La plantilla que acabó su turno el viernes —Telemadrid volvió a emitir después de 20 días con la pantalla en negro— se fue de la Ciudad de la Imagen sin saber quiénes continuaban y quiénes eran despedidos. Sin embargo, a última hora de la tarde ya estaban llegando a Correos sacas con los burofax que informaban a los afectados su salida de la empresa. Los primeros en conocer que habían perdido su empleo fueron los trabajadores del turno de fin de semana que entraban por la noche. El encierro que comenzó el viernes fue levantado al mediodía y a las cinco de la tarde de ayer terminaron de llegar las últimas cartas de despido. “El timbre ha sonado a las ocho de la mañana”, decía una productora que entró hace 27 años en Onda Madrid, la emisora radiofónica del ente público, y que ayer se negó a recoger el burofax. “Lo haré el lunes”, añadía resignada.
La criba ha afectado especialmente a camarógrafos, productores, realizadores, mezcladores, personal de control de sonido y redactores. Incluso han sido despedidos los peluqueros y los maquilladores. Con este desamantelamiento, Telemadrid podría tener serias dificultades para sacar adelante los telediarios. Para solventar esta situación fuentes de la cadena aseguran que ya se han establecido contactos con empresas de servicios audiovisuales para gestionar el control central.
Tras la oleada de despidos, el plan es externalizar tanto paquetes de contenidos como de servicios. Varias productoras privadas (Secuoya, Vértice) no han ocultado su interés por hacerse con la gestión de parcelas de las televisiones autonómicas. Han puesto sus ojos en Telemadrid pero hasta que empiece el proceso de privatización parcial de la televisión pública, el ente tendría que convocar los correspondientes concursos. Como solución de emergencia, y antes de que se lleven a cabo las licitaciones, Telemadrid podría recabar el apoyo técnico de una multinacional del sector de las telecomunicaciones.
El director general de Radio Televisión Madrid (RTVM), José Antonio Sánchez, trasladó el jueves a los trabajadores las categorías de los 829 afectados (de un total de 1.169 que integran la plantilla del ente público). Este documento especificaba que la extinción de los contratos se acometería desde la fecha de la firma estampada por Sánchez (10 de enero) hasta el próximo 30 de abril. Pero por el volumen de burofax que ayer estaban en circulación, el comité de empresa estima que una gran mayoría de los incluidos en la lista se irán en esta tacada.
“Muchos pasamos por un concurso público y nuestra plaza fue publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad. Siempre he pensado que yo era un empleado público, pero ahora me están robando una oposición”, se quejaba un trabajador. “En Telemadrid se quedan los suyos, los que están fuera de convenio”, aseguraba otro. “Es una purga ideológica”, mantenía un tercero. Los tres sindicatos representados en el comité de empresa (CC OO, CGT y UGT) han anunciado que llevarán a los tribunales el despido colectivo.
Para evaluar el estado de la televisión y su futuro, los socialistas han solicitado la convocatoria de un pleno extraordinario de la Asamblea. Quieren debatir sobre el recorte laboral que afecta a 829 personas y también sobre “el modelo público de televisión, de la información de la Comunidad, que debe ser profesional, aséptica y útil a los madrileños”, según el portavoz socialista en la comisión de control de RTVM, Miguel Aguado.
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[José Marcos e Rosario G. Gómez, do El País]