Es un secreto a voces que a Louis Walsh, promotor del grupo Westlife y eterno jurado del concurso musical X-Factor, le gustan los hombres. Un joven de 25 años y padre de dos niños, Leonard Watters, quiso aprovecharse de esa información y le acusó el verano pasado de haber abusado de él en los lavabos de un club de Dublín. Era todo mentira y Watters acabó en la cárcel. Pero Walsh quiso ir más arriba y denunció por difamación al diario The Sun, propiedad del magnate Rupert Murdoch, por publicar la historia a pesar de que él les aseguró que era absolutamente falsa. Ayer [terça-feira, 27/11], Murdoch aceptó indemnizarle con medio millón de euros.
El acuerdo se ha producido justo en vísperas de que se presenten en Londres las conclusiones de la investigación del juez Levison sobre los excesos de la prensa británica. “Este es un ejemplo palmario de lo que quisiéramos que surgiera de la investigación de Leveson. No queremos amordazar a la prensa o paralizar investigaciones, pero si hubiera un organismo fuerte al que hubiéramos podido llamar antes de la publicación para parar la historia durante 24 horas, podríamos haber probado que Louis ni siquiera estaba en ese sitio a esa hora y todo esto se habría evitado”, declaró su abogado ante el Tribunal Superior de Irlanda, en Dublín.
La sospecha es que la edición irlandesa de The Sun no se limitó a publicar que Louis Walsh había sido denunciado, sino que fue más allá: se inventó un montaje periodístico. Según el abogado del promotor, Watters recibió 700 euros a cambio de presentar la denuncia. Quizás por eso, antes de que el juez decidiera si esas graves acusaciones eran ciertas, los abogados de Murdoch han preferido cerrar el asunto pagando ese medio millón de euros que Walsh reclamaba no solo como compensación, sino como castigo “ejemplar”.
“Tengo un enorme respeto por la mayoría de periodistas, con los que he tenido siempre muy buena relación. Por eso me quedé absolutamente destrozado y traumatizado cuando se publicaron esas acusaciones, sobre todo porque dejé claro en su momento que no había ni una brizna de verdad. Aunque el autor fue luego condenado por fabricar la historia, eso no ha impedido que circulara por todo el mundo porque había sido publicada por The Sun, se quejó Walsh.
The Sun se disculpa sin reservas ante Louis Walsh “por la angustia que haya podido sufrir como consecuencia de aquel artículo”.