Friday, 22 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1315

Oito jornalistas seqüestrados, dois assassinados

En México, la información puede ser fatal. Ocho periodistas fueron secuestrados en episodios independientes entre el 18 de febrero y el 3 de marzo, informan el Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Tres periodistas fueron liberados más tarde; uno de ellos murió a consecuencia de las torturas que sufrió. Los periodistas mexicanos en las salas de redacción guardan silencio sobre los secuestros por temor a represalias de los traficantes de droga. En otra parte del país que también está atrapada en el terror de los cárteles de la droga, otro periodista fue asesinado el 12 de marzo.

Los periodistas secuestrados trabajan para medios impresos y de radio y televisión y fueron secuestrados en Reynosa, estado de Tamaulipas, en el norte del país. Las fuentes declinaron dar los nombres de las víctimas o presentar quejas ante las autoridades debido al temor de represalias o poner en mayor peligro las vidas de las víctimas. Los secuestros se producen en un momento de enfrentamientos sangrientos entre dos cárteles de la droga en el área fronteriza de Reynosa, y la prensa ha sido intimidada para que no informe de la violencia. Los periodistas locales dicen que los cárteles están detrás de los secuestros y la policía corrupta los está protegiendo. ‘Una disputa interna en escalada entre los miembros de los cárteles de la droga ha segado más de 200 vidas en 14 días y colaborado con un apagón informativo’, informa la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA).

Autocensura dominante

El reportero Jorge Rábago Valdez, de 49 años, quien trabajaba para el diario de Reynosa La Prensa y las difusoras Radio Rey y Reporteros en la Red, fue secuestrado el 19 de febrero. Fue abandonado en una carretera menos de dos semanas después y fue encontrado vivo, pero inconsciente y con signos de tortura. Murió en un hospital el 2 de marzo. Miguel Angel Domínguez Zamora, un reportero para el periódico El Mañana de Reynosa, ha estado desaparecido desde el 1 de marzo.

Dos reporteros del grupo de medios Milenio fueron asignados a cubrir la violencia relacionada con las drogas en Reynosa. Fueron secuestrados el 3 de marzo y liberados al día siguiente. Un importante comentarista en Milenio, Ciro Gómez Leyva, escribió un editorial que afirma que los periodistas habían sido lesionados y sus secuestradores les habían advertido que se abstuvieran de informar sobre ellos. ‘El periodismo está muerto en Reynosa y un largo etcétera. No tengo nada más que decir’, dijo.

‘A medida que el tráfico de drogas, la violencia, y la ilegalidad se afirman’, dijo el CPJ, ‘los medios mexicanos son obligados a guardar silencio. Esta autocensura dominante está causando un grave daño a la democracia mexicana.’

O directo à informação

En un incidente separado, el reportero mexicano Evaristo Pacheco Solís fue encontrado muerto a tiros la semana pasada en Chilpancingo, estado de Guerrero, otra área convulsionada por una guerra abierta entre bandas de traficantes de drogas, informan RSF, CPJ y el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI). Pacheco Solís, un reportero para el semanario Visión Informativa, es el segundo periodista asesinado en Guerrero este año. Según informes de prensa, al menos 15 personas murieron la semana pasada en una serie de ataques violentos en Guerrero.

‘A medida que un periodista tras otro es asesinado aquí, la población mexicana, que está en la primera línea del violento conflicto del gobierno con los carteles de la droga, está siendo privada de su derecho a la información, y los valerosos periodistas mexicanos están siendo brutalmente privados de su derecho a informar’, dijo el IPI.