Es imposible para Reporteros sin Fronteras ignorar los riesgos a los que se exponen los periodistas haitianos y extranjeros mientras que las protestas sacuden el país desde el anuncio de los resultados de las elecciones generales, el 7 de diciembre de 2010. Advertimos a los militantes de los diferentes partidos o plataformas, quienes hasta ahora más han agredido a la prensa, de no hacer de ella el rehén de los ajustes de cuentas políticos. Nos preocupa la reciente multiplicación de incidentes que afectan a los periodistas y hacemos un llamado, de manera general, a la calma y al debate.
Los manifestantes inconformes son frecuentemente los partidarios del ex cantante y candidato Michel Martelly, privado por un pequeño margen a una segunda vuelta por Jude Celestin, de la plataforma política Inite. Acusado de fraude por sus detractores, el delfín y yerno del presidente René Préval permanece claramente aventajado por la gran ganadora de la primera vuelta, Mirlande Manigat, ex primera dama.
Desde el anuncio de los resultados, cuestionados tanto al interior del país como en el extranjero, los seguidores de los candidatos eliminados arman barricadas en las calles apilando llantas incendiadas para manifestar su cólera. El saqueo de la radiodifusora Radio Lebon FM, la noche del 7 de diciembre en Cayes (sur), responde aparentemente a que su propietario, Fritz Carlos Lebon, candidato al Senado, pertenece a la Inite.
Barricadas e protestos
La mañana del 9 de diciembre, marcada por un aumento de la violencia en Puerto Príncipe, Esther Dorestal, de la radiodifusora privada Radio Métropole, fue detenida e intimidada por jóvenes partidarios de Michel Martelly cuando iba al trabajo en taxi-moto. El mismo día, supuestos manifestantes robaron a Patrice Merisier, de Radio Galaxie, frente a la antigua sede del Consejo Electoral provisional. Una agresión contra un camarógrafo de la agencia en línea Haiti Press Network, acusada de favorecer al poder, fue registrada frente al Palacio Nacional. Por su parte, la agencia británica Reuters da cuenta de un robo cometido contra uno de sus periodistas.
Las barricadas y las protestas dificultan mucho el desplazamiento de la prensa en la capital aún en ruinas después del sismo del 12 de enero de 2010. Instalado por Reporteros sin Fronteras y el grupo canadiense Quebecor nueve días después del terremoto, el Centro Operativo de medios de comunicación, habitualmente muy frecuentado, permanece casi desierto desde el inicio de las protestas.
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