Thursday, 26 de December de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1319

A novela do debate

A obsessão de Hugo Chávez em eternizar-se no poder só se equipara à sua compulsão em controlar a mídia venezuelana – e esta compulsão não se diferencia da fantasia de imaginar-se um grande estadista e um grande comunicador.


Sua última façanha no campo televisivo foi desastrosa. Queria aproveitar a presença de um grupo de intelectuais latino-americanos reunidos num evento internacional, em Caracas, para encaixá-los na maratona de quatro dias em comemoração ao 10º aniversário do seu programa Alô Presidente.


Desafiou o peruano Mario Vargas Llosa e os mexicanos Enrique Krauze e Jorge Castañeda a enfrentá-lo num debate ao vivo. Marcou dia, hora e lugar. Os visitantes aceitaram e indicaram Vargas Llosa para representá-los. Então Chávez percebeu a esparrela criada por seu imenso ego e pulou fora: só debateria com Vargas Llosa se ele fosse presidente do Peru. Mas, como não podia admitir um recuo, no fim da noite de sexta-feira (29/5) tentou uma contraproposta: os visitantes debateriam com ele e intelectuais venezuelanos, mas deveriam confirmar até às 9 horas da manhã de sábado.


Vargas Llosa, Krauze e Castañeda consideraram a telenovela venezuelana encerrada.


Hugo Chávez já foi repreendido publicamente pelo rei da Espanha com o famoso ‘por que não te calas?’; incansável, é o que no Brasil chamamos de ‘cara-de-pau’. Há mais de 70 anos, os obsessivos Joseph Goebbels e Benito Mussolini também se consideravam grandes comunicadores.


Em Tempo: Por ‘razões técnicas’, depois de dois dias Chávez resolveu suspender sua maratona televisiva em comemoração ao quarto aniversário do programa Alô Presidente [ver abaixo]. 


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Hugo Chávez evita debater com Vargas Llosa na última hora


Maye Primera, de Caracas # reproduzido do El País, 30/5/2009 (texto em espanhol)


A última hora, Hugo Chávez dio un paso atrás. El presidente venezolano rechazó el viernes por la noche la invitación a debatir sobre liberalismo y socialismo con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien desde el pasado miércoles se encuentra en Caracas, acompañado de un importante grupo de intelectuales latinoamericanos, que participaron en un foro sobre libertad y democracia el jueves y el viernes.


La idea de abrir un debate de esta naturaleza fue del propio presidente Chávez. El jueves, durante la maratoniana retransmisión de cuatro días de su programa Aló, Presidente, Chávez tuvo la ocurrencia de que podría ser interesante invitar a este grupo de intelectuales ‘de la derecha’ a participar en un debate televisado contra intelectuales ‘progresistas’. El mismo día, Mario Vargas Llosa y los escritores mexicanos Enrique Krauze y Jorge Castañeda aceptaron el ofrecimiento, a condición de que fuese el propio presidente quien mantuviese un cara a cara con Vargas Llosa, en quien delegaron los otros dos intelectuales. ‘Estamos a favor del diálogo como uno de los principios básicos que nosotros defendemos’, dijo Vargas Llosa.


Pero este viernes, Chávez prefirió no aceptar las condiciones de sus contrincantes, a pesar de que él mismo ya había puesto hora y fecha a la reunión -Palacio de Miraflores, ayer sábado, a las 11:00 de la mañana-. ‘Yo puedo ayudar moderando, pero el debate es entre intelectuales. Yo soy presidente’, alegó el mandatario venezolano, con la excusa de que para aceptar esa clase de debate Vargas Llosa debe ‘primero llegar a presidente’. ‘Yo estoy en las grandes ligas. Usted en AAA [ligas menores de béisbol]’, le dijo.


Para Vargas Llosa, el cambio de opinión del presidente no fue más que un pretexto, al sentirse ‘intimidado, consciente de la fragilidad de sus ideas’. ‘La conclusión es que él jamás se propuso seriamente tener un intercambio, jamás ha aceptado debatir con nadie. Siempre ha sido un monólogo autista. Los caudillos no saben dialogar. Nosotros estamos por el diálogo (…) Si el presidente sólo puede debatir con presidentes, ¿para qué nos invita a debatir o a discutir?’, se preguntó el escritor.


Éste ha sido, al menos hasta ayer, el último capítulo del culebrón en que se ha convertido la visita de este grupo de intelectuales liberales a Caracas. Cuando se anunció que Vargas Llosa, Castañeda, Krauze y Plinio Apuleyo Mendoza, entre otros, iban a acudir a Caracas, representantes del Gobierno y del Partido Socialista Unido de Venezuela amenazaron con expulsarlos del país si acaso criticaban al presidente Chávez. Al llegar al aeropuerto internacional de Maiquetía, tanto Mario Vargas Llosa como su hijo, el también escritor Álvaro Vargas Llosa, fueron detenidos durante un par de horas por funcionarios de seguridad del Estado. Y a otro invitado, el político dominicano Víctor Bisonó, ni siquiera le dejaron entrar al país.


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Chávez faz maratona televisiva — Monitor da Imprensa


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Chávez suspende sua maratona televisiva por ‘razões técnicas’


Maye Primera, de Caracas # reproduzido do El País, 1/6/2009 (texto em espanhol)


Hugo Chávez guardó silencio, por esta vez. Tanto el sábado como el domingo, el presidente venezolano suspendió el tercer y el cuarto capítulo de la maratoniana edición aniversaria de cuatro días de su programa Aló, Presidente. El sábado no hubo excusas por parte del Ministerio de Comunicación e Información.


Hugo Chávez guardó silencio, por esta vez. Tanto el sábado como el domingo, el presidente venezolano suspendió el tercer y el cuarto capítulo de la maratoniana edición aniversaria de cuatro días de su programa Aló, Presidente. El sábado no hubo excusas por parte del Ministerio de Comunicación e Información. El comandante, simplemente, no apareció en pantalla. Y el domingo, las radios y televisiones del Estado colocaron un aviso en el que el Ministerio de Comunicación e Información explicaba que Aló, Presidente había sido suspendido ‘por razones técnicas’.


El jueves, cuando comenzó la ‘telenovela por capítulos’ llena de ‘sorpresas’ que prometió a la audiencia para celebrar el décimo aniversario de Aló, Presidente, Chávez había hablado por espacio de ocho horas. El viernes, en el segundo capítulo, habló durante seis. Y el sábado y el domingo, hizo mutis.


Chávez había convocado un debate sobre liberalismo y socialismo, entre intelectuales ‘de derechas’ y de izquierdas para el sábado a las once de la mañana. El escritor peruano Mario Vargas Llosa se encontraba en Caracas desde el miércoles pasado, acompañado de un importante grupo de intelectuales latinoamericanos que participaron en un foro sobre libertad y democracia la semana pasada.


Mario Vargas Llosa y los escritores mexicanos Enrique Krauze y Carlos Castañeda aceptaron el reto, a condición de que fuese el propio presidente venezolano quien defendiera las ideas de su revolución en un cara a cara con Vargas Llosa. Chávez no aceptó participar de la discusión. ‘Yo puedo ayudar moderando, pero el debate es entre intelectuales. Yo soy presidente’. El mandatario venezolano alegó que para aceptar esa clase de debate, Vargas Llosa debía ‘primero llegar a presidente de Perú’. ‘Yo estoy en las grandes ligas. Usted en AAA [ligas menores de béisbol]’, le dijo.


Vargas Llosa respondió luego que la propuesta de Chávez fue poco seria desde el principio. ‘[Él] jamás ha aceptado debatir con nadie. Siempre ha sido un monólogo autista. Los caudillos no saben dialogar. (…) Si el presidente sólo puede debatir con presidentes, ¿para qué nos invita a debatir o a discutir?’, se preguntó el escritor.


La visita de este grupo de intelectuales a Caracas fue polémica desde el principio. Al llegar al aeropuerto internacional de Maiquetía, tanto Mario Vargas Llosa como su hijo, el también escritor Álvaro Vargas Llosa, fueron detenidos durante un par de horas por funcionarios de seguridad del Estado.