Reporteros sin Fronteras espera que las autoridades encargadas de investigar el asesinato de Martín Ocampos Páez, director de la radio comunitaria Hugua Ñandú FM, ocurrido el 12 de enero de 2009 en Concepción (Centro), se encuentren pronto en condiciones de presentar los primeros resultados de su búsqueda. La muerte del periodista podría estar relacionada con sus actividades profesionales.
‘Aunque en Paraguay son raros los asesinatos, los periodistas que se atreven a denunciar el narcotráfico y sus colusiones con algunos medios políticos locales, se exponen a altos riesgos. Todavía no se ha establecido el móvil del asesinato de Martín Ocampos Páez, pero debería tenerse en cuenta esta hipótesis. Recientemente, varias organizaciones comunitarias de la región de Concepción se alzaron en contra de los graves abusos cometidos por las autoridades locales con sus miembros, en nombre de la lucha contra el crimen organizado. Una situación que merece particular atención del gobierno del presidente Fernando Lugo, sensibilizado con la causa de las comunidades de base’, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Martín Ocampos Páez se encontraba el 12 de enero en su domicilio de los alrededores de Concepción cuando le asesinaron unos matones. La víctima, director de la radio comunitaria Hugua Ñandú FM, denunciaba frecuentemente en antena la presencia de narcotraficantes en la región y sus presuntos apoyos entre las filas de la policía, incluso del ejército.
O caso Enrique Galeano
Martín Ocampos Páez había recibido amenazas de muerte y su asesinato coincidió con algunos intentos de allanamiento de las instalaciones de su emisora y de Joaju FM, otra radio comunitaria, por orden de la justicia local. Unas operaciones que provocaron brutales actuaciones contra los lugareños, acusados de ‘guerrilleros’ por algunas autoridades judiciales, policiales y militares. Según las organizaciones comunitarias, entre 1989 y 2005 asesinaron en la región a doce campesinos.
Reporteros sin Fronteras se suma a los llamamientos del Sindicato de Periodistas de Paraguay (SPP), la Asociación Paraguaya de Comunicación Comunitaria (Comunica) y la Federación Internacional de Periodistas (FIP), para pedir que se conozca la verdad en este caso. La organización recuerda, a través del caso de Enrique Galeano, de la emisora Radio Azotey que tiene su sede en el mismo departamento, obligado a esconderse en Brasil durante año y medio, la amenaza que suponen los narcotraficantes para la libertad de informar (leer el comunicado del 16 de julio de 2007 – http://www.rsf.org/article.php3?id_article=22944).
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