala como ejemplo reciente esta frase publicada en el diario: ?Hay que sacar todas las motos de las aceras?.
Dice el lector: ?En catalán sólo existe el verbo ?treure? para designar dos verbos castellanos: ?sacar? y ?quitar?. Dichos verbos castellanos son los antónimos de ?meter? y ?poner?, y por tanto sólo se puede ?sacar? lo que previamente se ha ?metido?. Yo no puedo ?sacarme? la chaqueta pues la llevo ?puesta? encima de mi cuerpo y no dentro de él; es decir yo me ?quito? la chaqueta y me ?saco? el pañuelo del bolsillo. Pues bien ?meter-sacar? y ?poner-quitar?… ?qué se ha hecho con las motos en las aceras? ?se han puesto encima o se han metido dentro? Conclusión: las motos se ?quitan? o ?retiran? de la acera, nunca se ?sacan? de la acera?.
Saquemos las manchas que afean nuestros idiomas a causa de la contaminación.
El catalán sufre también, por supuesto, los efectos de la contaminación lingüística. El lector Francesc Fuster, de Girona, nos señala un error frecuente en textos escritos en lengua catalana: el uso de la palabra ?medi? en el sentido de ?mitjà?. Dice el lector: ?En castellano sólo existe la palabra ?medio? para referirse a dos conceptos que en catalán se expresan con dos sustantivos distintos: ?medi? (elemento que envuelve una cosa; entorno social, cultural o natural, como en ?medi ambient?, ?medis universitaris?) y ?mitjà? (aquello que sirve para alcanzar un fin; soporte técnico, como en ?mitjà de transport?, ?mitjans de comunicació de massa?)?.
Añade el lector: ?La verdad es que la confusión entre ?medi? y ?mitjà? la cometen algunos políticos en sus declaraciones?.
Que se equivoquen los políticos no es excusa para la prensa. Los periodistas debemos cuidar el uso del idioma que utilizamos en cada ocasión. Éste es también un deber ético debido a que nuestros malos usos lingüísticos cunden como mancha de aceite."