Saturday, 23 de November de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1315

Carles Esteban

‘El pasado día de Sant Jordi, La Vanguardia inició una interesante promoción que consta de 34 volúmenes dedicados a explicar la historia de la ciudad de Barcelona en los últimos 125 años, o sea, desde la fundación de nuestro periódico. El primer volumen de la serie contenía una detallada cronología de los acontecimientos más importantes vividos por la ciudad desde 1881. A pesar de que el libro constaba de 125 páginas, había un torrente de información pormenorizada, y recogía entre 5 y 12 hechos relevantes de cada uno de esos 125 años. En total, casi mil referencias a sucesos de cierta repercusión en la vida de la ciudad. Algunos lectores han detectado errores, lapsus o inexactitudes en el primer volumen entregado el pasado domingo. No ha habido ninguna incidencia en los otros dos volúmenes posteriores de la serie entregados a lo largo de la semana.

Con respecto a ese primer volumen, la lectora Carmen Costa señala que en la página dedicada a 1894 se dice que el 16 de mayo ‘nace el escritor Josep Maria de Sagarra i Castellarnau. Dramaturgo (L´auca del senyor Esteve),memorialista, traductor y poeta’. Josep Maria de Sagarra fue todo eso, efectivamente, pero no es el autor de L´auca del senyor Esteve,obra del pintor y escritor Santiago Rusiñol, que la publicó como novela en 1907 y como pieza teatral en 1917. Ricardo Miracle Lavilla se refiere a una incorrección en la página correspondiente a 1914, cuando se dice, respecto de la Primera Guerra Mundial, que ‘había estallado tres días antes al declarar Austria la guerra a Serbia y Alemania, mientras que Rusia hace lo propio con Francia’. La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el imperio austrohúngaro y Serbia, como dice el texto, pero tras la posterior declaración de guerra austro-húngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea, y acabó convirtiéndose en una guerra mundial que implicó a 32 países. Veintiocho de ellos, denominados aliados – entre ellos, Francia, Italia, el Reino Unido, Rusia y Estados Unidos-, lucharon contra la coalición de las potencias centrales, integrada por Austria-Hungría, Alemania, el imperio otomano y Bulgaria.

Josep Maria Badia hace notar que en la página correspondiente a 1932 se explica que el 26 de septiembre se produce ‘la primera visita oficial a Catalunya del presidente de la República, Manuel Azaña’. El presidente, en aquel tiempo, era Niceto Alcalá Zamora, que había sido elegido el 10 de diciembre de 1931 y que ocupó el cargo hasta 1936, año en que le sustituyó Manuel Azaña, que presidió la institución durante la Guerra Civil (1936-1939).

Javier del Arco llama la atención sobre una portada de La Vanguardia correspondiente a 1936, en la que aparecía una fotografía de la carrera automovilística que tuvo lugar el 7 de junio y en la que el mítico Nuvolari ganó la IV Copa Barcelona, celebrada en el circuito de Montjuïc. El pie de foto que explica la portada del diario de aquel día reza: ‘Gran Premio automovilístico en Pedralbes’. El lector señala que la foto corresponde a la curva de la Rosaleda del circuito de Montjuïc y recuerda que ‘el circuito de Pedralbes no comenzó a utilizarse hasta 1946’.

Juan Carlos Coll escribe un correo electrónico advirtiendo una inexactitud en la página correspondiente a 1940, cuando se dice que el 15 de octubre ‘Lluís Companys es fusilado en el foso de Santa Helena del castillo de Montjuïc’. El comunicante señala que ‘Companys no fue fusilado en el foso de Santa Helena (lugar donde tenían lugar las ejecuciones durante la República), ya que los militares no quisieron que su sangre se mezclara con la de los partidarios del bando nacional que murieron allí’. El historiador Josep Benet, en su magnífico libro Lluís Companys, president de Catalunya afusellat,relata que el líder republicano fue fusilado en el foso de Santa Eulàlia, encarado a la ciudad de Barcelona.

Pere Pi Cabanes alerta sobre un error de bulto en la página dedicada al año 1981, cuando se dice que el 25 de marzo ‘liberan a Quini, el jugador del Barça, secuestrado por ETA el día 1’. El lector considera que ‘ETA ha hecho muchas salvajadas, pero no se le puede atribuir este secuestro’. Tiene razón, el secuestro fue llevado a cabo por tres delincuentes comunes que fueron detenidos tras ser localizado uno de ellos en Suiza cuando intentaba cobrar un rescate. El jugador fue liberado por la policía pocas horas después en un taller de Zaragoza.

El equipo que ha coordinado la serie Barcelona, una ciudad de vanguardia reconoce que, efectivamente, ‘dentro de la cantidad ingente de datos que se facilitan en las 125 páginas de este libro, se han colado esos errores. Unos son heredados de textos ya publicados y otros son lapsus que lamentamos’.

SANT JOAN DE DÉU. Sergi Sabaté Ruano remite un correo electrónico quejándose de que en diversas ocasiones hemos situado el hospital de Sant Joan de Déu en la ciudad de Barcelona y no en Esplugues de Llobregat, que es donde está verdaderamente ubicado. Dice que ya ha perdido la cuenta del número de veces en que se ha producido el error. En la información publicada el domingo día 23 sobre la hospitalización de un niño que había sufrido heridas graves por el ataque de dos perros de razas consideradas peligrosas se decía dos veces, erróneamente, que el hospital estaba en Barcelona. La información figuraba destacada en la sección de Sociedad y el error hubiera merecido una fe de errores al día siguiente. Espoleado por la queja del lector, que asegura que el error se repite con frecuencia, debo señalar que en lo que llevamos del año 2006 y repasados todos y cada uno de los textos que hacían mención del citado hospital no había errores: o bien se situaba en la ciudad correcta, Esplugues de Llobregat, o bien no se señalaba emplazamiento alguno por considerar los autores de las informaciones que es un centro suficientemente conocido. En cualquier caso, toca extremar las precauciones para que el error no vuelva a repetirse.

SUDOKU FÁCIL. Varios lectores han remitido en las últimas semanas mensajes aislados sobre el juego del sudoku, del que La Vanguardia ofrece cada día tres variantes, clasificadas como ‘fácil’, ‘intermedio’ y ‘avanzado’. Joan Barceló, autor de la última misiva recibida sobre el tema, y que resume otras opiniones similares recibidas en esta oficina, plantea lo siguiente: ‘El tema parece baladí, pero llega ya a intrigarme. Dado que pocas veces puedo con el sudoku fácil, que frecuentemente debo abandonar, molesto por incapaz, ya resueltos los otros dos con cierta rapidez, aunque según el enunciado son más difíciles, me pregunto a mí mismo y ahora a usted si no se equivoca alguien al imprimir los recuadros invirtiendo el orden de dificultad por error’.

Manel Salvat, responsable de Infocable Editorial, SL, que suministra varios servicios a La Vanguardia,entre ellos el sudoku, señala al respecto que ‘el margen de error en el sentido de cruzar las categorías de dificultad es mínimo’. Y explica lo siguiente: ‘La empresa que suministra los sudokus de Michael Mepham es Tribune Media Services, filial de Tribune Company. Es una empresa que provee a miles de clientes de todo el mundo. Sus pasatiempos son reconocidos internacionalmente por su calidad y variedad. Desde hace algún tiempo venimos observando que existe un cierto tipo de jugador acostumbrado al sudoku que debe desarrollar unos mecanismos mentales que le facilitan la resolución de los problemas más sofisticados. Se trata en algunos casos de personas que tienden a efectuar las opciones medias y avanzadas, y que, por diversas razones, dejan de lado la opción más sencilla. Pero, curiosamente, cuando estos especialistas se ponen a solucionar los sudokus fáciles, encuentran una dificultad inesperada. Es como si los mecanismos mentales que se aplican a los problemas más complicados no fueran aplicables a los más sencillos. Aunque no nos hemos detenido a hacer una investigación detallada sobre este tema, sabemos que no se trata de casos aislados’.’