Copyright O Globo, 16/3/2007; título original ‘Contrariado, Morales ameaça jornal’
Seguindo os passos de seu aliado venezuelano Hugo Chávez – que disse que não renovará a licença da rede venezuelana RCTV, por fazer acusações falsas contra ele – o presidente da Bolívia, Evo Morales, entrou ontem [quinta, 15/3] numa disputa com a imprensa de seu país. Morales ameaçou nacionalizar um jornal acusado pelo presidente de ‘inventar notícias contra o seu governo e omitir informações verdadeiras’.
O jornal em questão é o La Razón, pertencente ao grupo espanhol Prisa [que edita o El País]. O diário publicou recentemente duas reportagens que desagradaram Morales.
A primeira, na semana passada, foi sobre uma queda na arrecadação do governo, que teria perdido dinheiro com as nacionalizações implementadas por Morales em setores-chave da economia, como o energético – que influenciou diretamente a Petrobras – há mais de um ano. A outra reportagem foi publicada ontem [15/3] e afirmava que a Bolívia não constaria mais, este ano, da lista de 14 países que recebem fundos de até US$ 600 milhões anualmente da organização americana Millennium Challenge Coorporation – criada para ajudar países pobres a cumprirem os Objetivos do Milênio da ONU, relacionados à redução da pobreza.
Segundo a reportagem do La Razón, a Bolívia não receberia o dinheiro para o ano fiscal de 2008. Morales reagiu e disse que a reportagem é mentirosa, alegando que, apesar de a organização ainda não ter divulgado a lista, a ‘Bolívia continua nela’.
– Investiguei de onde vêm essas informações falsas e me disseram que vêm de um mesmo jornal espanhol. Se são espanhóis, até penso em nacionalizar – disse o presidente, durante a comemoração do aniversário de uma rádio indígena na cidade de El Alto.
A Associação Nacional de Imprensa (ANP, na sigla em espanhol) disse que nacionalizar um jornal seria ‘leviano e um erro tremendo’ por parte de Morales.
– Espero que as declarações tenham sido apenas um lapso – disse Gonzalo Torrico, diretor-executivo da ANP.
Segundo Torrico, declarações como essa são perigosas, ainda mais depois que o presidente prometeu, numa recente viagem sua ao Japão, respeitar os investimentos e a segurança jurídica de empresas estrangeiras que atuam na Bolívia.
Enquanto isso, seguem na Bolívia os debates da nova Assembléia Constituinte, cuja função é reescrever a Constituição. Ontem [quinta-feira], um comitê da assembléia aceitou uma proposta de fazendeiros de coca que querem proibir empresas estrangeiras de ‘usar o nome da folha sagrada nos seus produtos’ – o que afetaria marcas como a Coca-cola.
Morales, que entrou na política para defender os plantadores de coca, como ele, está conduzindo uma campanha internacional para convencer a ONU a permitir que a Bolívia exporte produtos feitos à base da folha como pasta de dentes, cremes faciais e chás. O comércio de produtos de coca é proibido desde 1961.
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Diário boliviano responde a acusações de líder
Copyright O Estado de S.Paulo, 16/3/2007
O jornal boliviano La Razón publicou ontem [sexta, 16/3] editorial [ver abaixo] respondendo às acusações do presidente Evo Morales – que disse que o diário publica ‘mentiras’ contra seu governo e ‘desinforma’ a população. Evo também insinuou que iria nacionalizar o jornal – que pertence a um grupo espanhol. No editorial, os jornalistas do La Razón exigiram que o Executivo dê garantias para que eles sigam trabalhando com liberdade.
A Associação Nacional de Imprensa (ANP), a Associação de Jornalistas de La Paz e a Federação dos Trabalhadores da Imprensa de La Paz apoiaram a atitude do La Razón e afirmaram que as declarações de Evo poderiam ser interpretadas como uma ameaça à liberdade de imprensa. A ANP anunciou que vai levar o caso para a assembléia anual da Sociedade Interamericana de Imprensa (SIP), na Colômbia.
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Culpar o mensageiro
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La Razón (La Paz, Bolívia), editorial de 16/3/2007 (em espanhol)Hace falta distinguir el mensaje del mensajero. Como portador de buenas y malas noticias, La Razón patentiza en sus páginas su carácter de diario independiente, plural y equilibrado. 17 años de sostenida construcción de credibilidad dan fe de esos valores
En la antigüedad, reyes, sultanes y otros gobernantes tenían una conducta común ante los mensajeros que les llevaban noticias poco afortunadas como, por ejemplo, la de una batalla perdida o una invasión territorial del enemigo. La reacción de ellos era matar al mensajero. En la Edad Media, la muerte fue cambiada por el azote y la tortura, pero la lógica continuó siendo la misma: castigar al mensajero.
De allí nace la expresión ahora de uso periodístico para designar la reacción de quien sintiéndose afectado por el contenido de una noticia prefiere apuntar contra el mensajero.
Algo de eso ocurrió la noche del miércoles cuando el presidente de la República, Evo Morales Ayma, arremetió contra La Razón, a la que acusó de mentir, publicar información falsa y desinformar a la población en dos casos puntuales referidos a la reducción de ingresos del Estado como efecto de los nuevos contratos con empresas petroleras, y la exclusión de Bolivia de los beneficios de la Cuenta del Milenio por el año 2007.
En esa intervención, el Presidente también insinuó que al ser este medio de comunicación de propiedad de accionistas españoles, podría nacionalizarlo, y advirtió que será el pueblo el que juzgará a La Razón. Fue, quizá, un exceso presidencial. No existe, en los 25 años de democracia boliviana, un antecedente similar de gobernante que se hubiera enfrentado así a un medio de comunicación.
No le corresponde a este diario polemizar ni confrontarse con el Primer Mandatario por respeto a su alta jerarquía.
Sin embargo, tanto en el caso de los contratos petroleros como de la Cuenta del Milenio, este medio se rigió por sus normas de trabajo para hacer periodismo responsable. Cada dato de ambas informaciones está confirmado y respaldado por fuentes.
La información publicada por La Razón acerca de la Cuenta del Milenio no contradice la explicación del Ejecutivo: Bolivia continúa siendo un país elegible, pero en el programa del 2007 quedó fuera por falta de una propuesta, como afirma la Corporación del Milenio y admite el propio Gobierno boliviano.
Expresiones como las vertidas por el Presidente pueden ser interpretadas como un intento de limitar el derecho a la información y una amenaza a la libertad de prensa vigente en el país, ambos valores fundamentales de toda democracia.
La Razón es parte de un grupo internacional de medios, pero su identidad y compromiso son bolivianos. Quienes hacen este periódico son bolivianos y sus periodistas, profesionales que merecen respeto por sus condiciones éticas. Este es un diario defensor de la democracia boliviana, de la institucionalidad, del Estado de Derecho, que respalda las iniciativas y esfuerzos públicos y privados para impulsar el desarrollo económico, la justicia e inclusión social y la superación de la pobreza.
Hace falta, pues, distinguir el mensaje del mensajero. Como portador de buenas y malas noticias, La Razón patentiza en sus páginas su carácter de diario independiente, plural y equilibrado. 17 años de sostenida construcción de credibilidad dan fe de ello. Y así como titula ´El país pierde $us 600 millones de la Cuenta del Milenio´, también encabeza sus ediciones con titulares que dicen ‘Evo muestra otra actitud y el MAS cede en la Asamblea’ o ‘El MAS propone un país con mayor poder social e indígena’.