Friday, 22 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1315

As sombras de um complô

¿Qué pasó el 14 de mayo en el hotel Sofitel de Nueva York? El periodista de investigación estadounidense Edward Jay Epstein, de 76 años, que ha tenido acceso a las cintas grabadas por las cámaras de seguridad del hotel y a la lista de llamadas telefónicas incluidas en el informe policial, ha reconstruido minuto a minuto las horas que acabaron con la detención del entonces director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de violar a la camarera guineana Nafissatou Diallo y luego exonerado.

El reportaje de Epstein, un especialista en teorías de la conspiración desde el asesinato de John F. Kennedy en adelante, se publica hoy en The New York Review of Books, y pone el acento en algunas zonas de sombra que insinúan que DSK pudo ser víctima de una trampa o de un complot político, tal y como sugirió al volver a Francia el exdirigente del Partido Socialista francés y entonces máximo favorito para las presidenciales de 2012.

La reconstrucción de Epstein afirma que el móvil de DSK, la famosa Blackberry que creyó haber olvidado en el hotel, había sido “pinchado”, y basándose en el testimonio anónimo de una amiga del político añade que un mail enviado por DSK a su mujer, Anne Sinclair, llegó hasta la sede de la UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, su gran rival en las elecciones. Ayer, el líder de la UMP, Jean-François Copé, negó tal extremo y calificó el reportaje como “un montaje burdo, muy burdo”.

El texto revela que las cámaras del hotel grabaron a un ingeniero del Sofitel “bailando de alegría” en un aparte durante tres minutos con otra persona no identificada tras confirmar que la camarera había mantenido una relación sexual con el político. Accor, el grupo francés dueño del Sofitel, dijo ayer que es “falso” y anunció medidas legales contra Epstein.

Aunque acabó siendo liberado de los siete cargos presentados contra él, porque el fiscal dudó finalmente de la palabra de Diallo, DSK se retiró de la política a raíz del escándalo. Otra investigación policial ha implicado a DSK en una red que supuestamente le llevaba prostitutas a París y EE UU. Sigue un resumen del reportaje de Edward J. Epstein:

– Mañana del 14 de mayo. Strauss-Kahn descubre que tiene “un serio problema” con uno de sus teléfonos móviles, el que suele llamar “la Blackberry del FMI”. El aparato, que utiliza para mandar y recibir mensajes personales y profesionales, parece haber sido pirateado. Una amiga de DSK, que trabaja temporalmente como documentalista en el partido de Sarkozy, le envía un mensaje para prevenirle de que “al menos uno de sus mails privados, recientemente enviado desde la Blackberry a su esposa, ha sido leído en las oficinas del partido en París”.

– 10.07 horas. Inquieto, DSK telefonea a su mujer desde esa Blackberry. “Durante la conversación, le dice que tiene un gran problema”, y le pide que contacte con Stéphane Fouks, dueño de la agencia Euro RSCG, la empresa que lleva la comunicación de DSK desde 2007. DSK le dice a Sinclair que le diga a ese “amigo” que quiere que un experto examine la Blackberry y el Ipad en París.

– 12.06-12.07. Nafissatou Diallo, que trabaja desde hace tres años como camarera en el Sofitel, entra en la suite ocupada por DSK. Según declara este a la policía, sus maletas están ya en la entrada de la habitación. “Normalmente”, anota Epstein, “el personal no entra en una habitación para limpiar si el cliente está todavía en ella”. Para explicar los siguientes seis o siete minutos, Epstein se remite al informe del fiscal de Nueva York, que evoca una “relación sexual apresurada”.

– 12.13. Strauss-Kahn telefonea a su hija Camille, con la que tiene una cita para almorzar, y le dice que quizá llegue tarde.

– 12.26. Diallo entra en la habitación 2.820, situada a unos metros de la de Strauss-Kahn. Según Epstein, ha entrado en ella varias veces a lo largo de la mañana: “¿Había alguien en esa habitación antes y después de su encuentro con DSK? ¿Si es así, qué hacía allí? En todo caso, ¿por qué Diallo negó que había entrado en esa habitación? Interrogado por los abogados de DSK, el grupo Accor se negó a responder a esas cuestiones”. Ayer, Accor hizo saber que en esa habitación había “un cliente”, pero no reveló su identidad por respeto a su privacidad.

– 12.28. DSK deja el Sofitel en un taxi en dirección al restaurante McCormick & Schmick's, en la Sexta Avenida. Según las cámaras del local, llega media hora más tarde. A las 12.51, su Blackberry está desconectada y el sistema de geolocalización del aparato desactivado, según los archivos de la compañía. Epstein precisa que solo un accidente o un técnico puede poner un teléfono fuera de servicio de esa forma.

– 12.52. Diallo acude a los servicios de seguridad del hotel. A las 13.03, John Sheehan, un experto en seguridad que se identifica en LinkedIn como director de la seguridad en Accor, recibe en su casa una llamada del Sofitel y sale hacia allá. Según Epstein, Sheehan llama por el camino a sus superiores jerárquicos. Uno de ellos es René-Georges Querry, antiguo miembro de la brigada antimafia francesa, que ha trabajado en el pasado con “Ange Mancini, coordinador nacional de Información del presidente Sarkozy”.

– 13.33. Brian Yearwood, ingeniero en jefe del Sofitel, y otro hombre cuya identidad no se conoce, se ausentan del grupo reunido en torno a la camarera en el hotel. A resguardo de las miradas, chocan sus manos y se lanzan a lo que Epstein define como “una extraordinaria danza de fiesta que dura tres minutos”. “¿Por qué tal demostración de alegría?”, apunta el texto. A las 14.05, dos oficiales de policía llegan al Sofitel.

– 14.15. DSK se da cuenta en el taxi que le lleva al aeropuerto de que la Blackberry que quiere hacer analizar ha desaparecido. Desde otro móvil, llama a su hija al restaurante para verificar si está allí. A las 14.28, Camille envía un sms a su padre para decirle que no aparece. A las 15.01, el director del FMI intenta conectar en vano con su Blackberry desde otro móvil. Media hora más tarde, llama al Sofitel para advertir de que quizá haya olvidado el teléfono en la suite 2.806.

– 15.42. Un empleado del hotel llama a DSK en presencia de un detective de la policía. Anuncia falsamente a Strauss-Kahn que el móvil ha aparecido y le propone llevárselo. “Estoy en la terminal de Air France, puerta 4, vuelo 23”, responde DSK.

– 16.45. La policía detiene al director del FMI en el avión que iba a llevarle a París. La Blackberry nunca aparecerá, y las sospechas de que alguien lo había pinchado no pueden ser confirmadas por los expertos.

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[Miguel Mora é correspondente do El País em Paris]