‘Algunos lectores se dirigen a su lector-defensor con frases que entrañan un cierto desafío. Son retos de este estilo: ‘Vamos a ver si es capaz La Vanguardia de reconocer públicamente este error’; ‘supongo que no contestarán porque ya sé que la figura del defensor es puramente decorativa’; ‘espero leer las excusas del periodista que, con toda seguridad, no me convencerán’; ‘¡a ver qué le dicen!’.
Atiendo quejas de ese tono, innecesario para un diario con defensor de los lectores.
Empezaré por el caso que ha motivado más quejas de los lectores. Es el relacionado con la información de agencias que apareció en la página 8 de Vivir de La Vanguardia correspondiente al pasado 6 de diciembre.
El lector Josep Maria Riba Codina me envió este mensaje dos días después, 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción: ‘El artículo con el titular ´El Gobierno, molesto con la Cope por una web obscena´, y con la fotografía del sacerdote portavoz de la Conferencia Episcopal Española, acaba diciendo: ´De este modo, trasladaron la información a Mercedes Rico Godoy (directora general de Asuntos Religiosos), quien remitió una carta al secretario de la Conferencia Episcopal pidiendo disculpas´. ¿No cree que el titular de este artículo tenía que ser el siguiente para ajustarse a la realidad: ´El Gobierno remitió una carta al secretario de la Conferencia Episcopal pidiendo disculpas´, que es lo que ocurrió, y no fomentar la sospecha sobre un fotomontaje?’.
-Sí, el titular no era correcto -asiento-.
Concluye el lector Riba Codina: ‘Me gustaría ver si son capaces de corregir’. A ver.
Otro lector, Albert Compte Freixanet, de Figueres, me escribió sobre este mismo caso: ‘Creo que el título -que muchas veces, como usted sabe mejor que yo, representa la única parte de la noticia que los lectores suelen leer- no corresponde, o al menos no define bien, el contenido de la información y perjudica a la Iglesia y a la Cope. En realidad -y este es el núcleo de la noticia- se trata de un error de la directora general de Asuntos Religiosos del Gobierno de Madrid y, por tanto, creo que el título debería partir de este hecho fundamental y poner de manifiesto el error del Gobierno y no remarcar un malestar que, como acabamos de ver, no tenía ningún tipo de fundamento’.
Planteo la protesta del primer lector y las observaciones del segundo de los citados al responsable de la sección Vivir, Albert Gimeno, periodista que me ha formulado la siguiente explicación. ‘Esta noticia apareció escalonadamente a lo largo de la tarde. La información inicial se tituló con la esencia del artículo, pero después apareció un matiz importante con la rectificación de la Administración que se recoge en el texto pero no en el titular. Tienen razón estos lectores al entender que el titular definitivo no recoge la totalidad de los matices de la noticia’.
EL TÍTULO ´POR NAVIDAD´, en el Hoy sugerimos.. (8/XII/2004)) sobre L´Evangeli segons Carles Flavià motivó esta reflexión del lector Albert Serra: ‘Lástima que La Vanguardia, diario que dedica todos los domingos dos páginas a Religión, con la carta del arzobispo incluida, y al final de una página en la que figuraba un reportaje de Rafael Wirth dedicado a la escritora María del Carmen Soler que lamenta la ausencia de representaciones de ángeles en las fiestas navideñas, se empañe con un texto, breve por supuesto, sobre un espectáculo irreverente. Lo peor es que el título de la sugerencia sea ´Por Navidad´. Es una ironía hiriente’.
Otro lector, Rafael Alberto Roig, escribió hace una semana al defensor para quejarse por este Hoy sugerimos… de Margarita Puig. Dice este lector sustancialmente en su carta: ‘Es lamentable e indignante que un diario como La Vanguardia, en el que tantos hemos venido confiando por su seriedad y respeto al sentimiento religioso de tantísimos de sus lectores, pueda referirse, recomendándolo, a este espectáculo (…) Por esto pido una disculpa en letra de molde’.
Margarita Puig se disculpa por el título Por Navidad en un texto sobre un artista que ella misma calificaba de irreverente.
UNA ALUSIÓN A ´NIÑOS DE LA CALLE´ en un despiece dedicado a Basescu, político rumano, en la edición del pasado martes, movió a la queja. Se decía allí: ‘…limpió de perros callejeros la ciudad (una plaga, sólo comparable a la de los niños de la calle)…’. El lector Raimon Kirchner me llamó para formularme esta protesta: ‘Es una frase que me indigna porque pone a la misma altura los perros y los niños de la calle’. El periodista Félix Flores, autor de aquel texto, alega: ‘La frase correcta debería decir: ´una plaga de magnitud sólo comparable a la proliferación de niños de la calle´. Se estaba tratando de citar -de manera desafortunada, es cierto- dos fenómenos extendidos en las calles de Bucarest, no de equiparar personas y animales. Niños de la calle, por desgracia, he tenido que ver muchos en unos cuantos países y de comparar -ahí sí- las circunstancias diversas de su existencia. Pero no había espacio para más explicaciones y este redactor sufrió el pernicioso efecto (hacerse trampas al solitario lo podríamos llamar) que sobreviene cuando, en el espacio reducido de un recuadro, intenta condensar datos con la palabra más corta, la expresión más breve. Ocurre a veces que mientras se escribe con prisas y limitaciones uno tiende a leer en lo escrito aquello que tiene en mente sin reparar en su falta de claridad. Éste fue el caso, y sólo fui capaz de ver el término plaga referido a los perros. El hecho de que el patinazo pasara los filtros posteriores hay que entenderlo de la misma forma, pues ni soy sospechoso de emitir juicios de valor semejantes ni este diario los admitiría. Lamento el enojo, y la consiguiente pérdida de tiempo, que este error haya ocasionado a los lectores, y les pido sinceramente disculpas’.
EL FUNDADOR DE CRUZ ROJA, Henry Dunant, no era médico, al contrario de lo que se decía en alguna información aparecida en La Vanguardia con motivo de entregar el Premio Internacional Conde de Barcelona a aquella institución humanitaria. La lectora Nathalie Reverdin Effront pide una rectificación. Se cometió en la redacción al preparar textos para un suplemento especial que la lectora María Comes describe así en una carta: ‘Se nota que es un suplemento que los periodistas han hecho con amor solidario’.’