Tras una sucesión de ataques suicidas, Pakistán se convirtió en el país más letal del mundo para la prensa en 2010, con al menos ocho periodistas caídos en cumplimiento de su labor, lo que constituye una parte significativa del registro mundial de reporteros caídos, indicó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en un nuevo análisis.
Irak, con cuatro periodistas caídos, seguido por México y Honduras con tres cada uno, también figuraron en los niveles más altos de reporteros caídos en relación con el ejercicio del periodismo, señaló el análisis del CPJ. El recuento mundial refleja un descenso notable desde 2009, cuando una masacre en las Filipinas impulsó el número de víctimas fatales relacionadas al trabajo a 72, un nuevo record. El CPJ está investigando otros 28 casos en 2010 para determinar si su muerte tiene relación con su labor periodística.
‘La masacre de las Filipinas y el conflicto en Irak llevaron el número de periodistas caídos en años recientes a niveles sin precedente’, indicó el director ejecutivo del CPJ Joel Simon. ‘El número de 42 periodistas caídos en 2010, si bien menor a los años anteriores, es aún inaceptablemente alto y refleja la violencia dominante que los periodistas enfrentan alrededor del mundo. De Afganistán a México, y de Tailandia a Rusia, el fracaso de los estados para investigar estos crímenes contra la prensa contribuye a un clima de impunidad que en definitiva fomenta más violencia’.
El asesinato fue la causa principal de muertes vinculadas con el trabajo periodístico en 2010, al igual que en los años anteriores. Pero periodistas caídos por fuego cruzado y durante tareas de riesgo como protestas callejeras constituyeron alrededor del 40 por ciento del registro de 2010, un porcentaje más grande que lo habitual. Bombarderos suicidas y fuego cruzado en Pakistán, Afganistán, Tailandia y Somalia motivaron este porcentaje tan alto.
As circunstâncias dos assassinatos
Atentados suicidas o fuego cruzado durante operaciones militares causaron seis de las ocho víctimas fatales en Pakistán. En días sucesivos en abril, Samaa TV sufrió la pérdida del camarógrafo Malik Arif, tras un atentado con explosivos en un hospital de Quetta, y del corresponsal Azamat Ali Bangash, tras una bomba que detonó en un campo de refugiados cerca de Orakzai. Ataques suicidas fueron un azote para la prensa pakistaní durante el año. Más de 24 periodistas pakistaníes fueron heridos en ataques similares en 2010, según las investigaciones del CPJ.
En todo el mundo, casi el 90 por ciento de las víctimas eran reporteros locales cubriendo temas que afectaban a sus comunidades. Periodistas de Internet constituyen una proporción creciente del registro con por lo menos seis caídos en 2010. Entre las víctimas de 2010, política, corrupción, cultura, y guerra fueron los temas de cobertura más comunes.
El análisis del CPJ indica que cerca del 90 por ciento de los asesinatos de periodistas permanecen sin resolverse a pesar de que muchas víctimas—el 60 por ciento en 2010—denunciaron amenazas en las semanas previas a su muerte.
El CPJ comenzó a recopilar registros detallados de todas las muertes de periodistas en 1992. El plantel del CPJ indaga independientemente y verifica las circunstancias detrás de cada asesinato. El CPJ considera un caso relacionado con su trabajo sólo cuando su plantel tiene certeza razonable que un periodista cayó en represalia directa por su trabajo; en fuego cruzado, o cumpliendo una tarea de riesgo. Si el motivo aún no es claro, pero existe una posible vinculación a su trabajo, el CPJ clasifica el caso como ‘no confirmado’ y continúa investigando.
Nota a los editores:
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El análisis del periodistas caídos en 2010**
Documentación sobre cada caso está disponible acá en la base de datos de periodistas caídos del CPJ**
La base de datos de todos periodistas caídos desde 1992 puede encontrarse acá**
Una lista finalizada de periodistas caídos en 2010 saldrá a comienzos de enero******
O CPJ é uma organização independente sem fins lucrativos sediada em Nova York e dedica-se a defender a liberdade de imprensa em todo o mundo