En el marco de su campaña #Fightimpunity, con ocasión del Día Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, Reporteros sin Fronteras (RSF) denuncia diez casos de impunidad simbólicos. De esta manera, RSF busca movilizar al público en general y aumentar la presión ejercida sobre las autoridades para que hagan que los responsables de los crímenes cometidos contra periodistas rindan cuentas ante la justicia.
El 18 de diciembre 2013 la Asamblea General de la ONU creó el “Día Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas”. Se eligió la fecha del 2 de noviembre, día del aniversario del asesinato de Ghislaine Dupont y Claude Verlon, periodistas de Radio France Internationale (RFI), en Kidal, Malí. En esta primera edición de la jornada, Reporteros sin Fronteras denuncia diez casos de impunidad simbólicos en el marco de su campaña #Fightimpunity. RSF da nombres y rostros a las dramáticas cifras, muestra la magnitud de la impunidad y las formas que ésta puede tomar. En todos estos casos, como en tantos otros, no existieron procedimientos oficiales para esclarecer los crímenes o, si los hubo, fueron por mucho insuficientes. Más de 90% de los crímenes cometidos contra periodistas no son esclarecidos y, por ende, nunca son castigados.
En el sitio web http://fightimpunity.org, nuestra organización presenta casos de crímenes que permanecen en la impunidad. Puede tratarse de desapariciones, como la de la periodista de investigación mexicana María Esther Aguilar Casimbe, el periodista franco-canadiense Guy-André Kieffer, el iraní Pirouz Davani y el analista político y caricaturista ceilandés Prageeth Eknaligoda. La lista incluye casos de periodistas asesinados, como el del paquistaní Syed Saleem Shahzad, la joven periodista serbia Dada Vujasinovic, el columnista franco-libanés Samir Kassir y el periodista de Daguestán Akhmednabi Akhmednabiev, quien perdió la vida en 2013. También se muestran otro tipo de crímenes, como el encarcelamiento del periodista sueco-eritreo Dawit Isaak, quien se encuentra encerrado en un lugar secreto de las infernales prisiones eritreas del régimen de Isaías Afewerki desde hace 13 años, o como los actos de tortura que sufrió la reportera bahreiní Nazeeha Saeed a manos de la policía por haber cubierto las manifestaciones a favor de la democracia.
“Es esencial no olvidar nunca a los periodistas que fueron víctimas de crímenes, incluso recordarlos de manera póstuma”, observó Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras. “Los diez casos de impunidad que presentamos son símbolos terribles de la falta de pericia, incluso de la abstención voluntaria de ciertas autoridades, cuando se trata de reprimir los odiosos crímenes cometidos contra aquellas y aquellos que intentan revelar el mundo como es. Tal nivel de impunidad constituye una especie de aliciente para los autores de estas agresiones. El Día Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas es la ocasión de rendir homenaje a las víctimas y de recordar a los Estados su obligación de garantizar la seguridad de los periodistas y de luchar contra la impunidad, recordando a aquellos que agreden a los periodistas que un día deberán responder por sus actos”, agregó.
As recomendações da RSF
Hayan sido ejecutados, víctimas de un atentado, fallecido torturados o se encuentren desaparecidos, estos periodistas pagaron el precio de su compromiso a favor de la libertad de información. Fueron víctimas de estos ataques debido a sus investigaciones sobre la corrupción o el tráfico de droga, sus críticas a las autoridades o a los servicios de inteligencia, sus denuncias de las violaciones a los derechos humanos. Algunos casos han llegado a ser simbólicos, otros son menos conocidos. Los responsables son diversos: gobiernos, grupos armados, asesinos a sueldo. RSF señala los fallos de los sistemas judiciales y policíacos que hacen que estos casos no sean elucidados o que no permiten que se sancione penalmente a los autores materiales o intelectuales de estos crímenes. En estos últimos diez años, cerca de 800 periodistas fueron asesinados mientras ejercían su labor. El año 2012 fue el más mortífero, 88 periodistas perdieron la vida. En 2013 se registró un relativo descenso en el número de periodistas asesinados, pero la cifra de los ataques y las amenazas contra los reporteros sigue ascendiendo. Desde el 1 de enero de 2014, 56 periodistas han perdido la vida.
Con el fin de luchar contra la impunidad, Reporteros sin Fronteras pide que se nombre a un asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas para la protección de los periodistas. Este mecanismo central en las Naciones Unidas permitiría garantizar un seguimiento para vigilar que los Estados respeten sus compromisos en virtud de la resolución 1738 y de la resolución de la Asamblea General del 18 de diciembre de 2013. La resolución 1738, adoptada el 23 de diciembre de 2006, recuerda la obligación de derecho humanitario de poner fin a la impunidad. El 18 de diciembre de 2013 la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que insta a los Estados miembros a realizar rápidamente “investigaciones imparciales, prontas y eficaces de todas las denuncias de presuntos actos de violencia contra periodistas”, “llevar a los autores de esos delitos ante la justicia y ofrecer a las víctimas posibilidades de recurso apropiadas”. En una resolución adoptada el 19 de septiembre pasado, el Consejo de Derechos Humanos hizo un llamado para que se ponga fin a la impunidad. Para que lo contemplado en estos textos se aplique en los hechos, es indispensable que se establezca un verdadero mecanismo internacional de vigilancia y control.
RSF también pide que se realice una enmienda al artículo 8 del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI) relativo a los crímenes de guerra, para que se califique como tales a los ataques deliberados contra los periodistas, los profesionales de los medios de comunicación y el personal asociado. Reporteros sin Fronteras, miembro de la coalición francesa de la CPI, recomienda que los Estados adapten su derecho penal a fin de que permita, en nombre del principio de jurisdicción universal, perseguir a los autores de crímenes internacionales que se encuentren en su territorio.
La Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han señalado que el respeto de la libertad de información no sólo implica que el Estado se abstenga de injerir arbitrariamente en el ejercicio del derecho a la información, sino que éste debe proteger a los periodistas y perseguir a las personas que los atacan. RSF pide a los Estados que cumplan estas disposiciones realizando de inmediato investigaciones eficaces e independientes y sancionando a los autores de los ataques contra periodistas. Las autoridades encargadas de estas investigaciones deben estar en condiciones de resistir las presiones y de superar los obstáculos políticos, diplomáticos o técnicos que a veces pueden encontrar. En ciertos casos en curso, RSF ha observado que existe el riesgo de que se ponga fin al proceso de investigación, lo que representaría una victoria para la impunidad.
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