La Cámpora, la agrupación hiperkirchnerista que conduce el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, distribuyó ayer decenas de miles de ejemplares de un diario apócrifo, con el nombre, el logo y el diseño de Clarín.
Los militantes camporistas fueron los encargados de distribuir los ejemplares en barrios de la Ciudad de Buenos Aires y también en varias provincias, como Tucumán y Mendoza.
Con una edición muy similar a la versión impresa de Clarín, está fechado el viernes 11 de diciembre de 2015: un día después de la asunción del próximo presidente. El panfleto tiene 8 páginas en las que se publican falsos artículos firmados por periodistas del diario. Casi todos aluden a los fondos buitre. Hay una versión falsa de la Carta del editor, firmada por Ricardo Roa; de la sección “Semáforo”, con firma de Facundo Landívar, e historietas apócrifas con las firmas de Altuna, Sendra, Crist y Tabaré.
El título principal reza: “Fin de la crisis con los holdouts. El Presidente le paga todo a los buitres”. Repartieron tres versiones distintas, cada una con los nombres de Sergio Massa, Mauricio Macri y Julio Cobos, como virtuales presidentes. Ninguno menciona al gobernador Daniel Scioli o a otro candidato del oficialismo.
El artículo está acompañado por una “nota de opinión” firmada por Paul Singer, titular del fondo NML, al que bautizan como “nuevo titular de YPF”, y que dice: “Se acabó la gilada: llegó la hora de la verdad”. El tono “editorial” pretende señalar la supuesta connivencia entre los fondos buitre, la prensa y los principales candidatos de la oposición a suceder a Cristina.
Por eso, hay notas sobre el Fútbol para Todos que afirman que “el fútbol se financiará de palabra” y que en el torneo de Primera se disputará la “Copa Juez Griesa”.
En la página 7 aparece una solicitada con la firma de La Cámpora, en la que explicitan su autoría. “Este diario es una parodia de lo que estamos seguros que pasaría con nuestro país si se adopta una postura flexible con los fondos buitres. Aquellos que proponen soluciones mágicas lo hacen encubriendo los verdaderos problemas. Mientras rifaban el país, Clarín nos decía que el blindaje y el megacanje era buena noticia. Esto que usted leyó (chiste más, chiste menos) es lo que nos diría si un presidente cerrara con los buitres: nos mean y dicen que llueve”.
El diputado nacional Eduardo “Wado” De Pedro, integrante de la mesa chica de la agrupación y el camporista preferido de la presidenta, posó en una foto mientras leía el ejemplar trucho de Clarín, que publicó en su cuenta de Twitter, acompañado por el hashtag #ClarínBuitre. Días atrás, en la misma red social, una fotografía de De Pedro en el exclusivo local de Apple, de Nueva York, adonde viajó como parte de la comitiva presidencial, había sido furor en la red social.
Más graves resultaron los cables de la agencia oficial de noticias Télam –que conduce el camporista Santiago Alvarez– que celebraron la ocurrencia, con una inusual y desmedida cobertura. “Una actividad militante con el objetivo de visibilizar, desde la ironía y el humor”, precisó la agencia estatal.
Medios internacionales como la agencia EFE también se hicieron eco de la actitud de los militantes y funcionarios oficialistas y lo entendieron como un ataque hacia los presidenciables. El periodista Pablo Sirvén, del diario La Nación, recalcó el encono permanente Cristina Kirchner hacia Clarín, al que definió como una “admiración obsesiva”. En la misma sintonía se expresó editor general adjunto de este diario, Ricardo Roa, cuya firma apócrifa aparece en el pasquín. “ El Clarín de La Cámpora miente. O en todo caso omite lo esencial: profetizan que se irán del Gobierno, no dicen qué pasará con la inflación, la inseguridad, la crisis económica. Es lo que le preocupa a la gente”, escribió Roa en Clarín.com.
El Grupo Clarín repudió la publicación del Clarín trucho que asoció a las acusaciones públicas contra el diario que la mismísima Presidenta lanzó esta semana por Cadena Nacional y Twitter. “ La necesidad del kirchnerismo de culpar a la prensa no adicta de cualquier situación negativa que atraviese el gobierno, lo lleva a inventar conspiraciones burdas y canallescas “, señaló la empresa en un comunicado en el que recuerda el uso ilegal de la marca del diario, así como su diseño y el nombre de sus periodistas. Esta parodia se inscribe en los periódicos ataques que organiza el Gobierno contra el Grupo Clarín y la prensa independiente.