Con ocasión del 12 de marzo, Día Mundial contra la Cibercensura, Reporteros sin Fronteras (http://es.rsf.org/) publica un Informe especial sobre la vigilanciaen internet, disponible en surveillance.rsf.org. Gracias a la tecnología de intrusión informática y de interceptación de comunicaciones, los Estados llevan a cabo un número creciente de arrestos de periodistas, periodistas ciudadanos y disidentes. A la fecha del 12 de marzo de 2013, cerca de 180 netciudadanos se encuentran detenidos por sus actividades de información en línea.
Para la edición 2013, Reporteros sin Fronteras creó una lista de cinco Estados enemigos de Internet, que registra a países que desarrollan una política de vigilancia en línea sistemática con violaciones graves a los derechos humanos. Siria, China, Irán, Bahréin y Vietnam son considerados por la organización como los peores Estados “espías”, cuyos esfuerzos de vigilancia se dirigen contra las voces disidentes y se han reforzado estos últimos meses. Los ciberataques y las intrusiones se han multiplicado, en especial la trasmisión de softwares malignos (malwares) a los disidentes y sus redes. China, cuya Gran Muralla Electrónica es probablemente el sistema más sofisticado en el mundo, ha intensificado su guerra contra las herramientas que permiten el anonimato y ha involucrado a empresas privadas de la Web en la vigilancia de los internautas. El régimen iraní dio un paso en el control de la Web desarrollando su propia red de internet, “Internet ‘halal’”. Respecto a Siria, Reporteros sin Fronteras tuvo acceso a un documento inédito, una licitación lanzada en 1999 por la Sociedad Siria de Telecomunicaciones (Syrian Telecom Establishment, STE). Este documento muestra que la Internet siria fue concebida para que incluyera amplias funcionalidades de filtraje y vigilancia en línea.
Controle de exportação de armas digitais
Sin esta avanzada tecnología, los Estados autoritarios no podrían espiar a sus ciudadanos. Reporteros sin Fronteras también publica por primera vez una lista de empresas enemigas de Internet, “mercenarios de la era digital”: Gamma, Trovicor, Hacking Team, Amesys y Blue Coat. Sus productos –herramientas de “optimización de red o de lucha contra la criminalidad”– fueron o son utilizados por las autoridades de países represivos para cometer violaciones a los derechos humanos y a la libertad de información. Los productos de vigilancia e interceptación de la empresa Trovicor permitieron a la familia real de Bahréin espiar y detener a actores de la información. En Siria, los productos DPI (Deep Packet Inspection) desarrollados por Blue Coat le ofrecieron al régimen la oportunidad de espiar a los disidentes y netciudadanos de todo el país, de efectuar arrestos y actos de tortura. Asimismo, en las instalaciones de la policía secreta de Muamar el Gadafi se encontraron productos Eagle, ofrecidos por la sociedad Amesys. Los malwares concebidos por HackingTeam o Gamma le permitieron a las autoridades obtener las contraseñas de periodistas y netciudadanos.
“La vigilancia en línea representa un peligro creciente para los periodistas, periodistas ciudadanos, blogueros y defensores de los derechos humanos. Cada vez más, les regímenes que buscan controlar la información prefieren actuar con discreción, emplear la censura sutil, vigilar a los protagonistas a veces a sus espaldas, más que llevar a cabo un bloqueo de información que pueda evadirse fácilmente y generar mala publicidad”, deplora Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
“Graves violaciones a los derechos humanos han sido posibles gracias al uso de equipo o tecnología de vigilancia ofrecidos por empresas ubicadas en países democráticos. Por ello, es tiempo de que los dirigentes de estos países, que condenan oficialmente los ataques a la libertad de expresión en línea, tomen medidas fuertes y establezcan un control estricto de la exportación de armas digitales a países que burlan los derechos fundamentales”,sostiene Christophe Deloire.
“Kit de sobrevivência digital”
Ya se han llevado a cabo negociaciones entre los gobiernos, como el Acuerdo de Wassenaar (Wassenaar Arrangement, enlace en francés), establecido en julio de 1996, que busca promover “la transparencia y una mayor responsabilidad en las transferencias de armas convencionales, productos de doble uso y tecnología, con el fin de impedir una acumulación desestabilizadora de armamento”. Este convenio agrupa hoy en día a40 países, entre ellos Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.
Las primaveras árabes, que consagraron el papel informativo de la Web, reforzaron la convicción de los Estados represivos sobre la utilidad del control de datos y de la comunicación digital. Las democracias también parecen ceder progresivamente a las sirenas de la vigilancia necesaria y de la ciberseguridad, cueste lo que cueste. Prueba de ello es la multiplicación de legislaciones y propuestas de ley potencialmente liberticidas: Fisaa y Cispa en Estados Unidos, British Communications Data Bill en Reino Unido, Wetgeving bestrijding cybercrime en los Países Bajos.
Con el fin de ayudar a los actores de la información a sustraerse de esta vigilancia cada vez más activa e intrusiva, Reporteros sin Fronteras pone a su disposición un “kit de supervivencia digital (enlace en inglés: https://www.wefightcensorship.org/online-survival-kithtml.html)” en el sitio web WeFightCensorship.org (enlace en inglés: https://www.wefightcensorship.org/).
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