A VOZ DOS OUVIDORES
LA VANGUARDIA
"Quiebra ética y ambigüedades", copyright La Vanguardia, de Barcelona (Espanha), 22/4/01
"En una carta que ?La Vanguardia? publicó el 15 de abril, el lector Josep Miquel Villagrasa, de Terrassa, ve contradicciones entre dos casos concretos respecto al enfoque de la ética periodística.
Compara los recursos empleados por el periodista alemán Günter Wallraff en la obtención de materiales para su libro ?Cabeza de turco? con los utilizados por un reportero del periódico dominical “News of the World” disfrazado de jeque árabe para conseguir unas indiscreciones de Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo de Windsor, la casa reinante en Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Ciertamente, en ambos casos se aplicaron fórmulas similares. Presentan entre sí, sin embargo, diferencias sensibles desde el punto de vista de la deontología periodística, la ética aplicada al ejercicio profesional.
Günter Wallraff abordó su trabajo para escribir ?Cabeza de turco? (Anagrama, Barcelona, 1994) de acuerdo con los objetivos del denominado periodismo de experimentación. El periodista se caracterizó de emigrante turco en Alemania para experimentar en su propia persona las duras condiciones de vida de aquel colectivo, víctima de abusos.
Es oportuno precisar que él no inventó este método, aunque se diga lo contrario. Pongo dos ejemplos clásicos de antecedentes de esta variedad de gran reportaje: la obra ?Germinal? (Espasa Calpe, Madrid, 1999) que Émile Zola escribió en 1885 después de vivir con los mineros en el norte de Francia, y la serie ?Viatge en Transmiserià? (La Campana, Barcelona, 1995), que publicó Carlos Sentís en el semanario ?Mirador? en 1932, después de viajar en el autobús clandestino que llevaba obreros murcianos a Barcelona.
En cambio, el reportero de ?News of the World? que sonsacó opiniones íntimas de Sophie Rhys-Jones ocultó su condición de periodista no para reflejar en un reportaje las vivencias de un grupo de personas anónimas. Se convirtió en impostor para arrancar confesiones a unas personas que identifica y a las que había tendido una trampa. Esta segunda práctica es éticamente condenable.
La reprueban todos los códigos deontológicos. En Gran Bretaña, precisamente, el código de la comisión de Reclamaciones a la Prensa y de los editores de diarios dice: ?Los periodistas no deben obtener o tratar de obtener información o fotografías por medio de tergiversaciones o subterfugios?.
El catedrático Fernando Martínez Vallvey, de la Universidad Pontificia de Salamanca, consultado por el defensor, opina: ?La diferencia entre aquel trabajo de Wallraff y la actuación del reportero de ?News of the World? radica en el valor intrínseco de la información. Wallraff denunció actividades ilegales o incorrectas de organismos privados y públicos, acción que sirvió para un mejoramiento de la sociedad. En las declaraciones de Rhys-Jones sólo encontramos opiniones sobre personas. Estas opiniones no tienen como finalidad mejorar la sociedad, sino alimentar un morbo. En ningún caso se referían a comportamientos que puedan ser delictivos o equívocos. Aquí está la diferencia y por eso se puede decir que el periodista británico no ha actuado correctamente?.
Aclaraciones a una crónica
Una de las cuatro crónicas que el corresponsal de ?La Vanguardia? en Londres, Rafael Ramos, ha publicado sobre ese caso (la del 10 de abril, página 10) ha motivado una carta de queja del lector Ricardo Churruca y Colón de Carvajal, conde de Churruca, de Barcelona.
En ella puntualiza dos cuestiones: ?La condesa Wessex nunca dijo que su marido era gay, sino justamente lo contrario, que no era gay?; ?no fue la princesa Margarita la que despreció a la pobre señora que ofreció unas flores, sino la princesa real Ana?. Y añade: ?La princesa Margarita está muy enferma, y no es justo que publiquen semejante mala conducta en ella?. ?Qué ocurrió?
Ramos contesta a requerimiento del defensor: ?La secuencia de acontecimientos es como sigue. Un periodista del ?News of the World? se hace pasar por jeque árabe y habla con la condesa de Wessex y su socio en la compañía de relaciones públicas, Murray Harkin, grabando la conversación. El periódico pacta con el palacio de Buckingham una entrevista exclusiva con Sophie a cambio de guardarse la historia, y la titula en portada ?Mi Eduardo no es gay?. El contenido aproximado de las cintas se filtra, sin embargo, a otros medios rivales, que lo publican, y el ?News of he World?, a pesar del pacto con palacio, responde publicando la transcripción de las grabaciones. Preguntado por el ?jeque árabe? si Eduardo es gay, Harkin responde: ?Cuando el río suena, agua lleva??.
Admite Ramos en la alegación que extracto: ?Por supuesto que el párrafo de mi crónica que explica esa frase tal vez podría haber sido redactado de una manera más clara. Pero no sólo ese, sino todos los párrafos. Es una cuestión subjetiva de interpretación?. Añade: ?En cuanto a la confusión de la princesa Margarita con la princesa Ana es un lapso mental de los que se producen a veces?.
La falta de claridad de un texto y los errores los subsanan a veces el sentido común y los conocimientos en el momento de la lectura. Pero la carga del rigor debe ponerse aquí, obviamente, en el momento de la escritura.
?BEBER VINO moderadamente es más saludable que ser abstemio y peor, claro está, que beber en exceso.? Esa frase se atribuyó a un científico en una información de Ramon Francàs (2 de abril, página 32). No es ?peor? sino ?mejor?. Los lectores Jordi Mur y Javier Romaní iniciaron el goteo de quejas por este error cuya enmienda tampoco debe endosarse al sentido común de los lectores."
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