(em espanhol)
Reporteros sin Fronteras protesta por la condena, de tres años de cárcel, al periodista y militante de los derechos humanos Carlos Brizuela Yera.
‘Un año después de la detención de 75 disidentes, la condena de Carlos Brizuela Yera y otros nueve militantes de los derechos humanos viene a recordarnos que, en Cuba, el gobierno criminaliza simplemente el hecho de pensar de forma diferente. Pedimos la libertad inmediata de este periodista’, ha manifestado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
La organización ha dicho estar consternada, al saber que otro periodista, juzgado con Brizuela Yera, declaró en la vista que es un agente infiltrado. ‘Estos métodos estalinistas alcanzan la cúspide de la manipulación. Este tipo de anuncio no tiene más objetivo que extender la paranoia entre los disidentes, cuya creciente importancia preocupa al régimen’, ha dicho indignado Robert Ménard.
Por otra parte, ha expresado su preocupación tras conocer que el célebre periodista y poeta encarcelado Raúl Rivero padece una bronconeumonía. ‘Es algo revelador de las malas condiciones en que se encuentran detenidos periodistas y disidentes en Cuba. Y es aun más preocupante cuando se sabe que varios de ellos están detenidos en condiciones aun más difíciles que las de Raúl Rivero’, ha añadido la organización, que también está preocupada por Oscar Espinosa Chepe, al que recientemente le han informado que van a trasladarle del hospital en que se encuentra, a pesar de su mal estado de salud.
Proceso en Ciego de Avila
El 26 de abril de 2004, Carlos Brizuela Yera, de la agencia de prensa independiente Colegio de Periodistas Independientes de Camagüey (no reconocida por las autoridades), fue condenado a tres años de cárcel por ‘desacato’, ‘desorden público’, ‘resistencia a la autoridad’ y ‘desobediencia’. El tribunal provincial popular de la ciudad de Ciego de Avila (Centro), dictó sentencia al final de una jornada de audiencia. Carlos Brizuela Yera fue juzgado junto con otras nueve personas por manifestarse, el 4 de marzo de 2002, delante del hospital en que se encontraba ingresado Jesús Alvárez Castillo, al que la policía había golpeado.
Entre las otras personas figura Lester Téllez Castro, director de la agencia independiente Agencia de Prensa Avileña (APLA) en el momento de los hechos quien, sin embargo, durante la vista reveló ser en realidad un agente de la Seguridad del Estado (policía política), respondiendo al seudónimo de ‘Ignacio’. Sin embargo, habría manifestado ‘arrepentirse’, excusándose por haber tomado partido por ‘una causa inútil e injusta’, refiriéndose a la Seguridad del Estado. Según una fuente que quiere permanecer en el anonimato, la madre del periodista, Hidelisa Castro Campo, que ha visitado varias veces a su hijo desde que le detuvieron, en la cárcel, no cree en sus declaraciones. Siguen siendo una incógnita las razones por las que Lester Téllez Castro fue encarcelado, a pesar de su estatuto de agente infiltrado, y posteriormente condenado, este 26 de abril, a tres años y medio de cárcel.
Los otros ocho acusados son miembros de la organización local de defensa de los derechos humanos Fundación Cubana de Derechos Humanos (FCDH), una asociación no reconocida por las autoridades. Según Jesús Alvárez Castillo, citado como testigo en el juicio, les han condenado a penas que van de tres años de residencia vigilada a siete años de prisión incondicional. Juan Carlos González Leyva, director de la FCDH, ha sido condenado a cuatro años de prisión pero, al parecer, podrá cumplir el resto de su pena en residencia vigilada. Presentado como el único preso político ciego que se conoce en el mundo, su caso suscitó fuertes reacciones de la comunidad internacional. Entre otros, recibió el apoyo de la Unión Europea.
En la sala del juicio solo pudieron entrar dos miembros de la familia de cada uno de los acusados. Según un testigo, estaba principalmente ocupada por agentes del Estado, y la policía tenía acordonados los alrededores del tribunal.
Recordatorio de los hechos
El 4 de marzo de 2002, Jesús Alvárez Castillo, de la agencia de prensa independiente Cuba Press, fue violentamente golpeado por unos policías, cuando se disponía a cubrir una reunión de la FCDH. Alertados por Lester Téllez Castro, una decena de militantes de la FDC acudieron en cortejo al hospital donde habían ingresado al periodista, y después se manifestaron en el hall del establecimiento, gritando eslóganes contra el régimen.
Jesús Alvárez Castillo confió a un representante de Reporteros sin Fronteras, en octubre de 2002, que se trataba de un golpe montado, para detener al grupo en flagrante delito de desacato y rebelión. El periodista declaró estar convencido que le habían agredido voluntariamente, para atraer a los militantes a un lugar público, donde podían ser filmados y detenidos.
Enfermos algunos periodistas encarcelados
El 22 de abril de 2004, el periodista y poeta encarcelado Raúl Rivero informó a su esposa, Blanca Reyes, que padece una bronconeumonía. Ella preguntó a las autoridades si está recibiendo la asistencia médica que necesita.
Según ella, la enfermedad ‘es el resultado de los once meses pasados en una celda húmeda, estrecha y oscura’, y de la mala alimentación. ‘A Raúl se lo llevaron hace más de año de mi casa en perfectas condiciones, salió ileso de aquí, pero ahora su estado de salud es preocupante’, ha subrayado la esposa del poeta. Fundador en 1995 de la agencia Cuba Press, recibió el Premio Reporteros sin Fronteras-Fundación de Francia en 1997, por su acción en favor de la libertad de prensa en su país. El próximo 3 de mayo, la UNESCO le entregará también su premio mundial de la libertad de prensa.
Por su parte, en un mensaje recibido en Reporteros sin Fronteras, Miriam Leiva, esposa del periodista y economista Oscar Espinosa Chepe, ha manifestado su preocupación tras haberle visitado el 25 de abril. Según ella, le han informado de que pronto le van a trasladar, sin precisar más. El periodista, que padece una cirrosis hepática y tumores cancerosos, se encuentra actualmente detenido en el hospital militar Carlos J. Finlay, de La Habana.
A Miriam Leiva le preocupa un traslado, cuando es muy débil el estado de salud de Oscar Espinosa Chepe. Cuenta también que sus guardianes le acusaron injustamente de haber sacado clandestinamente algunos documentos del hospital. Ella teme que esa acusación sea un pretexto para trasladarle a un lugar en el que las condiciones de detención sean aun más severas.
Raúl Rivero y Oscar Espinosa Chepe forman parte de los 75 disidentes detenidos en marzo de 2003, y condenados a graves penas de cárcel. Sus colaboraciones con medios de comunicación extranjeros fueron calificadas de ‘actos contra la independencia y la integridad territorial’. En total, 30 periodistas se encuentran encarcelados en Cuba, donde solo está autorizada la prensa oficial. Otras familias de periodistas han dado cuenta de las malas condiciones en que se encuentran detenidos sus parientes.