Josep Maria Casasús

"Varios lectores de Madrid llamaron a este defensor el pasado lunes para quejarse por la información que leyeron el día antes, domingo 18 de mayo, en ?La Vanguardia? sobre el concierto que dio Bruce Springsteen la noche anterior en el Estadi Olímpic de Montjuïc.

Emilio Souto fue el único de ellos que me dejó sus señas personales. Por tanto, sólo transcribo su queja. Además, el núcleo de esta protesta coincide con las formuladas por aquellos lectores que no se identificaron.

Escribe Emilio Souto en la carta que ha dirigido al defensor del lector: ??Delirio en el Estadi! o ?delirio en la redacción de Cultura? Le paso a relatar lo que considero una monumental tomadura de pelo al lector, falsas informaciones y una crónica de un concierto que en realidad sólo existió en la mente de la persona que redactó la página 54 del 18 de mayo en ?La Vanguardia? se refiere a la primera edición que llegó a Madrid.

Añade sustancialmente este lector como argumentos de su queja: ?El cúmulo de despropósitos comienza cuando se afirma que el concierto del pasado 17 de mayo no contiene novedades (?no muchas sorpresas?, dice el autor) en relación con el del pasado mes de octubre en el Palau Sant Jordi. En realidad sí hubo sorpresas ya que se produjeron ocho canciones diferentes al repertorio del concierto de 16 de octubre en el Sant Jordi, por tanto no responde a la verdad la afirmación de que no hubo sorpresas?.

El mismo lector aporta estos datos concretos: ?Los temas ?Bakstreets?, ?Cadillac ranch?, ?No surrender?, ?My hometown? y ?Darlington County? son del concierto de Gijón?, y ?se omite que tocó temas como ?Jungleland? (segunda vez en la gira), ?Because the night? (segunda vez), y ?Sherry darling? (estreno mundial en la gira)?.

Más correcciones aportadas por ese lector de Madrid que estuvo en el concierto: ?No es verdad que el cantante alternó temas acústicos y de piano. El caso primero corresponde a los conciertos de Alemania, Holanda y Bélgica, y de los temas de piano en esta segunda parte de la gira no hace los dos temas que solía realizar en la primera parte?.

Unas observaciones finales del lector Emilio Souto, que en este punto coincide básicamente con otro lector, Oriol Buch, que me envió un correo electrónico esta semana: ?Otro despropósito más se produce cuando se afirma que el cantante se dirigió al público en un ?precario castellano? cuando en realidad fue en catalán para presentar el tema ?Empty sky? y de ninguna de las maneras se dirigió al público para presentar el tema ?The rising?.

He pedido explicaciones a la sección de Cultura a propósito de estas quejas después de compulsar los diversos textos afectados.

Antes debo precisar que en la citada edición de ?La Vanguardia? distribuida el pasado domingo en Madrid se publicaron dos piezas relacionadas con Bruce Springsteen. La primera, en la página 54, está escrita en un estilo de crónica, lleva el título de ?Delirio en el Estadi?, y en ella figuran los datos y observaciones objetadas justamente por el lector. No va firmada (la línea de crédito sólo reza: ?Barcelona. Redacción?). La otra pieza, en página 55, rememora las actuaciones del cantante en Barcelona desde 1981.

En la siguiente edición del mismo domingo, que fue la que alcanzó el mayor número de ejemplares, la página 54 ya está ocupada por una crónica firmada por Justo Barranco y en ella no hay, por supuesto, ninguna de las falsedades señaladas por los lectores de Madrid que protestaron con razón por el contenido de los ejemplares a los que tuvieron acceso. Al día siguiente, el pasado lunes día 19, ?La Vanguardia? publicó la correspondiente crítica especializada del concierto, firmada por Ramon Súrio, pieza en la que tampoco hay ningún dato erróneo.

Inserto las explicaciones que el redactor jefe de la sección de Cultura, Llàtzer Moix, aporta a instancias del defensor respecto a aquella primera crónica objetada: ?He recabado datos entre los miembros del equipo de guardia en Cultura responsables de la edición del pasado fin de semana. El horario de cierre de la edición del pasado domingo dejaba un margen de tiempo mínimo para escribir la crónica del recital de Bruce Springsteen. Dado el interés del acontecimiento se optó, excepcionalmente, por esbozar dicha crónica antes de que terminara el concierto, con la información del día y con otras recabadas entre los promotores. La idea era actualizar y ultimar esa crónica con materiales aportados por los tres periodistas de ?La Vanguardia? ?un redactor, un crítico y un fotógrafo? destacados en el concierto. Así se hizo, y fue esta crónica definitiva la que se publicó en el grueso de la edición dominical de ?La Vanguardia?. Por desgracia, ese redactado definitivo no llegó a tiempo para ser incluido en los primeros ejemplares de la tirada. Lo lamentamos y rogamos disculpas por este desajuste?.

Acojo las disculpas. Pero debo objetar que las exigencias de cierre y la necesidad de dejar constancia inicial de un acontecimiento cuyo horario dificulta incluirlo en una primera edición no disculpan las irregularidades descritas en esta crónica de defensor.

A los lectores de esos primeros ejemplares les asiste el derecho de que se les informe explícitamente de las dificultades insalvables de horario. La fórmula clásica de advertir del caso, con frases al estilo de ?en el momento de cerrar esta edición..?, debería usarse sin complejos. La sinceridad y la transparencia están en la base del compromiso del diario con sus lectores. Nunca debe simularse una crónica con hechos previsibles. Es una quiebra del principio de confianza que los lectores depositamos en la prensa."