Thursday, 14 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1314

Locutoras de rádio comunitária são mortas

Respecto al asesinato de Teresa Bautista y Felicitas Martínez, locutoras de la emisora La Voz que Rompe el Silencio, acaecido el 7 de abril en Putla de Guerrero (Oaxaca), la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC-México) se manifestó:

1. Exige al gobierno federal, al gobierno de Oaxaca y a la Comisión de Derechos Humanos de Oaxaca el esclarecimiento del móvil del atentado así como la detención y juicio de los autores del mismo, recordando lo que dice el principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: ‘El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada’.

2. Lamenta profundamente que Oaxaca siga siendo ejemplo máximo de impunidad y de violaciones a los derechos humanos, clara muestra de que México está aún muy lejos de ser un verdadero Estado Democrático de Derecho.

Requisito indispensável

3. No es la primera ocasión que emisoras en Oaxaca operadas desde las comunidades indígenas sufren agresiones, pues en el 2006 Radio Nnandia, emisora permisionada de Mazatlán Villa de Flores fue violentamente desalojada de las instalaciones de la emisora, así como Radio Calenda, ubicada en San Antonino de Castillo Velasco, en la que sus integrantes sufrieron disparos y fueron fuertemente golpeados. Las radios indígenas y comunitarias de Oaxaca se han distinguido en los últimos años por llevar información al servicio de las comunidades, rompiendo el esquema de los medios tradicionales.

4. Recuerda al gobierno mexicano que ‘la libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática’ (principio 1 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos).

Por más información, dirigirse a: Carlos Aparicio Gómez, representante AMARC México, aparicio@radiobemba.org [8 de abril de 2008]

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