El editor de El Faro, un periódico digital salvadoreño, afirmó que personal del medio fue seguido tras realizar una investigación sobre una red criminal que involucra a funcionarios locales. Indicó, además, que un alto funcionario del gobierno le afirmó la semana pasada que miembros de una pandilla estaban molestos por sus informes sobre los presuntos vínculos entre agentes de las fuerzas de seguridad y las pandillas locales, y podrían tomar represalias.
En mayo de 2011, El Faro publicó un artículo titulado “El cartel de Texis”, que reveló una red de crimen organizado que involucra a líderes de pandillas, empresarios prominentes, y políticos locales en el noreste de El Salvador. El periódico digital utilizó fuentes anónimas de la policía para el artículo, indicó al CPJ Carlos Dada, fundador y director del medio.
Dada afirmó al CPJ que en febrero, nueve meses después de la publicación del artículo, el personal del periódico notificó que estaban siendo seguidos y fotografías por individuos no inidentificados. Dada indicó que sospechaba que la policía estaba siguiendo al personal del medio con el propósito de identificar las fuentes del artículo publicado en mayo. El ministro de seguridad, el general retirado David Munguía Payés, afirmó al CPJ que no tenía conocimiento de un seguimiento al personal de El Faro y que no había una orden para tal efecto emitida por algún organismo del gobierno.
El miércoles pasado (14/03), El Faro publicó un informe que reveló supuestas negociaciones secretas en las que las pandillas afirmaron que limitarían el número de asesinatos a cambio de concesiones del gobierno, como el traslado de pandilleros encarcelados a una prisión de menor seguridad. El viernes, el gobierno negó las acusaciones durante una conferencia de prensa, según informes periodísticos.
Polícia investiga veracidade das ameaças
Funcionaros del gobierno realizaron el viernes una reunión a puerta cerrada con periodistas de varios medios, pero no invitaron al personal de El Faro, indicó Dada al CPJ. En la reunión, los funcionarios afirmaron que tenían información de inteligencia que sugería que los pandilleros estaban enojados por el artículo de El Faro y que el personal del sitio estaba en peligro, señaló Dada.
Al día siguiente, el ministro de Seguridad Munguía Payés indicó al personal de El Faro que corría el riesgo de ser atacado por las bandas criminales, pero no dio más detalles ni ofreció protección para el personal, señaló Dada. Cuando se le preguntó acerca de las amenazas contra El Faro, Munguía Payés señaló al CPJ que para el ministerio es nuestra “responsabilidad darle protección a cualquier salvadoreño que está en peligro y si existe una amenaza contra ellos”. Afirmó que la policía había cumplido con esta responsabilidad al poner sobre aviso a El Faro sobre la información que recibieron. Agregó que estaban en el proceso de confirmar la veracidad de las amenazas. Si las amenazas son corroboradas, indicó, se analizarán posibles medidas de protección para El Faro.
Dada indicó que el personal de El Faro está confundido sobre el origen y la gravedad de las amenazas. Señaló que no sabe si se trata de un intento “para silenciarnos o si realmente tienen información de que estamos bajo riesgo”. Dada indicó que no había solicitado protección.
Cineasta foi assassinado em 2009
“Estamos preocupados por la seguridad del personal de El Faro y estamos monitoreando la situación muy de cerca”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior para el programa de las Américas del CPJ. “Responsabilizamos al gobierno salvadoreño por el bienestar de los periodistas de El Faro.”
La investigación del CPJ indica que periodistas que informan sobre la violencia de las pandillas en El Salvador asumen el riesgo de convertirse en blanco ellos mismos. En 2009, Christian Poveda, cineasta franco-español, fue asesinado por miembros de la pandilla Mara 18.
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