¿Qué técnicas narrativas y periodísticas utiliza un cronista para contar sus historias de fondo, esas que lo apasionan y que le ocupan tiempo de investigación y escritura? ¿Cómo hace reportería? ¿Cuáles son los elementos básicos de su formación intelectual y personal? Estas son algunas de las preguntas alrededor de las cuáles ha girado el taller que Alma Guillermoprieto tradicionalmente dicta para dar inicio al calendario anual de actividades de la Fundación.
Durante cinco días, los jóvenes periodistas que tomen el taller intentarán técnicas, temas, enfoques y escribirán textos que pocas veces pueden realizar en el ajetreado día a día de la sala de redacción, esta vez, teniendo como escenario a Cartagena de Indias para desarrollar crónicas desde otras miradas: a partir de la educación, la salud pública, la niñez, la cultura, el arte, la seguridad social, el medio ambiente y un sin número de temas sociales que reflejarán una ciudad fuera de la acostumbrada cotidianidad. Todo esto, lo harán guiados por Alma Guillermoprieto, quien quizás sea la voz periodística que más se lee en Estados Unidos cuando se quiere entrar a América Latina por la vía de crónicas y reportajes de fondo.
Basada en su experiencia profesional de 30 años escribiendo sobre América Latina para prestigiosos medios impresos, como The New Yorker y Washington Post, Alma propone ejercicios, alternativas y enfoques distintos; dialoga con sus jóvenes colegas y crítica su textos; dirige un taller que va más allá de las horas en el salón de clases, un taller que pretende desarrollar las habilidades narrativas al tiempo que la rigurosidad informativa en el género de la crónica.