El periodista Jorge Lanata es mucho más conocido en Argentina que cualquier líder de la oposición. Su programa Periodismo Para Todos, que se emite los domingos a las diez de la noche en un canal del Grupo Clarín, se ha convertido en el principal azote del Gobierno. Ahí fue donde salieron el pasado 14 de abril dos gestores afirmando que Lázaro Báez, —el constructor amigo de Néstor Kirchner que pagó el mausoleo donde yacen los restos del expresidente— lavaba dinero. Y que todo eso se hacía con el beneplácito de la Casa Rosada. Ahí fue también donde apareció también Miriam Quiroga, la que fuera secretaria de Néstor Kirchner, hablando de bolsos supuestamente cargados con dinero negro listo. Y ahí es donde se viene difundiendo cada semana el material con el que después la fragmentada y debilitada oposición argentina intenta debilitar al Gobierno. Los domingos por la noche en televisión Jorge Lanata venía siendo el rey.
Pero desde hace varias semanas la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) venía estudiando la posibilidad de retrasar una hora el último partido del domingo, el que comienza a las 20.30. Lanata y sus seguidores adujeron que el Gobierno estaba detrás de esa maniobra y que solo perseguía restarle audiencia. El periodista señaló que, por motivos de seguridad, los partidos no se suelen celebrar nunca tan tarde en esta época del año. Sus críticos alegaron que el ego no le permitía ver la realidad y que el horario es el mismo en que se retransmite en otros países.
El pulso entre el periodista más popular y el deporte rey de Argentina se celebró por fin este domingo. Por un lado, el Canal 13, del Grupo Clarín, el gran enemigo del Gobierno. Y por otro, la TV Pública. Jugaban Boca Juniors, el equipo con más seguidores del país, contra Newell’s, el primero de la liga argentina. Era un partido de interés, aunque algo deslucido porque ambos equipos se enfrentarán de nuevo en otra competición esta semana y reservaron a sus mejores futbolistas. “Una persona que en este momento moviliza a la oposición, que es la voz de la oposición, la voz de la academia de periodismo, la voz de la libertad de expresión, la voz de la libertad de prensa, ¿cómo le va a temer a un partido de fútbol entre las terceras [canteras] de Newell's y Boca?”, había declarado el portavoz de la AFA.
Lanata, que suele salir siempre con una chaqueta y fumando mientras habla. Es la imagen antagónica de cualquier cosa que tenga algo que ver con el deporte. Sin embargo, esta vez apareció con pantalones cortos, botas de fútbol, calcetas, chándal blanco y la camiseta de la selección. El lugar destinado para el público se convirtió en una especie de grada, con alambrada y pancartas. Y dos locutores deportivos iban conectando con el partido y cantando los goles. Finalmente Newell’s le ganó a Boca por un sorprendente cuatro a cero. Pero la verdadera sorpresa la dio Lanata, que consiguió 24,7 puntos de rating frente a los 16 del partido. Casi nueve puntos de diferencia.
El resultado de los registros de audiencia también se iba conociendo en directo, durante la emisión. Lanata facilitó un consejo sencillo al Gobierno para conseguir el liderazgo de audiencia: “Diciendo simplemente la verdad”. Durante el partido, Lanata se limitó a presentar su habitual monólogo y retransmitir los mejores momentos de los cinco programas anteriores. Una vez concluido el encuentro, Lanata se centró en el núcleo duro de su programa, lo que los espectadores estaban esperando, porque ya lo había anunciado en su programa de Radio Mitre, perteneciente también al Grupo Clarín. Se trataba de una serie de fotos en las que aparecían varias cajas fuertes en el sótano de una finca perteneciente al empresario Lázaro Báez. La secuencia mostraba cómo se desmantelaban las cajas. Finalmente, el sótano quedó reconvertido en una bodega, que fue la que Lázaro Báez mostró a los periodistas la semana pasada.
Lanata venció de forma indiscutible. Pero desde la emisora pública Radio Nadional un locutor recordó a la mañana siguiente que una cosa es la audiencia y otra son los votos. ”Llama la atención que hayan cambiado el horario del fútbol este año, cuando Lanata tiene 25 puntos de audiencia, y no la anterior, cuando tenía 15”, señala el periodista Jorge Fernández-Díaz, colaborador de Lanata en su espacio radiofónico. “El programa es el mismo que el del año pasado, pero su éxito tiene mucho que ver con el clima político que vive el país, con la sensación de hartazgo que tiene la gente”.
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Francisco Peregil, do El País