Saturday, 30 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1316

Ameaçada, rádio comunitária sai do ar

Propiedad de la comunidad hondureña de origen africano (garífuna) de Triunfo de la Cruz, la emisora Radio Faluma Bimetu – Radio Coco Dulce, en español – ha decidido abandonar temporalmente sus actividades el 14 de enero de 2011, ante la amenaza de las autoridades locales y de las fuerzas del orden.

Una delegación del municipio de Tela, a la que acompañaba unos policías, llegó a la comunidad, el 12 de enero de 2011, para imponerle un nuevo patronato a su gusto. Por su parte, la comunidad de Triunfo de la Cruz ya había previsto unas elecciones para el próximo 28 de enero para designar a su patronato. Ante la negativa de las comunidades a aceptar dicho procedimiento, los visitantes amenazaron con quemar a Faluma Bimetu.

Esta amenaza recuerda el incendio criminal que destruyó por completo la emisora el 6 de enero de 2010. Junto con la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc) e International Media Support (IMS), Reporteros sin Fronteras colaboró en la reconstrucción de Radio Faluma Bimetu (escuchar también: http://www.agenciapulsar.org/audios).

Dez jornalistas assassinados

La comunidad garífuna se opone desde hace mucho tiempo a unos proyectos inmobiliarios en la zona atlántica y lo manifiesta a través de sus pequeños medios de comunicación. Ha aumentado la persecución contra Radio Faluma Bimetu desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. Alfredo López, uno de sus principales locutores, fue secuestrado por el ejército y la policía el 12 de agosto de 2009. La situación es similar para el conjunto de los movimientos sociales o comunitarios y sus soportes de expresión, por supuesto sin tener en cuenta la Convención Americana de Derechos Humanos, ni tampoco aplicar las medidas ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Así pues, el 5 de enero de 2011, dos individuos vestidos de uniforme de técnicos del Servicio de Medición Eléctrico de Honduras (Semeh) irrumpieron en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) en La Esperanza (noroeste de Tegucigalpa). Amenazantes con las personas presentes, los asaltantes, que pretendían trabajar para el Estado hondureño, cortaron la luz del local. Las radios comunitarias Guarajambala y La Voz Lenca dejaron enseguida de emitir. En la región de Zacate Grande (Sur), el acoso sigue contra la radio del mismo nombre y la comunidad que le permite existir, en conflicto con el magnate de la agroindustria, Miguel Facussé Barjum.

‘La lucha contra la impunidad pasa no sólo por el esclarecimiento de los diez asesinatos de periodistas cometidos en 2010, tal como declaró hace poco el gobierno mientras que tardan en darse los resultados de las investigaciones. Es también obvia la necesidad de proteger realmente a los medios de comunicación minoritarios y a sus representantes, en particular a las víctimas de represalias relacionadas con el golpe de Estado. Las frecuencias de las radios comunitarias atacadas se deben restablecer sin más demora’, declara Reporteros sin Fronteras.

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