Terceira e última
parte do texto preparado por Rosa María Alfaro Moreno, da Veeduría Ciudadana de
la Comunicación Social, do Peru, como contribuição para os debates no
Colóquio Latino Americano de Observação da Midia.
De una agenda pública
a la deriva hacia un compromiso con el desarrollo y la
democracia
Sabemos que los medios
al circunscribirse al campo simplista de la oferta barata que guste esperando la
reacción del supuesto consumidor en términos de sintonía o compra, no sólo
descuidan al interlocutor sino que no se involucran como actores responsables de
las urgencias sociales y democráticas que toda sociedad requiere destacar para
transformarse. El mejorar, avanzar o desarrollar no constituye un interés
significativo y permanente para los medios, sea cual fuese su orientación
política. Rara vez admiten sus errores. Sin embargo, la idea de crecimiento
centrada exclusivamente en el nivel macroeconómico está siendo trabajada y
ratificada por ellos en sus emisiones cotidianas, como aspecto más que
suficiente y sin explicación alguna. Menos aún se debate la relación entre
poderes nacionales y globales, a propósito por ejemplo de los tratados de libre
comercio. Por ello, hasta hoy más cumplen una función noticiosa de estruendo que
ensordece colaborando con una línea negativa de futuro, sin hacer visible la
complejidad de los problemas que vivimos y la urgencia de una voluntad política
de cambio de muchos actores.
Cuando desde los
observatorios se detectan sólo temáticas a partir de noticias, hay que sopesar
si éstas son suficientes para desarrollar una agenda pública social y por qué
nuestros medios no logran hacerlo. Hay que identificar cómo es que se construyen
tales incompetencias. Es decir, definir qué es lo que se está perfilando, por
qué no pueden colaborar con el cambio y cómo se debería articular un hecho
noticioso con el desarrollo que requerimos con respecto a los principios de
justicia, libertad y solidaridad. Habría que preguntarse, además, cómo la propia
comunicación está siendo entendida por los medios, diferenciando a unos de
otros. Y desde qué tipo de desarrollo se está hablando a la ciudadanía. Este
ingreso menos centrado en datos y más reflexivo ayudaría a que se vean sus
propias incapacidades y lo que debieran aprender los profesionales de la
información o del entretenimiento. Análisis que debiera ser transferido a los
centros de enseñanza referidos a la comunicación y el
periodismo.
Los observatorios para
ser útiles deben ubicarse igualmente en el campo de la democracia desde su
sentido ético, involucrándola tanto en información como en entretenimiento. Ello
significa detectar cuándo se promueve comportamientos discriminatorios o si hay
ausencia de respeto por los derechos humanos o si se resalta o no la importancia
de las responsabilidades de ciudadanos y autoridades ante la sociedad.
Requerimos de mayor equilibrio entre independencia y poder político cuyas
actuales vacilaciones no se están buscando al limitarse sólo al análisis de
mensajes y no a otros aspectos como por ejemplo la recepción de dinero durante
procesos electorales. Es importante que los observatorios emigren a otros campos
de la gestión, como del proceso de producción o los funcionamientos del sistema
cotidiano de emisión, con sus respectivos sustentos económicos. Debieran
ubicarse los enredos y trivialidades, las exageraciones y afirmaciones
superficiales, la ausencia de distinción entre lo importante y lo que no lo es,
entre lo que se debe resolver ya o después, entre lo que se dice y lo que
realmente es, entre las necesidades de primera urgencia de las segundas. Es
decir proyectar cómo debiera ser una oferta de calidad para que la propia
democracia sean analizada y debatida, para saber qué corregir o cambiar. Es
indispensable que una sociedad se vea a sí misma y vaya resolviendo sus
problemas referidos a la confrontación entre autoritarismo/ populismo versus
democracia/debate y participación, entre otros
temas.
Así no basta comprobar la
evasión existente del tratamiento de los problemas de una sociedad asumiendo su
rol de forjar agendas, intereses y debates públicos, lo que ha llevado a una
suplantación de actuaciones con respecto al Estado y la sociedad civil. Sin
embargo las experiencias de periodismo cívico practicadas en Colombia y Perú. O
las de periodismo social en Argentina, nos permiten ver que es urgente un cambio
en la definición del periodismo con respecto a su compromiso con la democracia y
la problemática social[23].
Regulación y
autorregulación: los medios en la escena
pública
En vías de asumir la responsabilidad social de
las empresas mediáticas, tan predicada y poco practicada, hoy empiezan a
levantarse experiencias de construcción de bases legales que son las únicas
posibles de implementar en una sociedad democrática que no admite censura previa
ni limitaciones a la libertad de expresión con sentido ético. La regulación es
fundamentalmente ello: bases legales o leyes que delimiten el terreno de
derechos y responsabilidades generales en la convivencia democrática, de tal
manera que no colisionen los derechos de unos con los de los otros. Esta tarea
debe extenderse a todo el continente. Además cada cierto tiempo debe ser
readecuada y con mayor participación ciudadana, de manera creciente.
Hasta hoy no hemos
comprobado la existencia de observatorios dedicados a monitorear el
comportamiento legal de los medios teniendo como base leyes específicas referidas a medios y
otras más generales, incluidas las constituciones. Sí son documentos legales
elaborados por ejemplo por alguna institución tipo Defensoría del Pueblo, a
partir de algún informe. La transparencia económica es también necesaria, tanto
en medios estatales como privados. Y debe ser conocida por todos. De esta manera
se podrá vigilar no sólo los contenidos
y discursos de los medios sino el cumplimiento de principios y
reglamentos legales existentes, incluso desde allí se pueden definir nuevos
planteamientos. De allí que en diversos países se haya luchado o se está
presionando actualmente para que existan leyes sin políticas de censura, como ya
se ha logrado en Colombia y Perú[24]
Una vez construidas
estas bases legales se debe dar paso a la autorregulación, que es una especie de
adecuación de cada medio a las mismas. Otro aspecto también posible de
monitorear. Las metodología a decidir por cada medio o empresa son múltiples,
como los códigos de ética, especialmente aquellos participativos que permiten
que éste sea como un pacto social interno de compromiso con la sociedad en la
que operan. Igual están las
defensorías de lectores, televidente y oyentes, muy escasas en el continente. Y
que los propios monitoreos pueden servir a los medios para contrarrestar la
intención informativa o de entretenimiento y sus resultados, observados por
especialistas y también por los ciudadanos. Para ello, los observatorios deben
ser parte de una política integral de transformación mediática e insertarse en
ella, pues tales experiencias no sirven por sí
solas.
Estamos ante un camino
que se abre y bifurca en diversos sentidos particulares pero en una misma línea:
hacer que los medios respondan con responsabilidad a los problemas sociales y
políticos que vivimos para resolverlos de manera participativa, convirtiéndolos
en los grandes foros públicos que marquen nuestras nuevas rutas éticas,
estéticas/culturales y políticas.
Observatorios en
funcionamiento 2,006[25]
Nombre del | País | Instituciones | Inicio/continuidad |
1. Agencia de noticias | Brasil, | ANDI, | 1992, |
2. Observatorio Da Observatorio de la | Brasil, Sao Paolo | Instituto para el | 1996, |
3. Observatorio | El | PROBIDAD y | No está operativo |
4. Monitoreo de | Perú, | Calandria, ONG y | 1997 inicial, 1999 con |
5. Observatorio de | Colombia | Universidad la | 1,999, |
6. Observatorio de | Colombia | Pontificia Universidad | 1999. |
7. Observatorio | Guatemala | Asociación | 2,001 |
8. Observatorio global | Venezuela | ONG: comunicadores, | 2,002, |
10. Semáforo | Perú. | Asociación Nacional de | 2,003 |
11.Observatorio | Colombia | Universidad Pedagógica | 2,003, |
12. Observatorio | Argentina | Unión de Trabajadores | Falta |
13. Foro de periodismo | Argentina | FOPEA: profesionales y | 2,003 |
14. Proyecto Antonio | Colombia | Fundación Antonio | 2,003, no es |
15. Observatorio de | Colombia | Universidad de | |
16.Observatorio | | Universidad de Sao | 2,004 |
17. Observatorio de | Colombia | Universidad Santiago | 2,004 |
18. | México | Instituto Tecnológico | 2,004 |
19. Observatorio | Bolivia | ABOCCS, | 2,005-2,006 |
20. Observatorio de | Guatemala | ONG: | Experiencia anterior |
[1]
Diversos autores fueron pioneros de esta producción teórica, tales como Jesús
Martín Barbero, Néstor García Canclini, José Joaquín Brunner, Renato Ortiz,
entre otros.
[2] Ver MARTIN Barbero Jesús.
“De los medios a las mediaciones”. Convenio Andrés Bello. Bogotá
1998
[3] Analizado por Alfaro
Rosa María en “Culturas Populares y Comunicación Participativa: En La Ruta de
las Redefiniciones” editado por varias revistas colombianas y argentinas.
Aparece en un libro español: “Cultura popular, Industrias Culturales y
Ciberespacio” de la UNED, Madrid 2,003, cuyos editores fueron: Roberto Aparici y
Víctos Manuel Marí Sáez..
[4]
Expresada en los derechos humanos legitimados, la lucha contra la discriminación
y la desigualdad, la relevancia de la equidad en diversos campos. La propia
defensa de la libertad de expresión se incluye.
[5] Observarlo en el texto “Veedurías y
Observatorios. Participación Social en los medios de Comunicación”. Ediciones La
Tribu y Frederich Ebert Stiftung. Proyecto Latinoamericano de Medios de
Comunicación. Buenos Aires 2,003.
[6] Como en Bolivia a propósito
de lo electoral 2,005 o en Perú
cuando se recobra la democracia en el año 2,000, siendo las radios educativas y
comunitarias grandes colaboradoras de un movimiento social
mayor.
[7] Ver el cuadro
correspondiente al final del presente texto
[8] REY Germán. “VER DESDE LA
CIUDADANÏA. Observatorios y veedurías de medios de comunicación en América
Latina. En “Veedurías y observatorios..” Op. Cit. Pág
12.
[9] Los
referidos a derechos humanos, a presupuestos participativos locales, las
iniciativas legislativas ciudadanas, las leyes de acceso a la información, la
derogatoria de autoridades municipales en ejercicio, marchas, manifestaciones,
entre otras.
[10]
Como lo prueba, HERRERA Damas
Susana. “Retrato en diez rasgos de
los observatorios de medios en América Latina”. Sala de Prensa. WEB para
profesionales de la comunicación iberoamericanos. www.saladeprensa.org/art638.htm.
12-10-05. pág11.
[11] En el
Perú el Consejo de la Prensa que agrupa a varios periódicos tuvo un actuación
relevante en relación con otras instituciones como por ejemplo La Defensoría del
Pueblo.
[12] Ver “Hacia nuevas rutas éticas en nuestros
medios. Historia de la campaña ciudadana sobre la ley de radio y televisión”
Veeduría Ciudadana de la Comunicación y Asociación de Comunicadores Sociales
CALANDRIA.Lima 2,005
[13] Asociación Iberoamericana de Derecho
de la Información y de la Comunicación ( AIDIC )
[14] GRAMAJO José Luis.
“observatorio ciudadanos: caso de la Asociación DOSES, Guatemala”, en “La
Relación Sociedad/Medios en el marco de la Reforma de Estado en México”. México
2,004. Universidad Autónoma Metropolitana Autónoma Metrpolitana, desde la Unidad Xochimilco. Ciudad de México
2,004.
[15] “El
Conflicto Armado en las páginas de El Tiempo”. Dirección de Responsabilidad
Social. Casa Editorial El Tiempo. Bogotá 2,003.
[16] Como
www.saladeprensa
[17] Ver “Calidad informativa y
cubrimiento del conflicto” Proyecto Antonio Mariño. Bogotá 2,003; La verdad
herida”, una radiografía de los riesgos y problemas de los periodistas
colombianos para cubrir el conflicto armado, Proyecto Antonio Mariño. Bogotá
2003.
[18]
Organización mundial de
comunicadores cristianos, quien hace años implementaba observatorios una vez al
año y a escala mundial, experiencia que quedó paralizada algunos años y ha
revivido en enero de 2,005, los resultados aún no han sido publicados. Ver
informe Media&Gender Monitor, 2,005 de
WACC
[19] Hay en ese sentido una
bibliografía al respecto:
–ALFARO Rosa María y
MACASSSI Sandro “Seducidos por la tele. Huellas educativas de la televisión en
padres y niños”. A.C.S. Calandria. Lima
1995.
-ALFARO Rosa María,
AMPUERO Francisco, MACASSI Sandro y QUEZADA Alicia. “Los niños Te Ven y ¿qué
ven?.”. Veeduría Ciudadana de la Comunicación social, UNICEF y Comisión Nacional
por los Derechos de los Niños, las Niñas y los Adolescentes. Lima
2,002.
-ALFARO Rosa María y QUEZADA Alicia. “Atrapadas
sin salida. Imágenes de mujer y de pareja en las telenovelas y la publicidad”.
Veeduría Ciudadana de la Comunicación, WACC. Lina 2,003.
-ALFARO Rosa María y
QUEZADA Alicia. “Atracción Fatal. Gritos y susurros de género en la pantalla
peruana”. Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social. Lima
2,005
[20] MARTIN BARBERO Jesús. “El
Proyecto: Producción, Composición y Usos del melodrama Televisivo” en Televisión
y Melodrama. Tercer Mundo Editores. Colombia 1992. Página
30
[22]
Ver algunas de ellas en ALFARO M.
Rosa María: “Ciudadanos de a de veras. Una propuesta de vigilancia de la gestión
pública, desde un enfoque comunicacional”. Calandria, 2003, DFID del Reino
Unido, ACDI y EED. Segunda edición.
[23] “La salud un asunto
público. Experiencias universitarias de Periodismo Cívico”. Serie: Comunicación
en Salud. Consorcio de Universidades. Lima 2,005.
[24]
En este caso en el Perú
se presento una iniciativa legislativa ciudadana referida a una ley de radio y
televisión, la que fue aprobada en julio del 2,004 por el Congreso y el Ejecutivo. Ver textos: “Hecha la trampa,
hay que instaurar la ley. Reflexiones y propuestas legales para radio y
televisión”. Veeduría Ciudadana y British Council. Lima 2,003; además de la ya
citada “Hacia nuevas rutas éticas…”.
[25]
La mayoría de la
información obtendida ha sido gracias a la doctora Susana Herrera, docente e
investigadora de La Universidad de Piura, en Perú quien prepara actualmente un
libro sobre el tema de los observatorios. Además de los libros citados y
búsquedas en las WEBs. También se obtuvieron datos y reflexiones de la
asistencia a eventos latinoamericanos o
nacionales,.