Con la ley antidescargas que lleva su nombre en el aire, pendiente de su rescate en el Senado tras el sonoro batacazo en el Congreso, la ministra habla del proceso de negociación, de la revuelta digital y de la reacción de los creadores.
Una esforzada librería de barrio de Pozuelo, población cercana a Madrid, es un lugar tan atípico como otro cualquiera para celebrar una entrevista con una ministra de Cultura el día de Nochebuena. Pero esta tampoco ha sido una semana típica en la vida política de Ángeles González-Sinde (Madrid, 1965). La empezó acosada por una rebelión digital en oposición a la norma antidescargas que lleva su nombre, esa disposición final de la Ley de Economía Sostenible (LES) que permitirá el cierre de páginas web que ofrezcan sin autorización contenidos sujetos a derechos de autor. La continuó como víctima de una negociación infructuosa del Grupo Socialista (con CiU, PNV y PP) para sacarla adelante a (casi) cualquier precio. Y la termina con la ley Sinde en fase de rescate para reanimarla a su paso por el Senado.
Pregunta. A falta de una semana para finalizar el año, ¿puede asegurar que habrá una ley Sinde?
Respuesta. Confío en que sí.
P. ¿En qué términos?
R. Espero que se parezca mucho al modelo propuesto por el Gobierno. Lo encuentro bastante equilibrado.
P. ¿Hasta dónde estarían dispuestos a atenuar la ley para sacarla adelante?
R. No puede quedar desnaturalizada. El plazo del tiempo es, por ejemplo, importante, porque es una vulneración masiva que no atiende a fronteras. Los periodos de tiempo son muy cortos en el lanzamiento de un disco, una película o un libro electrónico… No puede dilatarse durante años.
P. Rubalcaba ha declarado que si no hay ley Sinde, saldrá otra…
R. Claro.
P. ¿Qué tipo de ley? ¿Más descafeinada?
R. No. Una ley de protección de contenidos digitales. El usuario se queja de que al no encontrar un modelo alternativo de un modo legal, se tiene que ir a lo ilegal. Puede ser cierto en el caso de la literatura o el cine, pero no en el de la música. El motivo de que no se haga una reconversión industrial tiene que ver con que no haya una ley que proteja los contenidos.
P. Hoy por hoy no se puede ver una película en streaming legalmente en España.
R. Porque los inversores no se animan en este panorama.
P. Panorama que usted definió en una charla con periodistas como el Salvaje Oeste.
R. Aún no han llegado las leyes. Están por resolver conflictos de convivencia en la Red.
P. ¿Quiere decir que somos un país de piratas?
R. Hemos tenido un desarrollo muy rápido de las tecnologías, que no se ha visto reflejado en otros ámbitos. Hay que hacer un encaje, y no va a ser fácil.
P. Se ha empezado tarde.
R. Se ha empezado cuando se ha podido y cuando la necesidad social lo ha reclamado.
P. Sus antecesores fueron más cobardes que usted…
R. [Piensa] Intentaron campañas que no parecían eficaces.
P. ¿Si no se aprueba la ley, dimitirá?
R. No dimitiré. Que no se apruebe la ley no tiene que ver con mi gestión, tiene que ver con el equilibrio y el proceso parlamentario. Si dimitiese, significaría que no creo en el proceso democrático.
P. ¿En el fracaso de la ley Sinde no hay ninguna responsabilidad política de Ángeles González-Sinde?
R. En absoluto.
P. Cambiada la ley para salvar el trámite del Senado… ¿Será una ley que satisfaga al mundo de la cultura e incendie pavorosamente la Red?
R. El mundo de la Cultura ha visto de tal manera perjudicada su propia existencia que va a estar muy vigilante.
P. No ha respondido a si la Red se volverá a incendiar…
R. Quienes tienen intereses en la Red y se ganan la vida con esos negocios paralelos que no tributan ni cotizan a la seguridad social ejercen un tipo de economía sumergida que no es el modelo que socialmente me parece más interesante en estos momentos de crisis económica.
P. ¿Cree que los internautas amedrentaron con su rebelión a los políticos?
R. Creo que votaron siguiendo otros intereses electorales. En cuanto a los que montan esos líos en Internet, son gente que tiene mucho poder y que se revuelve en defensa de sus intereses. Dominan la tecnología más que otros agentes, de eso no hay duda. Mientras, los sectores de la cultura, se ha dicho que han tardado en contestar.
P. Entonces han tardado…
R. Lo han hecho cuando lo han considerado necesario.
P. Que ha sido tarde…
R. A juicio de algunos, sí.
P. ¿Y a su juicio?
R. No. Están en una situación de fragilidad. Las organizaciones empresariales de la cultura son muy débiles. Su capacidad de organización es muy distinta, pero su voz es muy escuchada.
P. ¿Cómo definiría las tácticas de los internautas?
R. Si pensamos en que bloquean las páginas que dan servicio a los ciudadanos, no parece muy buena idea. Si has querido solicitar una beca a lo largo de esta semana y has necesitado descargarte el formulario y no te has podido acercar al ministerio porque vives fuera de Madrid, no has podido hacerlo. Y para eso sirve la Red, para que una persona que vive en un pequeño pueblo de Extremadura tenga la misma igualdad de oportunidades. No me parece muy democrática impedirlo.
P. No pensará que un pobre chico de Extremadura se ha quedado sin su beca en Nueva York por la acción de los internautas.
R. Si había plazos que se cumplían esta semana, sí. El chico de Extremadura o el que va a venir a ver una exposición en el Museo del Traje de Madrid y no ha podido ver los horarios.
P. En su balanza, ¿qué pesa más: la seguridad jurídica en la Red o el interés del creador?
R. Son lo mismo. La seguridad jurídica en la Red es la seguridad jurídica de todos.
P. El pasado octubre dijo que en marzo de 2011 comenzaría la clausura de webs. Arrollada esa predicción por la realidad, ¿cuál es su nuevo plazo?
R. Primero se tiene que aprobar la ley, luego tiene que haber un decreto y eso son meses.
P. ¿Cuántos?
R. Cuatro, cinco meses desde que se apruebe la ley.
P. En verano.
R. Habrá que ver cuándo se aprueba la ley. Creo que el camino no será fácil.
P. Sí se lo parecía en octubre.
R. Ya le he dicho que la primera que no se ha sorprendido porque la ley no pasase el trámite del Congreso he sido yo. Desde hace varios años sé que es un tema difícil y controvertido entre los creadores incluso. Los hay que apoyan el Creative Commons o el copyleft. Me parece bien, pero también me parece que hay que poder elegir.
P. ¿Están los derechos de autor obsoletos?
R. Tienen que ser revisados. Y ese es el siguiente paso, la Ley de Propiedad Intelectual. Tenemos que ponernos con ella.
P. En febrero de 2010 dijo que su reforma no era cuestión ‘de mañana por la mañana’.
R. Es una ley que necesita tiempo y un clima de serenidad.
P. ¿Será antes de que acabe la legislatura?
R. Si diera tiempo sería lo ideal. Es una ley compleja que requiere un consenso importante. Siempre es muy difícil legislar en un momento de transformación y de fragilidad.
P. Si ‘mañana por la mañana’ acabase su mandato, sería recordada como la impulsora de una de las leyes más polémicas de la historia de la cultura.
R. Eso… si paso a la historia.
P. ¿Sienta bien el martirio?
R. Muchos políticos me dicen que tengo suerte por haber causado mella con mi trabajo en tan poco tiempo. No creo que eso sea un martirio.
P. ¿Pactará sobre el control judicial para salvar la ley Sinde?
R. El control judicial de nuestra propuesta es máximo, no sé por qué tiene que haber más jueces…
P. ¿Y el arbitraje?
R. Si se quiere meter en esta ley cuestiones que deberían estar en otra ley de propiedad intelectual y hay consenso parlamentario, pues se pueden meter.
P. Mejor habría sido enfocar todo este esfuerzo y tiempo en la reforma de la ley de propiedad intelectual que no en el parche de la ley Sinde. ¿No se arrepiente de haber metido la norma antidescargas de rondón en la disposición final de otra ley?
R. No creo que se haya metido de rondón. Tiene un sentido porque es un tema económico.
P. Créame que mucha gente se ha sentido estafada o a punto de ser estafada al ver que actuaban de esa manera.
R. Yo creo que las personas que tienen interés se leen las leyes hasta el final.
P. ¿No se quiso ocultar el proceso?
R. ¿Cómo se va a poder ocultar eso? Ha habido muchísimo tiempo para debatir.
P. ¿Y en que se ha ido ese tiempo para tener que negociar contrarreloj el martes?
R. No soy el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso.
P. Esta respuesta refuerza la teoría de que usted no ha tenido nada que ver en la negociación, que se ha mantenido al margen.
R. He intervenido como el resto de los ministros afectados.
P. Algunos dirigentes socialistas critican que se ha quedado demasiado al margen.
R. ¿Usted cree que yo he estado al margen del proceso y la ley se llama Sinde?
P. Yo no creo nada. Dígamelo usted…
R. En absoluto he estado al margen.
P. Compañeros suyos del mundo de la cultura opinan lo contrario.
R. Estoy absolutamente implicada porque es una de las obligaciones del ministro de Cultura velar por la propiedad intelectual.
P. ¿Se ha sentido sola?
R. No. Para la vicepresidenta De La Vega [la norma] era importante. También lo es para Rubalcaba.
P. Da la sensación de que el Gobierno dejó caer la ley…
R. Cuando CiU y el PNV negaron su apoyo y se empezó a negociar con el PP, los requisitos eran inaceptables y el Gobierno prefirió no aprobarla a cualquier precio.
P. ¿Le defraudó que los creadores, salvo excepciones, se quedaran en su torre de marfil aquel día?
R. Los creadores han salido en tromba cuando han tenido conocimiento. Creo que un país debería preocuparse cuando un sector lleva sintiéndose desde hace años cohibido o amenazado. El ataque que ha sufrido el señor Alejandro Sanz o el señor Miguel Bosé o Alex de la Iglesia… es intolerable.
P. ¿Suscribe las fuertes palabras de Alejandro Sanz del jueves en este periódico?
R. El artículo me gustó.
P. ¿A qué hora supo que la ley Sinde sería tumbada?
R. Un día antes de la votación ya pensaba que la ley no saldría.
P. ¿Le llamó Zapatero después del batacazo?
R. Claro. Dijo que su compromiso por la defensa de la propiedad intelectual es a ultranza. Y que no me preocupara. Siempre me preocupa que mi trabajo perjudique a la acción de Gobierno. Quizá no sea tan cómodo trabajar sabiendo que el año que viene vas a tener un recorte presupuestario aun mayor que en el pasado. Eso te dificulta cosas como la negociación de la colección de la baronesa Thyssen.
P. ¿Puede garantizar que la colección se quedará en Madrid?
R. Yo espero que sí.
P. Entonces, no puede garantizarlo.
R. No depende solo de mí.
P. ¿Se siente escuchada en los Consejos de Ministros?
R. Totalmente.
P. ¿Entiende que Fernando Trueba se declare objetor fiscal?
R. Respetaría su decisión.
P. ¿Se volvería a meter en política?
R. Sí, eso no quiere decir que vaya a hacer una carrera.
P. ¿Pidió el Gobierno a la Embajada de EE UU que presionase a CiU y PP para apoyar la ley Sinde, como han revelado los papeles de Wikileaks?
R. Tendrá que preguntárselo al Departamento de Estado.
P. ¿Pero visitó al embajador?
R. Se visita a los embajadores cada semana, y no solo al de EE UU…
P. ¿Cuántas veces lo visitó?
R. Tres o cuatro.
P. ¿Trataron de piratería?
R. Se tratan temas culturales que afectan a su país.
P. ¿La presión de EE UU ha tenido que ver en el endurecimiento de la lucha contra la piratería?
R. Es una de sus grandes preocupaciones, y la verdad, no creo que estén muy contentos.
P. ¿Cuándo se cumplirá la sentencia de la UE sobre el canon digital?
R. Espero que antes de Semana Santa, porque está paralizando todo lo demás y creando mucho desconcierto.
P. ¿Ha visto la página del Sindegate?
R. No. Ese consejo me lo dio el rey el día de mi toma de posesión. No hay que gobernar según lo que diga la prensa ni la opinión pública. O al menos, no solo en base a eso
P. Si leyese los comentarios de las webs de los periódicos sabría que para un amplio sector de la población las gentes de la cultura tienen peor prensa que el cólera.
R. Tiene razón. ¿Y cómo lo deshacemos? Es un asunto que trato muy a menudo con Alex de la Iglesia
P. ¿Ha navegado por esas webs que quiere cerrar?
R. No.