Thursday, 26 de December de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1319

Fotógrafo agredido aguarda devolução de equipamento

Robert Stolarik, fotógrafo independiente que trabaja para el diario The New York Times, aún espera que le devuelvan su equipo tras la violenta agresión, a manos de la policía de Nueva York (New York City Police Department, NYPD), de la que fue víctima el 4 de agosto de 2012. “Me es difícil superarlo y sentirme tranquilo haciendo mi trabajo con los cargos presentados en mi contra”, explicó el periodista a Reporteros sin Fronteras.

A raíz de este incidente Robert Stolarik es acusado de “obstrucción a la justicia” (obstruction of government administration) y de “oponer resistencia a un arresto”, cargos por los que deberá responder en una audiencia que se llevará a cabo el 29 de noviembre próximo. Reporteros sin Fronteras reclama que se retiren los cargos presentados contra el fotógrafo sin demora y que la confiscación de su equipo se considere una retención de elementos de prueba útiles en la investigación sobre las circunstancias exactas del incidente, ocurrido el 4 de agosto en el Bronx.

“La brutalidad de la que fue víctima Robert Stolarik demuestra que la policía no ha aprendido nada – y está lejos de ello – de los numerosos ataques a la libertad de informar cometidos por sus elementos en el contexto del movimiento Occupy Wall Street (http://es.rsf.org/estados-unidos-reunion-ilegal-mala-conducta-los-09-11-2011,41371.html). Desde septiembre de 2011, en una docena de ciudades, más de 80 periodistas han padecido esta violencia, en ocasiones acompañada de inculpaciones (enlace en inglés http://storify.com/jcstearns/tracking-journalist-arrests-during-the-occupy-prot). A la exigencia de investigaciones serias sobre los abusos atribuidos a las fuerzas del orden se suma la necesidad de una mejor formación de sus agentes, a la que los periodistas pueden contribuir. Ciertos casos recientes, como el de Robert Stolarik, recuerdan este imperativo”, declaró Reporteros sin Fronteras.

Acusado de espionagem

La noche del 4 de agosto, Robert Stolarik estaba fotografiando el arresto de una menor de 16 años cuando los policías presentes en el lugar le ordenaron que parara; él se identificó como periodista de The New York Times y les pidió su número de placa. Los policías lo pusieron contra el suelo y lo esposaron pese a sus protestas; luego condujeron al periodista a una comisaría de la que salió después de las 4:00 horas de la madrugada. Roberto Stolarik tiene una herida en la espalda y contusiones en los brazos, las piernas y la cara.

Tomando en cuenta este caso, Robert Stolarik nos dijo que sin duda no cubrirá la convención republicana de Tampa, que se efectuará del 27 al 30 de agosto de 2012, en vistas a la elección presidencial del 6 de noviembre próximo. Reporteros sin Fronteras espera que dicha convención no dé lugar a nuevos caso de violencia contra los periodistas, como fue el caso en 2008 en Minneapolis (http://es.rsf.org/estados-unidos-van-a-levantar-los-cargos-22-09-2008,28391.html). A inicios del año 2012 un periodista de Memphis y un videoasta de Baltimore, testigo de un arresto, se enfrentaron a los policías que se encontraban en el lugar. El primero, Casey Monroe, de ABC 24 News, fue detenido brevemente.

Adam Mueller, fundador del sitio web CopBlock (http://www.copblock.org/about/), especializado en la cobertura de las acciones policíacas, corre el riesgo de pasar 21 años en prisión por tres cargos de “espionaje”, por los que deberá responder a partir del próximo 13 de agosto. El periodista trataba un caso de violencia entre alumnos en Manchester (New Hampshire) y entrevistó sobre el tema al director del establecimiento escolar concernido, a una secretaria y a un policía, ante quienes se identificó como periodista. Como no los previno de que grabaría sus testimonios, según los entrevistados, Adam Mueller podría purgar una pena que desgraciadamente prevé la ley del estado de New Hampshire. “Aunque legal en su forma, la acusación de espionaje es descomunal respecto a la naturaleza de los hechos registrados. ¿Desde cuándo una persona que se identifica como periodista y a la que sus interlocutores aceptan hablarle, debe además obtener una autorización especial para grabar una conversación? Esperamos que la justicia de New Hampshire declare inocente a Adam Mueller de una acusación tan delirante como desproporcionada”, concluyó Reporteros sin Fronteras.

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