Reporteros sin Fronteras recibió copia de un nuevo mensaje del grupo paramilitar las ‘Águilas Negras’, contra periodistas, personalidades de la sociedad civil y ONG. En cinco semanas van dos amenazas de este tipo contra los mismos. El texto, con fecha del 14 de marzo de 2011, enviado de una cuenta de gmail con el nombre de usuario ‘fenixaguilasnegras’, promete la ‘exterminación’ y la ‘limpieza’, amenazando a una lista ampliada de organizaciones –colectivos de mujeres, asociaciones campesinas, comunidades afrocolombianas, organizaciones de defensa de los derechos humanos–; numerosos representantes y miembros de ellas ya han sido víctimas del terror paramilitar.
En el rubro de la prensa, cinco nombres vuelven a ser mencionados como ‘objetivos militares’: Hollman Morris, director del programa Contravía; Daniel Coronell, ex director de Noticias Uno (vicepresidente de la cadena televisiva Univisión en Estados Unidos desde enero de 2011); Marcos Perales Mendoza, director del diario Periódico Portada de Bucaramanga, así como Claudia Julieta Duque de Radio Nizkor y Eduardo Márquez González, presidente de la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper). Esta asociación también se encuentra entre las organizaciones amenazadas por el Bloque Central de las ‘Águilas Negras’. Al parecer, según nuestras informaciones, el mail fue enviado desde Estados Unidos. Por ello, la cooperación judicial entre los servicios colombianos y estadounidenses competentes debe permitir ubicar la fuente del envío.
A escandalosa anistia dos paramilitares
‘Tenemos gente trabajando a nivel nacional y así sabemos en qué barrio se instalan y donde trabajan, los ubicaremos’, advierte el mensaje. Según la Fecolper, tres días después del envío del mail, Mónica Arcella, del canal local Enlace TV de Barrancabermeja, en la ciudad que lleva el mismo nombre (departamento de Santander), recibió por teléfono la orden de dejar la ciudad bajo la amenaza de ser asesinada por otro grupo paramilitar, ‘Los Urabeños’. La periodista, que presentó una denuncia, había dado cuenta recientemente del control que ejerce ese grupo sobre la infraestructura y los servicios públicos de un barrio popular.
‘¿Hace falta recordar a las autoridades colombianas las 45.000 desapariciones y el millar de masacres cometidas por los paramilitares contra la población civil durante la última década para conseguir que al fin tengan una reacción a la altura de esta amenaza? El fracaso –si no la ausencia– de la ‘desmovilización’ de estos grupos criminales y predadores de la democracia está más que demostrado. Ninguna paz duradera es posible mientras que sus atrocidades continúen sin ser castigadas. La impunidad favorece el terror, como lo muestra este nuevo mensaje (leer también el reciente informe de Reporteros sin Fronteras sobre el crimen organizado).
Impunidad es precisamente el título del nuevo documental del cineasta helvético-colombiano Juan Lozano y de Hollman Morris. Premiada en su presentación en el Festival de Cine y Foro Internacional sobre los Derechos Humanos, el 11 de marzo en Génova (sitio en tres lenguas), la película denuncia la escandalosa amnistía de la que gozan los paramilitares, en apoyo de la mal llamada Ley de Justicia y Paz, adoptada en 2005.
Trailer de la película (advertencia: incluye imágenes fuertes).
Brutalidade e linchamentos
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras expresa su preocupación por los comportamientos histéricos y brutales de algunos ciudadanos contra la prensa, ocurridos en provincia estos últimos días. Una violencia como esta amerita sanciones, más rápidas aún, puesto que generalmente se conoce a los autores.
El 19 de marzo Ana Mercedes Ariza y su camarógrafo, Armando Camelo, corresponsales de la cadena televisiva pública Canal Uno, fueron agredidos por una veintena de individuos en el departamento de Santander. Los agresores culpaban a la prensa de haber provocado que la empresa canadiense Greystar desistiera de emprender un proyecto de explotación aurífero. Ana Mercedes Ariza, gravemente herida en la cabeza, el brazo y la pierna, fue hospitalizada en estado de shock. El mismo día, en el departamento de Tolima, Olberg Escobar, de la estación Radio Lumbí, se salvó por poco de que lo que lincharan por su cobertura, considerada mala, de un conflicto social. Finalmente, la denuncia de un caso de corrupción parece haberle costado una pedrada en la cabeza a Camilo Uribe Carriazo, director de la estación local Radio Chipilín, el 16 de marzo en el departamento de Sucre. La escena tuvo lugar en el municipio de San Marcos, el agresor es cuñado del alcalde.
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