Los cibernautas iraníes pueden tener sus días contados. Según el periódico The Wall Street Journal el Gobierno de Irán está proyectando crear su propia red con el fin de cerrar el ciberespacio a influencias externas que escapan a la censura nacional.
Según el diario norteamericano, las autoridades iraníes venden el proyecto como un ahorro para la población y también como una forma efectiva de salvaguardar los principios islámicos de la revolución de malas influencias externas.
En febrero, mientras las protestas se extendían por el mundo árabe exigiendo más democracia, el director de telecomunicaciones de Irán, Reza Bagheri, anunció que pronto el 60% de los hogares del país y de los negocios tendrían acceso a una red interna de comunicación. Y que en dos años la red cubriría todo el país.
El proyecto de Irán, uno de los países donde más se censura Internet, es la medida más drástica para cortar la influencia de la civilización occidental entre sus ciudadanos. Por otra parte, el pasado viernes, la prensa local se hacía eco de que el país tendrá en unos meses su propio sistema operativo para ordenadores, en lugar del ubicuo Windows de Microsoft.
El ministro económico Ali Aghamohammadi explicó que la red nacional operaría en paralelo a Internet, de modo que Gobierno, bancos y grandes compañías sí que tendrían Internet, para no cortar los negocios con el exterior, principalmente con Rusia y China.
“Invasões culturais”
La Red nacional estaría monitorizada por una empresa gubernamental y, aparte, introduciría alternativas a servicios norteamericanos, como el correo electrónico Ymail, sustituto de los servicios de Yahoo, Hotmail o Gmail.
No es el único país dictatorial con dos redes paralelas. Cuba cuenta con el Internet para los turistas y Gobierno, y otro para sus ciudadanos, con limitado acceso a las páginas del ciberespacio.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI), once de cada 100 iraníes se conectan a Internet, uno de los porcentajes más altos entre los países de la zona. Fue el primer país musulmán en conectarse a la red en el Medio Oeste y el segundo de la región, tras Israel.
Sin embargo, a partir de 2003 se fue cortando el acceso a muchas páginas. Dos años después, con Ahmadinejad de presidente, se comenzó a crear un Internet nacional e interno, que se experimentó en escuelas públicas y edificios oficiales. “La red interna fortalecerá el país y preservará nuestra sociedad de la amenaza de invasiones culturales”, dijo.