A VOZ DOS OUVIDORES
LA VANGUARDIA
"Las recetas de las crónicas", copyright La Vanguardia, de Barcelona, Espanha, 20/5/01
"Suelo denominar crónica al texto preparado cada semana para este espacio reservado a la defensa y orientación de los lectores. De vez en cuando algunos me preguntan por qué lo denomino así en lugar de emplear la palabra artículo con la que ordinariamente se califica cualquier pieza periodística insertada en la prensa.
En sentido amplio todo son artículos. Pero en sentido estricto el artículo sólo es una modalidad específica de los géneros de opinión. El artículo es la variante más genuina del género de opinión. Es el género de opinión por excelencia. El artículo es un texto donde el autor desarrolla un asunto con entera libertad de ideas, estilo y argumentación.
El profesor Luis Núñez Ladevéze, catedrático de Periodismo en el CEU-San Pablo de Madrid, opina que los textos que escribimos los defensores del lector deben clasificarse dentro del género denominado columna. Así lo manifestó en un coloquio, tras la conferencia que di en aquel centro. Una alumna me había preguntado: ??Lo que escriben los defensores del lector es una crónica o un artículo??. ?Es una columna?, terció Núñez.
Pero la columna es una pieza de opinión con otros rasgos: exhibe un sello muy personal, suele aparecer con una frecuencia no ceñida necesariamente a periodicidad y, según el profesor Lorenzo Gomis, está dotada de una ?atmósfera de intimidad? ( ?Teoria dels gèneres periodístics?, CIC, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 1989, pág. 168).
En cambio, los rasgos de esta pieza tan peculiar que escribimos los defensores se ajustan más a la definición de crónica periodística. De entrada, porque se publica con una periodicidad estricta, concepto vinculado al sentido etimológico de la palabra crónica.
Pero también porque los escritos de los defensores del lector tienen una estructura híbrida. En ellos se combinan hechos y comentarios, recursos narrativos y recursos argumentativos. Las crónicas periodísticas se caracterizan además por incluir datos precisos y declaraciones ajenas. Esta sección del defensor incorpora las formuladas por quienes nos escriben y por periodistas que dan explicaciones a las quejas o a las consultas.
Toda crónica, ya sea de corresponsal o de defensor del lector, por citar sólo dos funciones que se acogen a esa modalidad de género, puede incluir opiniones ajenas fragmentadas, pero deben ser transcritas literalmente y articuladas en un contexto que dé sentido y facilite claves para la interpretación.
El pasado 26 de abril se cumplieron exactamente 25 años de la publicación en el semanario norteamericano ?Newsweek? de una crónica de Arnaud de Borchgrave, titulada ?Juan Carlos mira hacia delante?, que tuvo una notable repercusión política en aquel momento.
El núcleo del impacto que aquella pieza periodística causó en la opinión pública fue concretamente una frase breve atribuida al Rey, insertada en el texto con una solución que es típica de la crónica: aislada, directa, colocada en el marco de una situación, una interpretación y un ambiente. En ella se decía que el rey Juan Carlos había calificado al presidente del gobierno aún en ejercicio, Carlos Arias Navarro, de ?desastre sin paliativos? (?an unmitigated disaster?).
Era un anuncio de cómo evolucionarían los acontecimientos en España. Dos meses después de publicarse esa crónica en ?Newsweek?, el día 1 de julio de 1976, el Rey pidió la dimisión a Arias Navarro.
El autor del texto, el periodista Arnaud de Borchgrave, jefe de la oficina de aquel semanario en París, había entrevistado al Rey en el palacio de la Zarzuela. Don Juan Carlos expuso al periodista sus planes institucionales y manifestó que le incomodaba la orientación seguida por el presidente Arias Navarro, cuya línea de actuación entorpecía la necesaria apertura democrática española.
Borchgrave, de acuerdo con la técnica de la crónica, no dio forma de entrevista a estas declaraciones, aunque se percibía, por el contexto, que había tenido acceso al Rey, la fuente más autorizada en ese caso concreto.
LOS MALES CRÓNICOS del periodismo cuestan mucho de extinguir. Pero ello no es excusa para no combatirlos con el fin de paliarlos o atenuarlos, por lo menos.
Uno de ellos son algunas ambigüedades causadas muy a menudo por las prisas inherentes al periodismo. En ciertos casos las puede amortiguar, precisamente, el contexto, ese factor que suele trabar a las crónicas.
Es arriesgado abusar de él. En periodismo no puede darse casi nada por sobrentendido. Se dan a veces explicaciones poco claras, como ésta relativa a la imagen de la Virgen de Núria: ?Se fue al exilio, como tantos catalanes, y vivió la lucha contra el franquismo? (página 37 de la edición del pasado día 29).
El lector Eduardo Palomar considera que de ella se colige que la imagen siguió el camino del exilio por culpa del franquismo. El redactor Josep Playà Maset, autor de esa crónica que incluía unos datos históricos, alega que el contexto de la pieza arrojaba luz sobre aquella oración inicial. Veámoslo.
En párrafos sucesivos se explica que la talla fue llevada a Francia en 1936 por temor a que la destruyeran, que fue devuelta al santuario en 1941, y que después, en 1967, fue secuestrada por un grupo de la resistencia catalanista. Pero, ciertamente, la frase introductoria objetada se presta a confusión.
OTRO DIARIO, ?La Voz de Galicia?, tiene ya Defensor del Lector. Allí le llaman Amigo del Lector. Se comentó en las Jornadas sobre Periodismo, esta semana en Santiago de Compostela, donde di una conferencia sobre la función de defender a los lectores."
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