Las instalaciones de El Sol de los Andes, un diario regional peruano, fueron atacadas y dañadas el 30 de noviembre tras informes del periódico sobre supuestos vínculos entre la policía local y grupos criminales, según informes de la prensa local.
Una turba de unas 30 personas intentó sin suerte derribar la puerta principal de las oficinas de El Sol de los Andes, Oscar Rodríguez, reportero investigativo del diario, indicó al CPJ. El diario, que empezó a publicar en octubre, está radicado en la ciudad central de Huancayo. Rodríguez también indicó al CPJ que la turba quemó periódicos y pancartas con el logo del diario, pintaron las paredes del edificio e impidieron que saliera el personal durante unas dos horas. Una editora, Rocío Meza, se desmayó y no pudo ser evacuada para recibir atención médica, señaló al CPJ Gino Márquez, editor asociado del diario. Meza se recuperó más tarde, indicó Márquez.
Márquez y Rodríguez señalaron al CPJ que el ataque fue en represalia directa por una serie de siete artículos escrita por Rodríguez la semana antes. La serie vinculó a unos policías de Huancayo con grupos criminales que han asesinado a taxistas y han robado sus vehículos para vender las partes. Un total de 15 taxistas de Huancayo han sido asesinados este año, indicó Rodríguez. Señaló que un vocero de la policía deslindó responsabilidades sobre los asesinatos durante una conferencia de prensa el 26 de noviembre.
Un policía fue arrestado por sus supuestos vínculos con los grupos criminales y otros tres están bajo investigación, según había informado el diario. Rodríguez había entrevistado a familiares de los policías implicados para los artículos y luego los identificó como los agresores en el ataque del 30 de noviembre.
Três jornalistas assassinados
“Condenamos el ataque contra El Sol de los Andes”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). “Este es el último en una serie de ataques contra medios y periodistas peruanos que investigan mal desempeño de funcionarios públicos. Las autoridades peruanas deben asegurar que los medios puedan cumplir con su tarea informativa crítica sin temor a represalias.”
A pesar de varias llamadas reclamando asistencia a la policía, cuya sede está ubicada a dos cuadras de las oficinas del diario, los efectivos llegaron tarde y “sólo permanecieron como espectadores”, Márquez aseguró al CPJ. Agregó que la turba fue finalmente dispersada por los guardias de seguridad del periódico. El coronel Salvador Iglesias, jefe de la policía de Huancayo, indicó al CPJ que los agentes respondieron en forma oportuna y que los periodistas del diario exageraron sobre la hostilidad de los manifestantes. Óscar Valdés, ministro del Interior, anunció que enviaría a Huancayo un grupo especial de las fuerzas de seguridad para investigar las acusaciones de mal desempeño entre las unidades de la policía y, específicamente, evaluaría los supuestos vínculos con los asesinatos, según informes de prensa.
Durante 2011, periodistas peruanos han sido blanco reiterado por su tarea informativa sobre el mal desempeño de los funcionarios públicos y las fuerzas de seguridad. El 9 de marzo, el diario Voces fue víctima de un atentado explosivo. Tres periodistas peruanos fueron asesinados en 2011, al menos uno de ellos en represalia directa por su labor, según investigacióndel CPJ. El CPJ sigue investigando los otros casos.
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