Monday, 18 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1314

Josep Maria Casasús

LA VANGUARDIA

"Contra la crónica contra una ?contra?", copyright La Vanguardia, 27/01/02

"He atendido llamadas y cartas de reconocimiento, extensivo también al director del diario, José Antich, y al periodista Víctor-M. Amela, por las explicaciones y excusas formuladas en este espacio, el pasado 6 de enero, a propósito de la publicación, en ?la contra? de la pasada Navidad, de una entrevista con Llogari Pujol, titulada con una de sus afirmaciones: ?Jesús nació 3.000 años antes de Cristo?.

En esta sección, sin embargo, sólo caben las quejas, incluidas las dirigidas contra el defensor del lector. Recuerdo haber leído en una crónica de defensor de otro diario que, a raíz de la protesta formulada contra uno de sus dictámenes, un lector le había preguntado: ??Quién nos defiende del defensor??. ?El propio defensor?, contestó mi colega.

Atendí dos quejas por mi crónica ?Contra ?la contra? de la pasada Navidad?. Una, el día después de publicarla. La expuso por teléfono el lector Jordi Puntas Calveras, de Berga. La otra llegó diez días más tarde.

Es una nota enviada el 15 de enero por el lector Albert Riba, presidente de Ateus de Catalunya. Extraigo párrafos sustanciales, como hago con todas las cartas citadas en estas crónicas. En esta ocasión la honradez dispone reproducir la parte del escrito que concreta la queja contra el ejercicio del defensor en ese caso, reflejado en la crónica.

Dice Albert Riba: ?Lo que me parece grave no es que ciertos lectores se disgusten o protesten por algo que no se adecua a su forma de pensar, porque están en su derecho de hacerlo, o que se cuestione la idoneidad de la fecha para la aparición de la entrevista, que es hasta cierto punto comprensible, aunque dichos lectores también harían bien en reflexionar sobre el significado de los términos ?pluralidad? y ?tolerancia?; lo que es grave y peligroso es que el responsable de velar por el respeto, la neutralidad de las informaciones y de ?vigilar que el tratamiento de los textos, titulares y material gráfico esté acorde con las reglas éticas y profesionales del periodismo? (según reza el propio Estatuto del defensor de La Vanguardia) tome partido flagrante en el ejercicio de sus funciones por una opción ideológica y se dedique a hacer escarnio de las demás?.

Añade este lector: ?Que el redactor que efectuó la entrevista sea ?interpelado? por el ?defensor? por un trabajo neutro y profesional es algo más propio de una caza de brujas que de un medio plural. Ante tal constatación algunos no sólo no nos sentimos ?defendidos? por el supuesto ?defensor?, sino que nos sentimos realmente ?ofendidos? por su actitud partidista y destemplada. La pregunta que cabe formularse entonces es: a qué lectores defiende el ?defensor?, ya que por su calidad y prestigio La Vanguardia es afortunadamente un periódico de amplia difusión, leído por personas de todas las extracciones sociales e ideologías. ?O es que acaso pretenden acabar con ello??.

El defensor está obligado a defender a todos y cada uno de los lectores, y se prohíbe a sí mismo mermar este espacio con alegaciones en defensa propia. Considero que en esta sección tiene derecho a justificarse todo periodista objetado, excepto el defensor.

Un dato biográfico sobre un ex alcalde de Badalona, incluido en una noticia distribuida por la agencia Efe, motivó que Joan March i Blanch, hermano del difunto, solicitara la mediación del defensor del lector.

Este lector formula la siguiente petición: ?Mucho les agradecería que ustedes o la agencia Efe me explicaran cómo se las arreglaba mi hermano Santiago, ex alcalde de Badalona, para organizar -sin tener vínculos castrenses- desfiles militares por las calles del municipio badalonés durante los años cincuenta (hago referencia a la nota publicada el 5 de diciembre donde se dice que, el entonces alcalde, gobernaba Badalona)?.

Efectivamente, La Vanguardia insertó aquel día (página 7 de ?Vivir?) un despacho de la agencia Efe que informaba del fallecimiento de Santiago March Blanch y en el que aparece esta referencia objetada.

Solicité a la agencia que explicara la citada apostilla. La delegada de Efe en Cataluña, Esther Grávalos, me ha contestado que su corresponsal en Badalona compulsó ese dato en dos libros: ?Historia de Badalona?, dirigido por Joan Villarroya (Editorial Museu de Badalona, pág. 217), e ?Historia gráfica de Badalona?, de Nuria Casal Cortés y Jordi Padró Werner, vol. II, 1939-1975 (Editorial Museu de Badalona, pág. 79).

En ambos libros se constata que hubo desfiles, pero no militares. La delegada en Cataluña de la agencia Efe reconoce este error: ?Calificamos de militares desfiles que eran de falangistas, error inducido por una foto en la que aparece el citado alcalde pasando revista junto a un militar?.

El defensor del lector de La Vanguardia ha verificado a su vez estos datos en el archivo del Museu de Badalona gracias a la colaboración del lector Eugeni Frías i Gavaldà.

Un dato visual de la ceremonia inaugural de la presidencia española en la Unión Europea llamó la atención del lector Jorge de Armengol, de Palma de Mallorca.

En una carta, enviada el pasado 15 de enero, me explica que en la foto publicada en la página 4 de La Vanguardia del 31 de diciembre se observa que el símbolo del euro se colocó ?boca abajo? en las manos del actor que lo sostenía en aquel acto.

Apostilla este lector, con sentido del humor: ?Este error de poner el euro ?boca abajo? ?es un mal presagio??. Si fuera así, cosa que nadie desea, la responsabilidad por la mala noticia no recaería, en este caso, en los mensajeros. Ni el fotógrafo (José Huesca), ni la agencia (Efe), ni el diario pueden enmendar el error del maestro de ceremonias de los servicios comunitarios en Bruselas."