Al día siguiente de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciara una moción de censura contra el Gobierno argentino por no aportar estadísticas fiables sobre la inflación y el Producto Interior Bruto, Cristina Fernándezpublicó una ráfaga de tuitscontra el FMI. Era el sábado 2 de febrero. La presidenta se preguntó dónde estaba el FMI cuando se formaron en Europa “no ya burbujas sino globos aerostáticos financieros”. Y siguió: “¿Dónde estaba uno de sus exdirectores cuando el Bankia, que él dirigía, debió ser clausurado con miles de millones de euros?”. A renglón seguido tuiteó: “Hoy España tiene 26% de desocupados, en su mayoría jóvenes, y desahuciados/desalojados. ¿En qué estadísticas figuran esas tragedias?”. Así, hasta 28 tuits en menos de una hora.
Pero en ninguno de ellos Fernández intentó aclarar por qué su Gobierno ha desatendido durante años el reclamo del organismo internacional para que presente estadísticas fiables. Ni siquiera mencionó la palabra inflación.
Al lunes siguiente, en el primer día laborable tras la moción del FMI, el Gobierno de Argentinaconsiguió arrancar un acuerdo a los principales directivos de supermercados del país para que congelen los preciosdurante dos meses. Y el martes se sumaron las grandes cadenas de electrodomésticos. El líder del sindicato Luz y Fuerza, Óscar Lescano, afín al Gobierno, declaró que el acuerdo “es un blanqueo [reconocimiento] muy claro de que la inflación se escapa”. Otros sindicalistas advirtieron de que después de esos 60 días, en el “día 61”, los precios se dispararán como un resorte y el problema será mucho mayor que ahora.
La presidenta no solo evitó contestar a las críticas, sino que eludió definir el objetivo de la medida. No lo ha hecho en ninguno de los tres discursos televisados que pronunció la semana pasada ni en los cerca de 60 tuits que publicó desde el lunes hasta la tarde del domingo.
Su única opinión sobre el acuerdo de precios la pronunció dos semanas antes, en un discurso del pasado 25 de enero. Curiosamente, en aquel momento se mostró en contra de ese tipo de políticas y pidió la colaboración de los ciudadanos para evitar las subidas de precio: “Si no te defendés vos no te defiende nadie. Además, está demostrado por el paso de la historia que obligar, acordar… Esas cosas no sirven. Es el propio usuario y consumidor el que tiene que hacer valer sus derechos. ¿Me querés cobrar esto? No te lo compro, guardátelo y comételo vos”, aconsejó en aquel momento, cuando el Fondo Monetario Internacional aún no había anunciado su moción de censura.
Días antes, sus 1,6 millones de seguidores en Twitter pudieron enterarse de los más nimios detalles de su gira oficial por Asia. “16 hs. de vuelo. Llegamos a Abu Dabi al atardecer. La vista del sol sobre el desierto es impresionante”. Sin embargo, el 22 de febrero del año pasado, cuando fallecieron 51 personas en el accidente ferroviario de la estación porteña de Once, la presidenta permaneció cinco días sin comparecer en público.